Decimoprimera Letra

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 . . . "K" de Karma . . . 

En momentos como este, Lucius no deja de acordarse de cuando a Severus le había tocado tener como compañero de encantamientos por lo que quedaba del año al apestoso de Black como castigo de Mcgonagall por sus constantes pleitos. Y lo que más recuerdo con suma nitidez era que los dos dijeron (con todo el enojo y el odio en sus vocecitas de doce años) que el "karma era una perra".

 Lucius recuerda que no sabia que significaba esa palabra, había pensado que se trataba de algún alumno de la edad de ellos de posibles raíces hindú. No fue hasta que Regulus le pregunto que significaba que Lucius pudo disolver su ignorancia.

-"Es como... cuando haces algo bueno por alguien y el "universo", Salazar o Merlín te lo devuelve haciendo algo bueno por ti. Pero si haces algo malo a alguien, también te lo devuelve"- trato de explicarles Severus.

Ni Narcissa ni Regulus ni él mismo Lucius entendieron lo que su amigo les dijo, pero como querían parecer inteligentes, no hicieron más preguntas. 

Y ahora Lucius se arrepentí de aquello porque lo único que tenia en su cabeza era preguntas y dudas, y deseos de matarse o de pedirle a Severus consejos de como acabar con el karma que parecía habérselas ensañado con él.

Pero ¿Qué era lo que aquejaba al joven heredero de una de las familias más ricas e influyentes del mundo mágico? Pues bien que él que había sido crido con los ideales más antiguos y sagrados de los sangre pura, proveniente de un largo y noble linaje carente de imperfecciones, del ceno mismo de la alcurnia de épocas doradas más brillantes que esta... ¿había acaso necesidad de que su parte veela escogiera como pareja destinada al más pobre de los mestizos jamás concebidos?

Y para colmo de males, un gryffindor.

Lo más triste del caso era que no podía hacer nada, si ya de por su un mago promedio no podía hacer nada cuando el amor lo tocaba, menos podía él que era gobernado por un instinto que había surgido hace miles de eones, posiblemente junto con la magia misma. 

-"La forma en que los veelas escogen a su pareja para toda la vida era un misterio, incluso para la propia especie". le explicaba su madre- Algunos dicen que se basa en temas de personalidades compatibles, el instinto de supervivencia para continuar con la especie, e incluso que ese poder ancestral podía ver como seria la vida de su portador con otra persona y escogía a la que más feliz le hiciera"- su madre también le había advertido que al cumplir los diecisiete años, su parte veela escogería una pareja para él; que seria algo involuntario y que no podría hacer nada para cambiar sus sentimientos y que con el paso de tiempo, su parte racional, su verdadero yo, tendría que ir aceptando la idea, como a ella le había ocurrido con su padre.

Pero por lo visto, él no había heredado una parte veela con buen gusto, pues la suya había escogido algo tan insulso como Remus Jhon Lupin, y todo básicamente porque lo vio reír.

Había sido en la estación, antes de ir a Hogwarts, Lupin estaba con los tres idiotas de siempre y se había reído justo cuando Lucius volteo hacia su dirección. Fue como si le lanzaran una bola de nieve directo al pecho, pero en vez de sentir frio, sintió calidez, y una suavidad que se estaba adentrando a su ser y fue como si todo lo demás hubiese pasado a ser insulsas sombras y que debían estar agradecidas para que un ser tan lleno de luz como Lupin los mirase siquiera.

Y se sintió extraño, estúpido y culpable, porque no podía presentarle  a sus padres un ser tan desagradable al estatus y al ojo humano como ese gryffindor, mestizo y harapiento. Y se odio mil veces más a si mismo por buscar a se despojo de vida humana con la mirada cada vez que entraba al Gran Comedor o a la Biblioteca, o por ansiar las rondas de prefectos por algo más que abusar de su poder, o por el simple hecho de tener que esconder sus manos dentro de su túnica para evitar el deseo de encantar al imbécil de Black que siempre lo toqueteaba como si fuese algo natural, o de Evans que le hablaba con frescura y simpatía, o cualquier niñita que pidiese su ayuda para encontrar el salón de clases.

Además que de tanto verlo ya sabía algunas cosas de él; como que era reservado cuando conocía personas nuevas pero sin rayar en lo antisocial, que era fanático del chocolate y que se lo ofrecía a todos los que viese decaídos, que amaba leer al aire libre, que hacia sus deberes a tiempo, que los conflictos lo ponían nervioso y trataba de detenerlos, que posiblemente quería más a sus amigos que así mismos.

También se dio cuenta que Lucius no era su persona favorita, que sentía rechazo por la forma en que actuaba como prefecto, que la manera en que trataba a los Merodeadores le desagradaba de sobremanera, que evitaba verlo por mucho tiempo a los ojos.

Y que los insultos le dolían más de lo que Lucius hubiese querido alguna vez. Y (¡maldición!), que a Lucius se víctima de un crucio cuando un desagravio dirigido al castaño escapaba de su boca.

Definitivamente, el karma es una perra.

:-:-:-:-:

Hola!!

Solo quería decir que estuve leyendo sus comentarios y que me causo mucha gracia cuando trataron de adivinar cual iba a ser la palabra para el cap de hoy. Y creo que alguien habia acertado de una, no?

En fin! Espero que les guste este cap! No olviden decirme en los comentarios que les esta pareciendo la historia, si voy bien o si hay algun error que pueda corregir.

La próxima letra es la "l", cuál creen que sea la palabra???


Abecedario Simbólico Parte I (Lucius x Remus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora