Capítulo 9

125 14 1
                                    

Hanna.

Mi mundo se destruyó, en ese instante hasta dudaba de mi existencia, observaba a Scott y para mi era un completo desconocido, es como si nunca lo hubiese visto. No sabía que pensar ni como actuar.

Escuche la puerta sonar detrás de mi, me despegue de esta y Kendall y Kansas entraron con bolsas del mercado en las manos, nos observaron detenidamente a los dos.

- ¿Qué pasa Scott?- pregunto Kansas al entrar al departamento.

Él no contestó, yo menos.
Lo observe por última vez y salí corriendo empujando a Kansas y Kendall.
Baje las escaleras con la rabia a flor de piel y me dirigí a la salida. Al llegar a la calle principal veo aparcado el Carro de Tony, no le preste atención y sigo mi camino.

- Hanna, Hola!!- Gritó Tony saliendo de aquel auto lujoso-.

No le respondí y seguí mi camino.

- Hanna, ¿Qué pasa?- Gritó nueva vez mientras me seguía.

Sus pasos llegaron hasta mi al igual que su olor y una punzada en mi pecho hizo que volteara mi cuerpo. Su cara era confusión, su cuerpo rigidez, una mezcla no muy agradable para mi gusto.

- Hanna, ¿Qué pasa? ¿Por que me ignoras?

- Por nada que te importe. Dejame en paz-.

La rabia me consumía, no era algo que podía ocultar, pero tampoco me importaba hacerlo. Necesitaba respirar y sentía que Tony robaba todo mi oxígeno.

- Ok ok ok. Como quieras- dijo levantando las manos en un gesto de paz- Aunque ahora que lo pienso no gritabas eso en mi cama anoche-. Menciono con una risa diabólica en su rostro.-

No le creía para nada que hubiese tenido sexo con él, conozco mi cuerpo y no veo señales de sexo por ninguna parte.

- ¿Tanto me deseas Tony que imaginas cosas que no son?. ¿Crees qué porque tienes dinero puedes hacer lo que se te de la gana? Que pena me da tu ingenuidad.- dije arrogante y con fervor.

- Eres una perra- dijo irritado y eso me confirmo que en la noche anterior no pasó nada-.

- Puedo ser una perra, tal vez, pero una perra que no se acuesta con poco hombres como tu.- dije firme y rígida- . Ni borracha tuviste sexo conmigo. Marica-.

Di media vuelta para marcharme y al dar unos cuantos pasos sentí un fuerte golpe en la cabeza.
Caí al suelo.

No podía moverme, sentí mis ojos pesados, no quería darme por vencida, no quería, mi mente decía no pero mi cuerpo me lo exigía hasta que, me deje ir.

...

Siento mi cabeza mareada incluso adolorida, abro mis ojos lentamente pero, observó todo borroso, trato de mover mis manos para frotar mis ojos pero no puedo están atadas de extremo a extremo a una cama. Abro los ojos asustada.

- ¿Qué es esto? ¿Dónde estoy?- trate de desatarme pero no pude-.

- Maldita sea, saquenme de aquí - grite histérica-.

Observe el lugar con más cautela cuando mi vista estaba totalmente normal y quedé perpleja.

Era una habitación gigantesca con colores oscuros, a una esquina de la habitación habían látigos y cuerdas de todos colores y grosores; más adelante en un estante podía observar juguetes sexuales, dilatadores, dildos y demás, a el otro extremo habían uniformes de policía, enfermeras, bomberos y maestra, más adelante esposas, agujas y más juguetes sexuales.

Pasos certeros se van escuchando cada vez más cerca haciendo eco en todo el lugar, espejos traslucidos difuminan mi visión al tratar de observar el dueño de esos pasos sin éxito.

- Te ves tan hermosa diciendo groserías mi pequeña Hanna.

Su voz, su olor, y esa sensación de odio hizo que procesará el trago amargo que se sentaba en mi garganta.

- ¿Tú?, maldito bastardo, déjame salir de aquí- quería llorar pero no me mostraría vulnerable ante él -.

- También te extrañe amorsito, no se por que gritas si nadie te escuchara y, tranquila no te haré nada sólo te mostraré lo marica que puedo llegar a ser- dijo acercándose a un extremo de la cama-. No quise hacerlo la noche anterior por que contigo ebria no lo aprovecharía como quiero-.

- Tony, déjame salir de aquí, eres un animal-. Ya sentía que mi garganta ardía de tanto gritarle-.

- No, no, no, princesita, primero vamos a disfrutar los dos y luego tal vez te dejo ir, si te portas bien, cuando lo pidas te iras- se acercó a mi para besarme y en ese instante solo sentí la sangre emanar se su labio a causa de mi mordida.

- Maldita perra- Grito tapándose la boca con sus manos- Esto te saldrá caro amorsito, si te gusta ser agresiva pues te daré agresividad.-

De un jalón desapareció mi ropa interior.

-Tony detente, te ordeno que lo hagas- grite mientras observaba como colocaba su cabeza entre mis piernas-.

Esto no puede estar pasando, pensé cuando sentí su lengua en mis pliegues...

Autora.

Hola Hola!!...
En este capítulo no quiero ni opinar, mejor se los dejaré a ustedes, comenten si están tan sorprendidos como yo de esta actitud de Tony aunque, habían indicios, ¿o No?.

Espero sus comentarios y sus votos.

Nos leemos en un próximo capítulo. Besos ❤

¿Quién es él?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora