Abecedario Simbólico Parte I (Lucius x Remus)

Séptima Letra

. . . "G" de Graduación . . .

La Graduación era el día más importante para cualquier mago, significaba el inicio de una nueva etapa en la vida. Dejar atrás al indefenso e ingenuo niño que alguna vez fue, para volverse un adulto responsable que respalde a la comunidad y darle honor a su apellido.

A diferencia de la mayoría de los alumnos de Hogwarts, Lucius , desde que tuvo uso de razón y fue capaz de entender las palabras de su padre, sabia que iba a suceder en el momento que pusiese un pie fuera de Hogwarts definitivamente. Iría al Ministerio Frances donde lo estaría esperando un puesto en Relaciones Internacionales Mágicas (conseguirlo no había sido difícil pues al tener una madre francesa era considerado ciudadano francés también) y una vez ganada la experiencia suficiente, volvería a Inglaterra y recibiría un puesto importante en el ámbito político e internacional. Lo único de lo que debía realmente de preocuparse era de con quienes se aliaba, en que puesto de la jerarquía se encontraban y cuanto poder y beneficio significaba esas amistades para él. 

Pero, a medida que él tiempo transcurría y se le presentaban nuevas situaciones, Lucius había maquinado otros planes, unos muy diferentes a los que su familia aspiraba. 

Ciertamente, iría al Ministerio Francés, pues era una oportunidad que le abriría varias puertas a su futuro, sin embargo, en vez de tomar aquel puesto en Relaciones Internacionales Mágicas, iría directo al Departamento de Control y Regulación de Criaturas Mágicas. No era tan llamativo como el otro, y admitía que no hacia justicia a alguien de su alcurnia y apellido, pero aun así, había pedido, a través de una extensiva y armoniosa carta (y muy secreta, pues sus padres no estaban enterados de ella), el cambio de departamento, arguyendo a sus excelentísimas notas en Herbología, Pociones, Defensa de las Artes Oscuras y (principalmente) Cuidado de Criaturas Mágicas, además de su expreso deseo por contribuir a sus hermanos magos en el cuidado de criaturas tan incomprendidas y amenazadas como estas.

Realmente no sabe si los de Administración creyeron o no su carta, pero, como diría el pulgoso de Black, le valía madres porque de igual manera aceptaron este radical cambio. La verdadera razón por la que prefería ir a un lugar con tan poca monta era por su Remus. Porque, (igual que sus padres) Lucius también tendía a hacer planes a muy largo plazo. En este caso iría Francia para aprender sobre las leyes respecto a hombres lobo, era bien sabido que los franceses eran los más avanzados en cuanto a jurisprudencia sobre criaturas mágicas y deseaba aprender todo referente a sus leyes, los controles y demás, de esa manera, cuando regresase a Inglaterra, todos sus conocimientos pudiese aplicarlo en leyes más solidas y oportunidades más accesibles para los hombres lobos.

Por supuesto que, inevitablemente echaría de menos su país. A sus padres los extrañaría, a pesar del trato distante que compartían son sus figuras a seguir, los primeros en darle apoyo y consejo cuando los necesito, un techo y un propósito en la vida. También extrañaría Hogwarts, sus rondas de prefecto, quitarle puntos a diestra y siniestra a las demás casas, asustar a los de primero, las cancioncillas del viejo chocho de Dumbledore, al pegajoso Jefe de Slytherin, y claro, a los únicos que realmente podía llamar amigos, Barty, Regulus y Severus, a quienes todavía les quedaba algunos años más en ese manicomio del cual rogaba que salieran cuerdos. A Narcissa era a quien más echaría de menos, básicamente habían pasado toda una vida juntos, nunca habían hecho algo sin el otro (una estrategia más de sus padres para unir ambas familias). Lo único que le alegraba de esto era que ella también se iría a estudiar a otro país, con la escusa del rompimiento de su compromiso, Narcissa hizo hasta lo impensable para parecer una novia sufrida y afligida y había conseguido que sus padres le permitieran asistir a un curso de Herbologia en Alemania. Aunque, si bien su amiga no le había dicho nada, Lucius tenia el presentimiento que ella no asistiría a ese curso específicamente.

Pero, definitivamente, lo que más entrañaría de Hogwarts y de la bendita Inglaterra, era a su novio. Ya no habrían citas para estudiar en la biblioteca, o caminatas cerca del lago, ni escapadas a la Torre de Astronomía para ver las estrellas, tampoco podría de cuidar sus heridas al día siguiente de la transformación. Indudablemente le haría falta todo de Remus, su tierna sonrisa, sus cálidos ojos, su fragancia a chocolate y a algo que solo él poseía.

Pero, todavía existían las cartas, las conversaciones por chimenea, y definitivamente iría a verlo cada día libre o semana de vacaciones que le diesen. No quería perder el contacto, no quería separarse de él. Después de todas las noches en vela que paso para comprender sus sentimientos y todos los días de contener a su parte veela para no evidenciar sus celos cada vez que alguien se le acercaba... después de probar algo tan hermoso como el amor desinteresado e incondicional ¿Cómo podía permitir que algo tan insignificante como la distancia lo destruyera?  

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Feliz Dia de Pascuas!! Gracias por leer!! <3