Capítulo 2

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Hanna.

-Ella, con semblante de estrella, su rostro es un poema y aunque es primera vez que la vea, su presencia alimenta cada historia y pensamiento en mi cabeza.
Creo que es ella, la que en mis sueños rondaba cada noche de primavera, se apoderó de mi mente aunque no quisiera y aunque en mis sueños nunca la viera hoy me di cuenta de que es ella por que con su aura y encantó hace recuperar mi corazón roto que una vez estuvo en tinieblas...

La piel se me erizó, mi corazón latió desbocado y mi razonamiento saco mi mente de la habitación, quede en blanco, simplemente, no supe que decir.

Volví a leer el verso una y otra vez sin conformarme.
Me detuve a pensar un segundo, ¿quién podría ser ese chico? estaba sentado tres asientos delante de mi y no me fijé en su presencia pero, ¿debí de hacerlo?? Éramos casi cuarenta estudiantes.

Es increíble como una persona pueda plasmar sus pensamientos de una manera tan sublime.
Dejé el poema a un lado de la cama y me dirigí a darme una ducha.
Después de cuarenta minutos debajo de la ducha decidí secar mi cabello y apaciguar el aburrimiento leyendo A través de él  de Alisha Rivera pero no había manera de concentrarme.

Ya hacían diez meses que mamá murió, realmente es como si aún siguiera conmigo y aunque no le ganó la batalla al cáncer, se ganó el trofeo de ser la mejor madre de el mundo, lucho porque estudiará y saliera adelante, me dio el carácter y la madurez para enfrentar la vida en cualquier etapa dándome su apoyo incondicional. Me da tanta nostalgia pensar que ya no escucharé su voz al amanecer, sus regaños y recordar que sus consejos ya no estarán, inevitable contener las lágrimas y al instante las sentí recorrer mis mejillas.

Limpie mi rostro, pensar en mamá, aquellas líneas escritas por un desconocido frustrado y mi primer dia de universidad me tenían más que abrumada.
Tomé mi teléfono y recordé que las gemelas habían mencionado una fiesta hoy en Tuinks, un centro nocturno no muy lejos de el campus.
Me puse de pie, ya que para un pensamiento de dolor, una oración y dos botellas de alcohol.

Decidí escribirle a Monic por medio de una de sus redes. No fue difícil encontrarla...

- Hola Monic, Soy Hanna.

- Hola Hanna, ¿Qué tal?

- Todo bien, estaba pensando si podrías acompañarme a la fiesta en Tuinks que mencionaron las gemelas.

- Disculpa por negarme pero no podré asistir, no me gustan mucho las fiestas de ese tipo y mañana tengo exámenes, así que...

- Esta bien no hay problema Monic, no te preocupes .

- ¿Qué tal si te doy el número de una de las gemelas y quedas con ellas?.- Dijo entusiasmada -

- Fantástico!!

Monic me envió el número de Kendall, le envíe un mensaje en donde escribí mi dirección y quedó de pasar por mi a las 8:00 pm.
Pase casi una hora buscando un atuendo que pudiera ser adecuado para la ocasión, una hora para elegir entre dos o tres arapos, ¿para qué acomplejarme? sólo tengo que ser yo.
Ondule mi cabello, me decidí por un vestido negro mangas largas señido a mi cuerpo de largo tres dedos arriba de la rodilla, puse un poco de maquillaje en mi rostro y botas altas.
Tome un bolso color carmesí, cuando me dirigía a tomar mis llaves y algo de dinero, sonó el timbre. Mire mi reloj y eran justamente las 8:00 pm.

-Muy puntuales
Dije para mí misma, apague las luces y al abrir la puerta había una figura que ni en mil años se asemejaria a Kendall

- ¿Ya estás lista?- pregunto con él entrecejo fruncido.

Mis ojos lo escanearon por unos segundos, su cabello claro estaba peinado perfectamente hacia atrás, vestía un suéter gris oscuro, unos vaqueros negros y unas botas oscuras. ¡Diooos! Se veía tan malditamente bien aún vistiendo casual.

- ¡¡¡Eeeyy!!! - dijo pasando una de sus manos por mi rostro al darse cuenta de lo anonadada que estaba.

- Si, vamos.- dije carraspenado y titubeante. ¡Demonios! Me vi tan estúpida.

Al salir cerré la puerta detrás de mi, me percaté de que las gemelas no estaban realmente, ¿Qué les pasó por la cabeza al mandar a Scott por mi?

- ¿Dónde están Kendall y Kansas ? Scott. - Pregunté con curiosidad mirándolo fijamente.

- Decidieron adelantarse y me pidieron pasar por ti.- Dijo algo arrogante-

- Ummmm entiendo, pero...

- Si te molesta que pasará por ti, ¿qué tal si te vas en tu coche? - pregunto incrédulo adelantándose varios pasos delante de mi.

- Pero no tengo coche.
Luego de contestar me di cuenta del sarcasmo en su pregunta, tenía muy claro que no tengo coche.

- Lo sé, así que decide, o vienes conmigo o te quedas aquí encerrada y sola.- Dijo estas últimas palabras como si le pesará pronunciarlas.

- Esta bien, iré contigo, pero...- pronuncie caminando hacia los escalones

- ¿Podrías guardar por favor un poco de silencio? ¿Por qué todo lo argumentas o preguntas?- Dijo irritado hasta la madre.

- ...- iba a contestar su pregunta, pero una sola mirada me advirtió que no lo hicieras.

¿Qué carajo me pasa?, yo no me quedo callada ante nadie y menos a chicos tan arrogantes y con malgenio como lo era Scott, ¿cree qué porque es un suspirito para comérselo con torta puede hablar como le de la gana y a quien le de la gana? Pues conmigo se equivocó, ya invocó a Hanna la demonia.

-Esta noche será una noche más que interesante...- pensé, bajando los escalones detrás de Scott para salir del condominio-.

Autora...

Espero que les haya gustado este capítulo.
¿Qué piensan de Scott?
¿Qué creen que hará Hanna la demonia? .

Después de él. Es un pequeño regalo que les tengo para más tarde...
Gracias por leer mi historia, espero que dejen sus votos y comentarios.

"Si viajaste al infierno y sólo sentiste el calor y no te quemaste, créeme que no estuviste en el infierno realmente"

¿Quién es él?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora