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6:03

Me despierto de golpe. ¡No! ¡No de nuevo, por favor! La mano invisible me había vuelto a tocar. Esta vez le había tocado a mi abdomen e iba bajando a mi intimidad.

Me fui corriendo al baño, me encerré y apoyé contra la puerta. Esperé unos minutos, recuperando mi respiración. No sabía que era más aterrador que sientas que un fantasma pervertido te toque en plena noche.

Me enjuagué el rostro con agua fría y respiré hondo. ¿Estaré alucinando?

A los minutos escuché muy lejos una risilla familiar.

TaeHyung.

Su poder de leer mentes y... sobre todo manipularlas.

Era él, tenía pruebas y cero dudas.

TaeHyung manipulaba mi mente para hacerme sentir tacto. A las seis de la mañana

Maldito hijo de puta.

Sentí una rabia subir en mí, tenía unas ganas de salir del baño y me dirigirme hacia su habitación para darle su merecido.

¿Cómo no me había percatado? Era cuestión de ser inteligente, la mente es el motor del cuerpo y podría hacerle creer cualquier cosa.

Si no hacía nada, TaeHyung iba a seguir molestándome todas las madrugadas. Tenía que defenderme y sabía perfectamente lo que tenía que hacer.

Así, me dirigí hacia el sótano.

10:49

Estaba sentada en el piso del sótano, hojeando un libro turbio sobre la mente humana. Había logrado hojear ya dos libros y estaba viendo el tercero. Había más de doscientos. Me había obsesionado con estos libros raros, eran muy interesantes. Ya había logrado aprender algo.

Unos segundos después, saqué mi celular para ver cuánto tiempo me quedaba en este lugar.

Oh no. Tenía que estar con TaeHyung en 10 minutos y estaba en pijama en el sótano.

Mierda.

Me fui corriendo a la ducha. Bajo la prisa, me caí y raspé el brazo pero no le tomé importancia. Luego me preparé súper rápido, puse el uniforme y peiné un poco aunque sea.

Estando lista, me fui corriendo a la cocina. Eran las 10:58.

Me acordé de la frase de Jisoo en uno de los primeros días y casi me da un ataque de pánico, aunque ya tenía más confianza con el hombre.

"Despierta a las once, y no le gusta esperar".

Era desesperante. Tomé la bandeja y fui acelerando el paso hacia la habitación de puerta color rojo sangre.

11:01

Llegué sin aliento. Por lo menos no era tan tarde. Toqué la puerta y escuché el habitual "pasa" grave y ronco de TaeHyung.

Este hombre parecía ser cada día más hermoso a pesar de ser un hijo de perra.

-- Buenos días, perdona la tardanza. -- Me disculpé sin olvidar de tutearlo, como me había pedido el día anterior.

-- Está bien. -- Afirmó poniendo sus labios en forma de beso. Me acerqué y le deposité lo que quería suavemente. -- Te ves cansada. ¿Dormiste bien? -- Preguntó con una maldita sonrisa.

Agh, idiota. Puto. Maldito sinvergüenza.

Él sabía perfectamente que era por su culpa que no pude dormir bien.

Tomé la decisión de no decirle nada ahora. No debía saber que sabía que era él quien me tocaba o manipulaba mi mente.

Era mi ridícula estrategia contra ese imbécil.

-- Me despertó otra vez la mano invisible anoche, debe ser por eso. -- Expliqué, un poco molesta.

TaeHyung volvió a sonreír levemente y ahora sabía porque sonreía. Se veía jodidamente bien, pero era muy malo. Era cruel.

Todo no podía proceder bien, como de costumbre. Se me había olvidado mi herida en el brazo. Esta estaba sangrando y manchando la camisa de mi uniforme... Blanco.

Claro, no pasó desapercibido para Taehyung.

-- ¡Yoon, estás sangrando! -- Exclamó levantándose de golpe.

Solté un suspiro lista para abordar la situación.

-- Tranquilo, me caí y me raspé, nada más. -- Expliqué intentando quitarle la importancia. No quería tener que darle detalles de cómo me había caído, pues entendería que estaba leyendo sus libros en el sotano.

TaeHyung me tomo del hombro y me llevó hacia el baño.

-- Prefiero que llegues tarde a que te hagas daño, por favor cuídate. -- Solicitó serio.

Muy tierno y todo pero... A las seis de la madrugada, no parecía no querer molestarme.

Una vez en el baño, me cargó encima del lavamanos y pareció sacar alcohol y algodón. Con una concentración máxima, fue humedeciendo el algodón con el líquido para levantar enseguida mi manga.

-- Dios, pero que necia eres. Te raspaste bien raspada. -- Comentó viendo mi herida.

TaeHyung fue limpiando mi herida delicadamente. Ardía, sí, pero me aguantaba de quejarme, ya que era en parte de mi culpa.

Unos minutos después, el hombre cubrió mi herida con una curita y me dio unas palmaditas en los muslos.

-- Listo. -- Concluyó guardando sus materiales.

TaeHyung señaló su mejilla, como para que lo agradezca con un besito. Fui sin rechistar depositarle su merecido beso, pero este se dio vuelta justo cuando lo iba a hacer, haciéndome chocar con sus labios.

Me sonrojé, como de esperarse. Pero cabe mencionar que me sentía cada vez menos incomoda al respecto de los movimientos de Taehyung.

13:24

Acababa de comer con TaeHyung, quien seguía matándome con su comportamiento. Era el balance perfecto entre galán, romántico, posesivo, gracioso y obviamente muy pervertido, pero empezaba a acostumbrarme.

-- Preciosa, quedé con hambre. -- Informó el hombre levantando su mirada hacia mí.

-- ¿Quieres que vaya a buscar algo? -- Pregunté, mirándolo de vuelta.

-- No es necesario. Lo tengo aquí. -- Respondió dejándome confundida.

¿Desde cuándo TaeHyung tenía comida en su habitación?

-- Se me antojó algo especial... -- Justificó. -- Te quiero comer a ti, Yoon. --Finalizó acercándose a mí.

Claro, TaeHyung debía sacar su lado sucio a cada minuto.

Pero esta vez estaba hablando en serio. Me observaba con una intensidad demasiado fuerte como para que sea broma. Acababa de darme cuenta que Taehyung quería pasar a asuntos de adultos. La idea me hacía temblar, pero tenía unas tremendas ganas. Aunque me costaba admitirlo, quería volver a sentir sus caricias.

Taehyung se sentó conmigo en la cama, este iba a hablarme de algo serio, lo notaba en su rostro. Me miraba a los ojos con una potencia impresionante.

-- Preciosa, yo... No te voy a follar. -- Anunció posando una de sus manos en mi muslo izquierdo.

Su anuncio me dejó confundida. ¿Qué se suponía que me haría ahora si no era quitarme la virginidad?

-- Te voy a hacer el amor. -- Susurró acercándose más a mí.

Casi se me cortó la respiración tras su indecente frase.

Hoy iba a perder mi virginidad y no es que no tuviera ganas.


Gracias por leer
No olviden la estrellita si les gustó y no duden en escribirme cualquier duda. 

Dirty Job [ 𝗞𝗧𝗛 ¹⁸ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora