Insolente pero no tuyo

Rival en el amor

—¿He?

—Lo que escuchaste—Responde Oliver sonriente, tomando su taza de café y darle un sorbo al líquido. A su lado se mantenía una azabache de cabellos largos y sueltos, está solo comía de un pastel de chocolate con una enorme fresa encima de adorno.

—Lo siento aún no comprendo.—Dice Ray, aún un poco perdido por la conversación.

—Lo que oliger trata de degir, eg que terminan.—Dice la azabache, tragando la comida en la boca y limpiar sus labios con una servilleta.— O sea que eres libre de ir con Norman por fin—Sonrie. Mira a su lado a Oliver dejar la taza en la mesa y asentir ante su comentario.

—Mira se que es muy repentino pero no pienso interferir una segunda vez más entre ustedes.—Dice el de ojos rubí.

—¿"Segunda vez"?... ¡¿No me digas?!—Su cabeza hizo corto circuito, ahora está avergonzado y muy apenado que no hace más que dejarse recargar en el respaldó en el asiento y cubrirse el rostro.

—Al igual que tú y las demás recordamos todo sobre nuestra vida pasada—Afirma la azabache.

—Que vergüenza.

—Tranquilo Ray, incluso yo sabía que las cosas iban mal y aún así interferi entre tu y mi hermano. Lo siento.—Se disculpa Oliver. Ray deja de ocultarse y se incorpora correctamente en el asiento.

—Pero tengo una duda—Dice el azabache.

—¿Cuál?

—¿Quién es ella?—Señala con la mirada a la chica.

—Majestad me ofende que no me reconozca—Dice la chica falsamente indignada.

—Ella al igual que tú en esta vida su género se intercambió. Quizás recuerdes haberlo visto cuando nos conocimos en el palacio.

Ray mantiene su vista en la jovencita que degusta de la variedad de postres que estaba en la charola, tirado unos segundos pero logro recordar quién era.

—¡Ya recuerdo! Eres el primera oficial a cargo de la seguridad de ambos príncipes

—Un gusto verla otra vez majestad.—Se levanta de su asiento, haciendo una pequeña reverencia para después volver a su asiento y seguir disfrutando de los postres.—Mi nombre ahora es Paula Robinson. Un gusto.

—En fin, era por este motivo que quería hablar contigo.—Dice Oliver.

—Ya veo.—Mira a su costado, la verdad es que todo estaba ocurriendo muy rápido, por lo tanto está tratando de unir los hilos con aquel sentimiento de vergüenza.

Dios cómo se atrevía a engañar a Oliver.

¿Además, porque no se le cruzó por la mente que quizás Oliver recordaba su vida pasada como la mayoría?

A veces se sentía estúpido.

—Ray—El aludido mira a quien le llama.

Oliver mantiene su sonrisa.

—No te sientas mal o algo así, hay varias razones por las que me estoy permitiendo alejarme de ti. La primera ya te la dije, por la relación de mi hermano contigo, además, no quería mantenerme con rencores hacia Norman, después de todo en esta vida somos hermanos y hemos pasado por muchas cosas como para que todo se vaya al carajo por un capricho mío, la segunda era porque incluso ahora estaba utilizando métodos sucios para tenerte conmigo, la tercera tiene que ver con qué al igual como tú me escondías cosas yo igual lo hacía. Por cierto sabía lo tu plan para que Norman dejará de ignorarte.