❝Stupid boss❞ 𔘓﹙Yoonmin﹚

﹙ 12 ﹚

—¡Papi, papi! —El pequeño Hoseok corría a abrazar a su padre que acababa de bajar del avión, lo había extrañado aquellos días que estuvo en ese viaje de negocios y ahora que había regresado solo quería pasar tiempo con él.
Jimin por su parte corre a abrazar a su pequeño para así llenar de besos su rostro mientras un Yoongi bastante curioso y enternecido por la imagen los observaba a una distancia prudente.
El niño con corte de honguito observó al mayor y entrecerró sus ojos en forma de advertencia, luego llevó su mirada a su padre que estaba con una sonrisa adorable en su rostro, como si la sonrisa de Jimin fuera contagiosa, Hoseok sonrío.

Taehyung había llevado a Hoseok hasta el aeropuerto, pero previamente había hablado con Yoongi, ideando y ayudando al mayor con uno de sus "planes de conquista". Aquel plan consistía en que tanto Jimin como el pequeño Hoseok fueran a cenar con el mayor luego de aquel largo viaje y Taehyung se iría para dejarlos solos.

Yoongi se animó a acercarse, interrumpiendo aquel abrazo de padre e hijo. 

—Me preguntaba si tienen hambre, podríamos ir a comer algo. —Yoongi observa como el menor tomaba la mano de su padre con fuerza, mirándolo algo serio.

—Tú te quieres llevar a mi papi. —El pequeño entrecerró sus ojos, nuevamente haciendo esa mirada de advertencia que lejos de intimidar a Yoongi, le causaba una inmensa ternura.

—Eh... —Jimin carga al menor en sus brazos —¿Y donde dejaremos las maletas?

—Las dejamos en el auto, pero vengan conmigo, mi chófer nos dejará en el restaurante y luego los llevará hasta su casa —Yoongi miró al menor—Además, tenía pensado tomar un helado luego de cenar...

Los ojos del menor brillaron entusiasmados mirando a su padre, Jimin levantó una ceja y el pequeño solo asintió eufórico, acercándose a susurrarle a su padre "Dile que si".
Jimin no pudo negarse a esos ojitos tiernos, así que aceptó la invitación de Yoongi.
Así fue como los tres ingresaron al auto, el pequeño le pidió prestado el celular a su papá para jugar sus jueguitos, mientras Jimin hablaba con Yoongi en el trayecto.

En esos últimos días, la relación entre ambos había avanzado a pasos agigantados, se sentían tan cómodos que podían hablar horas de lo que sea sin aburrirse. Jimin por su parte temía de que esa nueva forma de tratarse entre ellos, con mas confianza, se esfumara al llegar a su país y volver a la rutina de siempre. Estaba tan encantado con aquella forma en la que se comportaba el adverso que temía en lo mas profundo de su interior que de un momento a otro volviera a ser el Yoongi que conoció semanas atrás. 

Ahora sentía que Yoongi realmente estaba haciendo las cosas bien y confiaba en su palabra, pero nada le aseguraba que Yoongi no estaba actuando así simplemente para llevárselo a la cama, no se sorprendería si ese fuera el caso, él mismo se había permitido coquetearle al mayor y llegar a mas, pero si se llevaría una enorme desilusión que logró acostarse con él a base de mentiras. Y ahí se encontraba otra vez, pensando y divagando en las dudas de las intenciones de su atractivo y muy seductor jefe, como si su hijo no estuviera presente devorándose una hamburguesa y a punto de arrebatarle la suya.

 —De repente estás muy callado.  —Yoongi interrumpe los pensamientos de Jimin.

—Estoy un poco cansado por el viaje —Jimin acomoda un poco su cabello y luego mira al mayor, despejando sus pensamientos negativos, sus dudas e inseguridades. 

—Si quieres podemos irnos, mañana nos espera otro día de trabajo agotador, es jueves. —Yoongi observa al menor y este asiente, pero primero se terminan su hamburguesa. El ambiente se volvió algo tenso, pasaron por una heladería para comprarle un cono de fresa al menor y tras ello entraron al auto. El chofer encendió el auto luego de que Jimin le diga la dirección y emprendieron un silencioso viaje, Jimin observaba la ventana, Hoseok iba en el medio y Yoongi al otro extremo solo se limitaba a observar a Jimin.

—Señor —El pequeño jaló levemente el saco de Yoongi y lo observó, llevaba las comisuras de sus labios llenas de helado y sus ojos brillosos — ¿Eres el novio de mi papá?

Jimin se volteó a ver a su hijo con sus mejillas sonrojadas y luego Yoongi volvió a mirar a Jimin con una sonrisa ante lo que el menor había acabado de preguntar, agradeciendo que haya matado ese ambiente tan incómodo y reemplazado este mismo con un momento algo divertido ante su ocurrencia.

—No pequeño, yo soy su jefe. —Yoongi tomó un pañuelo de su saco y le limpió la boca al menor.

—Si no es su novio ¿Por qué lo mira con ojitos de amor? —Ahora Yoongi era el sonrojado, ese niño lo había estado viendo mientras él observaba a su padre.

—Ah ya llegamos a casa, baja y ve con tu tío, hobi. —Jimin estaba un poco avergonzado, los niños siempre están atentos a todo. El menor bajó del auto y luego Jimin se volteó a ver a Yoongi, extendiendo la mano. —Dame eso, lo lavaré y te lo llevaré mañana limpio. —Yoongi le extendió el pañuelo de seda, mas como una excusa para que regrese con el perfume del jabón que usaba Jimin, que para otra cosa. 

—Espero que puedas descansar, realmente lamento si te incomodó que conociera a tu hijo.  —Yoongi sentía que eso era lo que tenía tan preocupado al ajeno, no quería pasarse del límite ni irrumpir en la vida del menor.

—No fue eso, realmente creo que solo necesito descansar...—Jimin observó al mayor antes de salir del auto, pero Yoongi lo acompañó hasta la puerta de su casa— Mañana... Necesito que bebamos un café, quiero hablar contigo sobre algunas cosas—.Yoongi se había puesto nervioso ante esas palabras, así que se limitó a asentir.

—Mañana pasaré por ti para ir al trabajo y antes de entrar podemos beber algo y hablar si eso deseas, realmente tengo ganas de conocerte mas, Jimin, permíteme solo eso. —Yoongi era nuevo en aquellos sentimientos que estaba experimentando. Jamás había sentido ese nudo en la garganta, ni su estómago contraerse de los nervios, del miedo de perder a alguien que, en primer lugar, ni siquiera era suyo. En parte se alegraba de tener esos sentimientos, le hacía sentirse vivo, con ganas de aprender a luchar por algo que quieres con todas tus fuerzas.

—Tranquilo, solo necesito que lo hablemos mañana para estar con la mente fría. Ten una linda noche, nos vemos en el trabajo. —Jimin se acercó al mayor, posando su diestra sobre la mejilla de este mismo para así depositar un dulce beso en su mejilla libre. Dejó a Yoongi con la palabra en la boca e ingresó a su casa. Por otra parte el mayor sentía como su cuerpo se estremecía al sentir esos labios sobre su piel, y aunque solo fue un beso en la mejilla, esa noche no pudo pegar el ojo por fantasear como un adolescente en los miles de escenarios que le podrían brindar esos labios, si Jimin tan solo fuera suyo.