¿Quién es él?

Capítulo 32

Hanna

- Entonces, ¿las pastas y el vino seco son tu debilidad?

Pregunto Scott por vigésima vez mientras comíamos la pasta que había preparado acompañada de un rico vino seco.

Nunca me sentí tan identificada con alguien hasta el instante que sus lágrimas empaparon mi hombro y las mías su pecho.
Fue un momento único, genuino, sincero y doloroso pero, aunque no fue la mejor manera de conocer ese lado de Scott, me dio felicidad saber que detrás de esa personalidad agria y fría se hallaba alguien con sentimientos sinceros y únicos.

- Pues si, aunque podría decir que la pasta es mi esposa, la pizza el otro, las hamburguesas mi novio, el pollo frito, uuuuum? Eso es algo inexplicable.

La risa de Scott inundó el lugar y mi sonrisa no tardo en hacerle compañía, cada vez que intentaba observar mi rostro su risa volvía a el hasta que un momento después puedo mantener la calma.

- Eres muy glotona Hanna, no entiendo como tienes un cuerpo tan perfecto, cuando comes tanta comida chatarra, ¿a caso vas al gimnasio o algo así para mantenerte?.

- Pues no, mi cuerpo desde siempre ha sido amigo de la comida chatarra y las pastas, se entienden tan bien que no acumuló grasa, bueno esa es la única teoría creíble que puedo decir.

Mi toque de sarcasmo hizo que su risa se asomara nueva vez, se observaba tan hermoso sonriendo. Tal vez no sea el chico que pensé que era una vez, sus acciones tienen razones y, razones que a la larga o a la corta tendría malas decisiones.

- Sabes, hacia mucho tiempo que no reía de esta manera, se me había olvidado que era sentirme pleno, feliz.
Mi vida no ha sido la mejor pero he intentado ser el mejor, el mejor para mi mismo. Tal vez el futuro es indeciso, tal vez sea todo lo contrario a lo que imagino o a lo que estoy buscando pero, ya dejo que la vida me sorprenda, por que eso es la vida una caja de sorpresas en donde si no estás preparados para ellas, se derrumba en una décima de segundo todo lo que has construido. Siempre espero lo peor, y cuando lo que realmente es peor llega, siempre lo veo como lo mejor.

Cada palabra que mencionaba era una historia, la melancolía era tan notable en su voz que si seguía hablando volveríamos al inicio, en donde las lágrimas eran nuestras compañeras y, no se por que pero no quiero volver a verlo llorar, su rostro de felicidad me cautivó, prefiero quedarme con esa parte de él.

- Por que mejor no escuchamos algo de música, sería genial Payphone de Maroon 5.

- No me gusta, ¿que tal Tones And I de Dance Monkey?.

- Genial.

Se dirigió a la estantería de la sala de estar y la canción inicio a soñar.

La música era muy pegajosa y lo escuche corearla mientras bailaba.

Me invito a bailar con una seña pero, su camiseta me quedaba algunos 3 dedos encima de las rodillas, muy corta, super corta y con ella bailar no era una opción.

- ¿Y si bailas conmigo?

- Es que tu camiseta no me ayudará a bailar, es muy corta...

Antes de poder terminar de explicarle ya me había levantado de la silla, me tomo de la sintura y me miro con emoción cuando se reprodujo Moves Like Jagger de Maroon 5 y Christina Aguilera y el tiempo se detuvo, comenzamos a bailar como locos mientras coreabamos la canción a una sola voz.

- Take me by the tongue And I'll Know You Kiss me till you're drunk And I'll Show You.
You Want the moves like jagger
I've got the moves like jagger
I've got the moooooves... like Jagger...

Nos lanzamos al sofá exhaustos sin aún haber terminado la música, nuestras risas era una sola mientras nuestro aliento era incontrolable al igual que los latidos de el corazón.

- Sabía que no me podía equivocar contigo, mi inspiración nunca se equivoca.

- ¿Por qué dices eso?

Pregunté mientras observaba su rostro a un centímetro de mi, estábamos tan cerca que podía sentir su calor, su aliento, su respirar.

- Por que siempre me inspire en ti al escribir, aunque no te conocía eras paz, eras felicidad detrás de una fotografía y hoy confirmo que lo eres más que eso, eres una galaxia con el sol que ilumina mi vida.

Y... Sin palabras, su rostro estaba a centímetros de mi, mi corazón quería salir de mi pecho cuando junto su frente con la mía, nuestras respiraciones se volvieron una al igual que como sentí su corazón acelerado en la misma, a milímetros de mis labios y mi mente gritaba que me separará pero mi cuerpo no hacía caso, estaba hipnotizado, en sus ojos, en sus labios.

Cuando sentí que sus labios rosaron los míos cerré mis ojos y...

- Soy el administrador del edificio, abran la puerta.
Gritó alguien tocando la puerta con fervor.

Los dos nos separamos y la vergüenza era lo único que podía sentir ahora, mis mejillas calientes me informaban que aunque no me viera, estaba roja como un tomato.

Y mientras yo estaba roja como un tomato el estaba rojo pero de la ira que en su rostro era notable, este se puso de pie y se dirigió a la puerta, me asomé desde la sala  y observe a un hombre mayor, de algunos setenta años, el cual regañaba a Scott mientras este sólo asentía a cada una de las cosas que decía.

Luego de unos minutos se adentró al departamento y apago la música.

- ¿Qué pasa?

- Creo que despertamos a los vecinos, se me había olvidado que son casi las dos de la mañana.

Dijo con una sonrisa que no sólo se reflejaba en sus labios también en su ojos.
Por un instante olvide todo y sólo éramos nosotros dos con pasta y vino, sólo éramos nosotros con música y tarareos, sólo éramos nosotros con sonrisas y miradas. Y está noche sólo éramos eso, Él y Yo al compás del silencio como la mejor música y las miradas como el mejor baile.

Autora

Holaaaaaaa!!!

No se a ustedes pero me gustó este capítulo, tal vez sea el inicio de algo... ¿bueno? Se podría decir así.
Veremos que pasa en los siguientes capítulos, espero sus votos y comentarios.

Besos.💕