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16:39

El aire fresco me hacía bien. A pesar de estar a fuera, no sentía mucha libertad, y mi ansiedad seguía presente.

TaeHyung tomó mis piernas para ponerlas encima de sus rodillas de manera a que quede a mitad sobre él.

Me sorprendía yo misma, porque si me dieran la opción de salir corriendo, no lo haría. Estaba agarrando más comodidad con su proximidad, sin quererlo realmente. No me daba asco estar cercana a él físicamente, al contrario de otros chicos con los que estuve. 

Bueno, en realidad no era tan extraño. Dudo que a alguien le de asco alguien como TaeHyung.

El chico me miraba detalladamente, se detenía en mis ojos, como si quisiese entrar en ellos. Cabe mencionar que nuestros rostros estaban bastante cerca.

Sabía que en aquellos momentos parecíamos pareja y aquello me inquietaba.

-- ¿Por qué estás tan nerviosa? -- Preguntó de lo más normal del mundo.

Aparté mis ojos, huyendo de la presión de su mirada.

-- Perdone, no estoy acostumbrada a esto. -- Justifiqué inconscientemente tocando mis dedos.

-- Está bien. -- Contestó.

-- He notado que eres muy insegura de ti, físicamente por lo menos. -- Comentó cambiando el tema, pegándose a mí en unos segundos.

-- Sí. -- Confirmé sin poder fingir más.

-- No deberías, eres una de las cositas más bellas que he visto en mi vida. -- Aseguró.

No podía entender como alguien tan similar a un dios griego podía encontrarme atractiva. Taehyung solo se acercó más para abrazarme cuando notó que me había dejado sin palabras.

Correspondí a su abrazo, para mí eran totalmente inocentes. Era la primera vez que me encontraba tan cerca del torso de TaeHyung tanto tiempo. Se sentía como estar abrazando un radiador. Era extremadamente caliente. Pensé que me impregnaría de ese olor tan fuerte (que no llegaba a ser desagradable, claro). Pasó sus suaves manos por debajo de mis rodillas, levantándome muy fácilmente para sentarme encima de él.

-- Sabes, me impresiona la nada que pesas... -- Soltó de repente.

Esta vez, no iba dejar que lea mi mente. Iba a atreverme a contestarle.

-- Sabe, me impresiona que logre levantarme sin siquiera forzar. -- Repliqué.

Escuché una risa de su parte causada por mi comentario. Como me encontraba encima de él, sentía su respiración chocar en mi cuello. Parecía querer devorarme con su respiración, algo andaba mal.

-- Tu olor es droga. -- Denotó.

Claro, eso que andaba mal era que me estaba oliendo. Sentía ardor en mi rostro y pecho, y sabía de quien era la culpa. Me separé lentamente de él.

-- Hace calor, ¿no? -- Justifiqué cambiando de tema, ventilándome con la mano, haciéndolo reír.

Era muy tierno cuando mostraba esa sonrisa cuadrada, aprovechaba de esos momentos.

Taehyung me dejó pararme y se levantó. Además fue paseando su mirada por el lugar donde nos encontrábamos.

Noté su sonrisa de lado, eso significaba que había visto algo que le interesaba. Alcé la vista hacia donde estaba mirando y era... La tienda de Victoria's Secret.

Mierda.




Cómo lo pensé, terminé dentro de esa tienda con TaeHyung husmeando por todos lados sin una pizca de vergüenza.

Hice una mueca mientras él me arrastraba para que lo siguiera.

-- ¿Qué talla eres? -- Preguntó cómo si fuese lo más normal del mundo, bajando la mirada a mi busto.

-- Copa C. -- Susurré avergonzada.

Taehyung asintió. Miraba por todos lados y tomaba en su brazo todo lo que le interesaba y no era poco que digamos.

Cuando llegó a tener más de quince tipos de conjuntos en sus brazos, me tomó de la mano.

Rezaba para que fuera una broma, veía que TaeHyung se acercaba más y más hacia el probador. Me asustaba lo que TaeHyung me podía obligar a hacer.

Me tomó de la mano, entrelazando sus largos dedos con los míos. Me sentía ridícula, mi mano parecía la de una niña.

— Voy con ella. — Le informó a la vendedora que se encontraba frente al cuarto del probador.

Esta ni siquiera se atrevió a contestar, Taehyung le había hablado de una forma... Muy fría y cortante.

Me empezaba a dar cuenta de lo muy amable que era conmigo y de lo frío e imponente que podía llegar a ser con los demás.

Taehyung se adentró conmigo en el probador y no sonaba para nada una buena idea.

— Por favor preciosa, no pongas problemas. Ya te he visto y me pareces de lo más hermosa. Relájate y divirtámonos un poco. – Anunció despejando mi rostro de mi cabello.

No me quedaba otra. Entendía que no podía contra él. No quería más problemas con TaeHyung. Además, le prometí a Annaisha que no me iba a rendir.

Me iba a desvestir entonces. El único problema, no alcanzaba la cremallera de mi prenda. En esos momentos no agradecía mis brazos cortos. TaeHyung miraba cada uno de mis movimientos entretenido, apoyado en una de las cuatro paredes del lugar.

Así, me demoré en tomar la decisión de pedirle ayuda.

-- ¿TaeHyung? -- Llamé suavemente.

-- Dime princesa. -- Contestó las cejas alzadas.

-- Me podría ayudar con la cremallera... ¿Por favor? -- Pedí retraída.

Sentí las manos de Taehyung en mi cintura, atrayéndome de espaldas a él y bajó con una lentitud matadora el maldito cierre de mi prenda.

-- No era tan difícil pedírmelo... No muerdo querida. Bueno, en cierto sentido claro. -- Bromeó terminando de hacer lo que le había solicitado.

Empezaba a creer que me quería ver nerviosa. Por lo tanto Yoon, si quieres ganarle, no tienes que darle lo que desea.

Pero estar cerca de él me ponía la piel de gallina y sus palabras me dejaban muda.

-- Gracias. -- Logré articular dándome la vuelta.

Otra vez, nos encontrábamos accidentalmente cerca. Esta vez iba a tener la valentía de detallar su rostro. Claro, él aprovechó e hizo lo mismo. La simetría y belleza de su cara era increíble, no lo podía negar.

La mirada de TaeHyung bajó a mis labios. Él mirándome de arriba y yo de abajo.

Estaba a punto de cometer un gran error.

Bajé mi mirada por su nariz, después de haberme quedado un buen rato pegada con sus ojos. Sin darme cuenta, ya no pude controlar mi mirada. Esta pesaba demasiado y la dejé caer encima de los labios de aquel hombre.

Vi una lengua remojar susodichos, antes de percibirlos abrirse.

-- ¿Quieres probarlos? -- Cuestionó.


Gracias por leer

Dirty Job [ 𝗞𝗧𝗛 ¹⁸ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora