Dirty Job [ 𝗞𝗧𝗛 ¹⁸ ]

②①

Una risilla femenina cortó el ataque de nervios que estaba a punto de tener.

Jisoo, maldita perra.

-- ¡Cómo me haces eso Jisoo! -- Regañé en voz baja.

A pesar de que su voz ni se asemejaba un poquito a la de TaeHyung, me había asustado realmente.

-- ¡Cómo me haces eso Jisoo! -- Imitó muriéndose de la risa. --  Fuera de bromas, ¿qué haces aquí tan temprano? -- Cuestionó curiosa.

-- Confío en ti, no digas nada. Tengo que ir a ver algo al sótano. -- Expliqué.

-- Mala idea Yoon. Taehyung suele tener hambre en la madrugada... Suele despertarse a las seis, entones, pronto va a llegar. -- Empezó. -- No creo que sea buen plan que te vea aquí. -- Siguió con una mueca.

Otra vez, todo cobraba sentido.

Cada vez que la mano fantasma me tocaba, era en los alrededores de las seis de la madrugada. En resumido, casi todas las noches a la misma ahora, Taehyung se despertaba con hambre, comía y luego, venía a molestarme antes de volver a encontrar su sueño.

Claro, ahora... Sabría controlarlo, después de haber leído sobre el tema. Nunca llegaría a ser tan experta como TaeHyung ya que el leyó más de doscientos libros sobre el tema. Yo apenas llevaba tres. La verdad, no era mi intención leer más, ya era suficiente. Sabría defenderme contra la mano invisible.

Unos ruidos de pasos me sacaron de mis pensamientos. Giré la cabeza hacia Jisoo.

-- En el closet, apúrate niña. -- Susurró la mujer.

Estaba llegando TaeHyung y me fui a esconder dado que quería evitar otro castigo.

-- Que tal... -- Cuestionó con una voz ronca de estar durmiendo.

Mi respiración no estaba presente en ese momento.

-- Bien, gracias Señor Kim. ¿Lo de siempre? -- Respondió Jisoo.

Por mi parte, no me movía nada y estaba en apnea en el estrecho armario, escuchando la conversación de los dos sujetos.

-- Lo de siempre. -- Confirmó el hombre.

Era raro escuchar este hombre hablar con otras personas, era totalmente diferente. Era más cortante, más frío y distante. No parecía ser TaeHyung.

Agradecía que no fuera así conmigo, porque era alguien que daba aun más miedo de esa manera.

El hombre se quedó un par de minutos comiendo y suspiró. ¡Sí que era apetito el que tenía Taehyung!

-- Gracias Jisoo. -- Agradeció.

Esperé unos 5 minutos intentando recuperar mi respiración, pensando que se había ido.

-- Yoon, sal de ahí, es ridículo. Anda acostarte mejor. -- Mandó TaeHyung abriendo la puerta del closet.

Roja de la vergüenza salí del closet cabizbaja, sin atreverme a mirarlo a los ojos.

Mi plan había fallado.

11:47

-- ¡No TaeHyung! Primero el Champú... -- Me quejé al sentir las grandes y cálidas manos enjabonar mi cuerpo.

Ambos estábamos bañándonos para prepararnos a salir, hoy TaeHyung había despertado de buen humor y con ganas de ser lindo conmigo.

TaeHyung esperó pacientemente que me lavara el cabello, mirando concentrado cada uno de mis movimientos. Sus ojos brillosos parecían querer fotografiar cada una de las partes de mi cuerpo.