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Maraton 3/3

El hombre suspiró con una sonrisa, como si estuviera pensando algo obvio.

-- Yoon, no te preocupes, sé proteger mis pertenencias. Nadie, que no sea yo, te hará nada. -- Afirmó Taehyung.

Aprovechó para mirar descaradamente mis pechos mitad descubiertos del pijama.

¿Otra vez dejándome sin palabras? Ya estaba haciéndose habitual en mis conversaciones con TaeHyung.

-- Me quedaré un momento contigo. -- Continuó recostándose y abrazándome en cucharita.

TaeHyung me tenía demasiado pegada a él y claramente muy nerviosa. Sentía un calor inmenso y una respiración cerca de la nuca. Nunca podría dormirme de esa manera.

Sin duda, estaba horriblemente incómoda y ansiosa.

-- Lo sé princesa, por eso me encanta. -- Susurró lento en mi cuello.

-- ¿Le gusta verme así? -- Pregunté confundida.

-- Suena sádico dicho así... Pero sí, me encanta verte así. De todas maneras, no tienes ni opción ni salida. -- Recordó depositándome un pequeño beso tierno en el hombro.

Annaisha tenía razón, lo odiaré y lo amaré: empezaba a notar que TaeHyung era una buena persona, pero muy a su manera.






P.O.V TAEHYUNG

Dejé a mi princesa en paz y fui a mi habitación para seguir pensando en ella por horas.

Yo era alguien especial. Desde chico que había sido extraño. Eso sí, podía dar una explicación a mi rareza, mis comportamientos. Había leído muchísimo para matar el aburrimiento y había terminado cayendo sobre libros psicológicos, extraños, cayendo en lo místico y spiritual. Aprendí en detalle el micro lenguaje corporal de las personas. De hecho, lo conocía tan bien que podía adivinar lo que sea. Algunos podrán decir que sabía leer mentes, no sabía si se podría decir así, pero era algo similar. En pocas palabras, conocía muy bien la mente humana. Tan bien que la dominaba y sabía manipular quien sea psicológicamente.

Desde pequeño vivía en esta enorme casa y solo usaba mi habitación y el baño. Del resto se encarga los que me sirven y la verdad es que me daba lo mismo.

¿Cómo hacía para no tener que estudiar ni trabajar? Pues nada. Mi familia había muerto y había dejado todas sus riquezas que no eran pocas.

Ser "mi verdadero yo" era lo que nunca había logrado, por lo que me contentaba de ser lo que siempre había soñado.

Mi supuesto sueño se había convertido en una vida sin problemas, pero con un horrible aburrimiento.

Antes vivía con mi madre, la única que me lograba soportar en mi familia. Esta murió dejándo una caja únicamente. Cabe mencionar que casi quemé esa caja por todo el dolor que me quedó después de su muerte. Estaba escondida, ni siquiera sabía dónde. Sabía que la abriría cuando haya superado la muerte de mi madre. Todavía no era el caso, seguía mal psicológicamente, y era consciente de aquello.

A parte, no me había vuelto una muy buena persona. Pensé que sería buena idea contratar personal para mi enorme casa. Pero... Terminé hasta teniendo una pobre mujer a mi disposición para absolutamente todo lo que quería.

No soy santo, soy muy caliente de hecho. Para eso me habían servido esas chicas. Sin ellas, ya habría muerto de aburrimiento. A parte, eran personas que había podido conocer, para no estar sin hacer nada todo el día. O en realidad, para tapar mi inmenso dolor que me perseguía desde la muerte de mi madre.

Había tenido a Annaisha muchos años. Ella era muy buena conmigo, me daba todo lo que yo quería y pedía. Pero llegó el momento en el que ya era tiempo de devolverle su libertad. Ya la había conocido y la chispa se había difuminado. Ella me había conocido igualmente, entendía porqué la esclavizaba, entendía mi daño y dolor.  Podía estar seguro de que no me iría a denunciar por maltrato y quién sabe que cosas más. A parte, tenía su vida financiada por mí, merecidamente.

Ahora ya había pasado a otra etapa de mi vida. Había llegado una persona muy especial en mis manos y no lograba despegar mis ojos de ella. Era extraño, cuando la analizaba, sentía una conexión que nunca antes había percibido con ninguna otra mujer.

Esa mujer era totalmente diferente a Annaisha. Físicamente y psicológicamente. Yoon me estaba volviendo loco.

Todos sus movimientos eran realizados con una delicadeza extrema, con algo especial que no lograba definir. Sus ojos llenos de miedo hacian juego con sus ondas color miel. Era delgada y muy baja de estatura, sin dejar de tener unas curvas... Lo más rico que había visto en mi vida. Al contrario, Annaisha, era la típica asiática que se podia asemejar a una modelo. Pelo oscuro, altísima, esquelética y plana.

No entendía como Yoon me calentaba tanto. La podía ver tiritar minimamente por mi propia presencia y sentía instantáneamente un deseo inmenso.

Tampoco entendía cómo seguía siendo virgen a su edad, siendo estudiante de la secundaria normal, y con ese físico fascinante observado por cientos de alumnos diariamente.

Menos entendía por qué usaba ropa interior tan provocativa si sus pensamientos con respecto a los temas prohibidos eran los de una niña de doce.

De lo único que estaba seguro, era que necesitaba una respuesta a todas mis dudas.


11:01

Me encontraba las manos atrás de la cabeza recién despertando de mi corta noche. Así es, el insomnio había pegado. Estaba cansado y por lo tanto, de mal humor.

Escuché Yoon tocar la puerta delicadamente. Estaba nerviosa. Podía sentir de acá que estaba temblando. No pude evitar sonreír, hasta si me encontraba más que cabreado en aquel entonces.

-- Pasa. -- Autoricé serio.

-- Buenos días... -- Saludó con su dulce y liviana voz.

Mi chica de pelo rizado entró a la desordenada y turbia habitación. Dejó mi desayuno al lado de mi cama. Este constituía de lo básico, pero con licor en lugar del café tradicional, para despertar un poco.




P.O.V YOON

Me alejé lentamente después de dejar el desayuno de TaeHyung. Ya sabía más o menos como funcionaban las cosas. Me iba a pedir algo que me pusiera incomoda, porque le gusta verme así. Y no tenía ningún plan para combatir eso.

Ayuda.

Hoy, TaeHyung tenía ojeras y los ojos rojos, como si no hubiese pegado un ojo en la noche. Verlo así era una imagen aterradora, daba escalofríos. Aún así no habia disminuido un pelo su belleza.

-- He dormido mal, muy mal. Y cuando estoy cansado, no tolero nada. -- Advirtió con la voz dura.

Gracias por leer❤️

Dirty Job [ 𝗞𝗧𝗛 ¹⁸ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora