. . . "E" de Enlace . . .
El enlace era la parte más importante en la vida de un veela. Era el momento clave donde su alma y la de su pareja destinada se unían formando una sola, quedando así sus destinos sellados el uno con el otro para siempre. Por otro lado, el enlace solo podía ocurrir a través del acto sexual, y este debía ser la primera vez de ambos. Eso era lo que su madre le decía desde que había comenzado a concurrir a Hogwarts y que Lucius entendía como una norma más que iba a regir el resto de su vida.
Si bien ya había tenido novias y su fama de mujeriego era bastante conocida por todo el Mundo Mágico, Lucius Malfoy no llegó a mantener relaciones sexuales con ninguna de ellas. Para ser sinceros, Lucius siempre tuvo ese temor, aquel gran miedo, de nunca encontrar al amor de su vida, de jamás poder conocer a esa persona especial que lo completase y llenase su alma. Al principio probó saliendo con mujeres que pudiesen agradarles a sus padres (sangres puras, de familias adineradas y con nobles tradiciones, pertenecientes a la casa de Salazar o, en su defecto, a la de Rowena), a eso se le sumaron los atributos físicos que más se le apetecían (senos pronunciados, siluetas armoniosas, de piel hidratada y bien cuidada) y por supuesto la personalidad, su futura esposa debía tener todas las características necesarias para ser la nueva matriarca Malfoy, debía ser astuta, inteligente, delicada, con un carácter cordial y sumiso, y, por sobre todas las cosas, debía idolatrarlo y admirarlo .
Pero, por desgracia, ninguna de esas mujeres que cumplían con todos esos requisitos le agradaban, es más, le aburrían. Las charlas eran sosas y desinteresadas, la sonrisas huecas, las miradas frías y ambiciosas. Trató de cambiar de gustos, probo en las demás casas, en otros colegios, busco a las jugadoras de quidditch, a las menos brillantes, a las que menos cuidado tuviesen con su arreglo personal, incluso trato de fijar la mirada en algunos chicos. Nada. Con todos era la misma sensación de hastío y disconformidad. Por otro lado, a medida que pasaba el tiempo, sus padres discutían un contrato matrimonial con la familia Black para casarlo con Narcissa. Y quizás fuese lo mejor, al fin y al cabo su mejor amiga era la única que conocía que satisfacía sus exigencias y por quien sentía afecto. Quizás Lucius Malfoy fuese un extraño caso de veela sin pareja destinada.
Y sin embargo, apareció Remus, y aquello quedo en el olvido.
Remus y su sonrisa, Remus y su inteligencia, Remus y su amabilidad y ternura, Remus y sus ojos expresivos y cálidos. Remus, Remus, Remus.
Por supuesto que trato de negárselo, de ir en contra de su instinto, de su propia naturaleza, ignorar lo que era puro y evidente. Pero no lo consiguió, y nunca se sintió tan encadenado y libre a la vez.
Pero las cosas se salieron de control. Su madre falleció, su padre enloqueció, el matrimonio con su mejor amiga no sería cancelado sin importar que haya encontrado a su alma gemela. Y él no podía (no quería) separarse de Remus. Ya se había vuelto parte de su mundo, en el epicentro de su vida y en el pilar de su universo. Y para Remus era igual de doloroso, al ser un licántropo tendía a ser posesivo respecto a sus seres queridos, en especial con su destinado, y si no podía permanecer con Lucius y tampoco protegerlo, entonces inevitablemente enfermaría hasta que el dolor y la tristeza diesen el corte final al hilo de su vida... Si lo único que estuviese en juego fuese su felicidad, Lucius no tendría problema en condenarse a la miseria absoluta con tal de satisfacer a su padre, pero si se trataba de la vida de Remus, realmente nada más importaba.
Todo eso fue lo que los llevó a una desagradable situación. Siendo buscados por su padre y miembros de la familia Black y Lestrange; manteniéndose escondidos en una sucia casa abandonada de La Hilandera, a salvo por varios hechizos protectores conjurados por Evans y Potter; con sus amigos haciendo guardia para evitar que algo malo les ocurriese. Y ambos estando en la más completa oscuridad, besándose, repitiendo lo mucho que se amaban, acariciando cada tramo de piel libre de tela. Ninguno quería que su primera vez fuese en estas condiciones, pero era la única manera de permanecer juntos; un enlace entre dos criaturas destinadas era algo sagrado e irrompible que debía ser respetado por toda la comunidad mágica. Era tan poderoso, que una vez concluido, el rostro de Remus aparecería junto al de Lucius en el árbol de los Malfoys y ningún hechizo podría borrarlo.
Lento, cuidadoso. Lucius trataba de que Remus sufriese lo menos posible, que todo fuese perfecto, que no dudase ni por un solo segundo lo real y sincero que su amor era. Y Remus parecía sentirlo, por la mirada castaña inundada en lagrimas saladas y por el cariño con el que acariciaba su rostro y repetía su nombre. Cuando el cuerpo de ambos se fundió hasta el punto en que se sintieron uno solo, supieron que el enlace se había completado y que siempre estaría juntos. Sus almas se habían unido. Y Lucius finalmente se sintió completo.
:-:-:-:-:
Wow! Este cap si que me quedo más largo que los anteriores. Espero que los sentimientos de Lucius respecto a la presión y al deseo de complacer a sus padres sumado a su temor por jamás encontrar al verdadero amor hayan sido bien expresados, así como la gran ruptura que represento Remus sobre su idealización de pareja perfecta, y lo mucho que lo amaba hasta el punto de enfrentarse a lo que jamás imagino: la decepción de su padre.
En fin, espero que les haya gustado, nos estaremos leyendo el sábado. Bye!! <3
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Abecedario Simbólico Parte I (Lucius x Remus)
FanfictionComo dice el titulo, este es el abecedario simbólico de los momentos más importantes de la pareja LuciusxRemus. Aclaraciones: -El Universo de Harry Potter es propiedad única y exclusivamente de JK Rowling -La imagen de portada no es mía, yo solo la...