Abecedario Simbólico Parte I (Lucius x Remus)

Novena Letra

. . . "I" de Inocente . . .

-Creo que Lupin es bastante tierno, a pesar de ser un mestizo-comento Narcissa mirándolo fijamente, solo para molestarlo- Tiene unos ojos muy bonitos y es muy inteligente. Además desprende un aura de inocencia demasiado linda~-

Usualmente, Lucius respondería con un comentario mordaz a su mejor amiga, aunque eso solo quisiera decir que mantuviese sus garras lejos de su leoncito, pero al escuchar aquello ultimo, solo atino a poner los ojos en blanco.

¿Remus...inocente? ¡Ja! 

Su novio poseía una habilidad que era envidiada por todas las serpientes, incluyéndolo a él mismo y posiblemente al mismo Salazar, y esa era la de poder aparentar una ingenuidad que no poseía. Claro que, Lucius no negaba que Remus poseía gestos y características que lo hacían ver adorable a la vista de cualquiera, además de que su sonrisa era muy tierna y la forma en que sus mejillas se curveaban de acuerdo a que tan amplia era esta, provocaban ganas de comérselo a besos. También cabía aclarar que esto no significaba que Remus fuese manipulador, o que ocultase quien en verdad era en falsas apariencias, mucho menos que fuese hipócrita. Simplemente, ese era el rostro que Merlín le dio y su personalidad reservada solo le permitían sentirse en confianza con pocas personas y solo con ellas se sentía capaz de compartir algunos pensamientos y de demostrar ciertas actitudes. Eso fue algo que Lucius comenzó a comprender con el tiempo, y es algo que sinceramente le fascino, porque eso le permitió no idealizar tanto a su pareja y verlo como un ser humano común. 

Un  ser humano común con el que estaría dispuesto a pasar la vida.

 Pero volviendo al tema anterior, Lucius pudo comprobar por distintos medios que su novio no era una ovejita tierna y asustadiza. La primera vez fue antes de ser novios, en una de sus vueltas como prefectos Remus justo lo había atrapado burlándose de un hufflepuff de primero que no podía encontrar la Sala de Pociones, y que había tenido la mala suerte de preguntarle a él por indicaciones;  grande fue su sorpresa cuando el callado Lupin se puso entre él y el lloroso mocoso y lo amenazo con sacarle puntos a Slytherin si volvía a encontrarlo comportándose así con cualquier otro alumno, y de nada le sirvió a Lucius los insultos y las amenazas cuando Lupin, sin pena ni gloria le quito diez puntos por incumplimiento de sus deberes e insultar a dos alumnos. La otra vez fue cuando habían comenzado a salir y Remus le conto los miles de planes de venganza que tenia contra una chicas de Ravenclawn que se habían mofado por el estado físico de Pettigrew. Y la otra cuando, Remus demostró su interés por las artes oscuras y le pidió que le enseñase hechizos prohibidos. 

Aunque, la vez en la que le quedo claro a Lucius que Remus no era un ser dulce e inocente fue cuando lo cito, una noche, a la sala abandonada donde siempre se reunían; e aquel tiempo solo se daban besos que a veces por el calor debían detenerse, porque ambos eran criaturas mágicas y no podían tener su primera vez por un lapsus de calentura, Lucius quería que fuese un momento especial y único que ninguno olvidase. Aquella vez, Lucius pudo notar que su novio estaba nervioso, y cuando le pregunto que le pasaba lo había besado con unas ansias y un deseo que jamás había sentido, y de un momento a otro el lugar se lleno del sonido de sus bocas de sus manos viajando por la piel del otro, de cremalleras y ropas cayendo al suelo, de jadeos, gemidos y su voz entrecortada llamando a Remus...

-¿Te encuentras bien Lucius?- inquirió Regulus -Estas un poco colorado- 

Ante eso Snape alzo una ceja, Barty abrió los ojos como si estos pudiesen salir de su rostro, y Narcissa, bien, la maldita estaba haciendo un gran esfuerzo para no reírse.

-Perfectamente bien, Regulus- contesto Lucius, tras un carraspeo. 

Remus inocente, que buen chiste.