Confesión

2.7K 304 37
                                    

Los recuerdos de su pasado solo vagaban y vagaban, como un barco en alta mar con una tripulación perdida, no llegaban a un lugar en concreto y de vez en cuando tenía sueños extraños que a su parecer no tenían el más mínimo sentido. Él y Norman pese a ser hermanos eran completamente diferentes, incluso se llevó a cuestión si ellos en realidad si estaban familiarizados de sangre, después de todo, no recuerdan a su madre biológica y ni hablar del padre. Aunque se pelearán si uno tenía problemas el otro lo apoyaba, ya que conforme iban creciendo se dieron cuenta que eran la única familia que legítima que iban a tener, por supuesto sus padres adoptivos también eran su familia pero ellos dos eran hermanos por sangre.

Desde los cinco comenzó a cuestionarse si lo que existía en su vida actual era real, pues los recuerdos de no solo de su primera vida recordaba sino que también de las demás, incluso cuando conoció a Ray se dió cuenta que no era la primera vez que lo conocía, para sinceros, era la décima vez que lo veía por nueva cuenta en una nueva vida, con la diferencia que está era la primera vez que lo veía como hombre ya que en las demás era mujer, y al igual que todas esas veces intento hacer algo para conquistar el amor del azabache. Al principio era la misma persona malvada que trataba de estar con el sin importar las consecuencias, pero su destino siempre era el mismo, moría en el intento mientras separaba a Norman y Ray.

Con el pasar de sus próximas vidas las recordaba y dejo de intentar algo malo, pero aún así volvía con lo mismo de tratar de conquistarlo pero las cosas terminaban igual y en su nueva vida lo está intentando otra vez, pero quizás ya está cansado, y está pensando muy seriamente en dejarlos para que por fin esten juntos en una vida en paz y no seguir tratando de jugar con los lazos que unen a su hermano y al azabache, y si ha estado de alguna forma tratando de hacer las cosas bien y no cometer el mismo error, eso solo se lo debía a una persona.

^^^

Se mantiene sentado en la banqueta, mira su celular por sexta vez y está inquieto. A lo lejos logra visualizar una limusina y se pone de pie, sacudiendo sus ropas y esperar a que el transporte se estacione enfrente, en cuanto lo hace cree que está por morir de nervios y al mismo tiempo por la emoción, era una extraña combinación de sentimientos.

La puerta se abre y la azabache baja con una pequeña maleta, colocando su manos en su cintura y sonreír. De un momento a otro sus ojos se cristalizan y se acerca a Oliver, lo abraza y este corresponde.

—¡¿Por qué no me buscaste antes?! No sabes el trabajo que me costó encontrarte.—Sigue llorando mientras tiene rodeado al chico por el cuello y su llanto es contagiado al albino, quien la abraza con mucha fuerza y le pide perdón.

—Lamento tardar tanto.

—No, está bien. Me alegro de que me hayas llamado.

Se separan, ambos retirando sus lágrimas y reírse un poco.

—La encontré.

—¿Otra vez? ¿Qué es?—Cuestiona curiosa.

Oliver la toma de las manos y mira estás mismas, sonriendo con ligera tristeza.

—En realidad es "él" y es un Omega.—Explica.

—Oh, eso es nuevo—Ladea la cabeza a un lado, algo confundida pero comprendiendo la situación.—Los papeles intercambiaron entre ella y yo.

Ambos ríen ante el comentario, pero la verdad es que eso era muy cierto. Ray antes era una chica pero ahora es un chico, y ella antes era un chico y ahora es una chica.

Insolente pero no tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora