-- Adelante. -- Mandó una voz grave y profunda.
Perpleja por aquella voz que me había hecho temblar, pasé en la misteriosa habitación, sorprendiéndome por milésima vez en el día.
Era un cuarto como el de un adolescente agrandado, muy desordenado y oscuro, contrastando con el resto de la casa. En el medio, había una cama. En esta, se encontraba respaldado un exageradamente hermoso chico.
Me sorprendía que mi mente pensara de esa forma en la apariencia... De un hombre. Habitualmente, un asco inconsciente aparecía cada vez que veía la imagen de uno, dado que la relacionaba con mi tutor.
El hombre debía tener unos años más que yo y... Lo repito, era muy atractivo. Echando un vistazo más detallado al lugar donde me encontraba, me asusté un poco de este precioso ser con cabello rizado miel. Deduje que mi jefe era bastante turbio porque había botellas de alcohol en el suelo y por ahí unos juguetes no muy católicos. Aquel hombre parecía un ángel proveniente del infierno.
Retrocedí unos pasos lentamente hasta chocar con la puerta cerrada detrás mío. Estaba muy impresionada por lo que veía y no sabía qué decir. La mirada del chico seguía todos mis movimientos y me ponía más nerviosa de lo que estaba.
Dirigí la mía hacia él, quien puso sus manos detrás de su cabeza, relajado.-- Debes ser... Yoon. -- Comentó mirándome de arriba abajo.
-- Así es. -- Tartamudeé maquinalmente.
El chico me mostró una leve sonrisa de lado, dejándome peor de lo que ya estaba. ¿Por qué estaba nerviosa? No es como si este chico fuese un monstruo. ¿O sí?
Después de pensarlo, era estúpida la pregunta que acababa de hacerme. ¡Dónde mierda te has metido Yoon! Quizás me encontraba frente a un violador, o hasta un asesino...
Traté de tranquilizar mi respiración y pensar en lo que me dijo Annaisha. No podía ser tan terrible.
-- Me puedes llamar TaeHyung, ya te aclararé las cosas. Por ahora ponte esto, recuerda que estás a mi servicio de ahora en adelante. -- Ordenó, pasándome un atuendo que parecía de color blanco.
-- Está bien. -- Respondí, escondiendo lo que quería decir de verdad.
"¿Y a este qué le hacía creer que estaba a su servicio? Yo me puedo fugar en cualquier momento."
-- Sí, sí estás a mi servicio y no te puedes escapar porque las puertas las controlo yo. Por favor, pórtate bien, que podría ser muy malo contigo. Si no me obedeces, tendré que tomar medidas más drásticas. -- Explicó serio.
¿De qué hablaba? ¿Acaso había pensado en voz alta? ¡Que vergüenza!
-- Disculpe, creo que pensé en voz alta. -- Justifiqué temblorosa dándome vuelta.
-- No Yoon, no has pensado en voz alta. Hay un baño al lado de la puerta. -- Informó, con el mismo tono de voz.
¿Cómo que no hablé en voz alta? ¿Acaso me leyó la mente? Sí, claro. ¡Qué clase de personaje era este! Como si fuera posible leer mi mente.
Me fui muy rápido de ahí para irme a cambiar al baño con lo que me dio TaeHyung. Miré brevemente de lo que se trataba. Nunca me vestía de esa manera, no podía hacerlo.
Me cambié por una pequeña camisa blanca y una falda del mismo color que era un poco corta a mi gusto. Esta me llegaba mucho más arriba de las rodillas, pero me cubría igual.
Me quedé observado mis imperfecciones en el espejo. Otra vez, regañé mi mente. ¿Por qué debía tener tan poca autoestima?
--¡Yoon, sal pronto! -- Voceó sacándome de mis pensamientos.
Unos segundos después, salí del baño topándome con el torso de Taehyung.
-- ¡Oh! Disculpe, no me fijé. -- Me excusé levantando la cabeza, buscando su mirada. Uff, era mucho más alto de lo que pensaba.
Este se alejó unos centímetros de mí: era para ver cómo me quedaba el uniforme. Relamió sus labios discretamente dejándome muy nerviosa. Esas eran unas de las cosas que me asustaban más, las cosas prohibidas. Que alguien me mirara con intenciones sexuales me ponía la piel de gallina. Una de las únicas cosas que había logrado conservar en mi vida, era mi virginidad, por lo tanto, me asustaba de verdad.
Por favor... ¡Deje de mirarme así! Es demasiado vergonzoso...
-- Yo te puedo mirar cuánto tiempo quiera Yoon. -- Decretó mirándome fijamente a los ojos.
¿De qué hablaba este ahora? ¿De nuevo me había leído la mente? Este hombre me estaba asustando realmente, solo tenía ganas de salir corriendo.
TaeHyung suspiró y dejó su severidad un poco de lado. Luego, volvió a mirarme con una sonrisa que parecía ser nostálgica.
-- Está bien, ven conmigo, ya te voy a explicar todo. -- Finalizó.
Gracias por leer ❤
Así me imagino a Taehyung en esta historia.
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Dirty Job [ 𝗞𝗧𝗛 ¹⁸ ]
Fanfic𝑵𝒐 𝒍𝒐 𝒉𝒂𝒔 𝒆𝒏𝒕𝒆𝒏𝒅𝒊𝒅𝒐 𝒀𝒐𝒐𝒏. 𝑫𝒆 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒆𝒏 𝒂𝒅𝒆𝒍𝒂𝒏𝒕𝒆, 𝒆𝒔𝒕𝒂́𝒔 𝒂 𝒎𝒊 𝒎𝒆𝒓𝒄𝒆𝒅. Caí en un extraño mundo gobernado por el miedo. Mi privacidad era inexistente hasta en mis propios pensamientos. Mi instincto me...