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Cuando Yoongi terminó la subasta, todos los presentes se arremolinaron cerca de él para agradecerle, saludarlo y felicitarlo por el aniversario de la compañía. Jimin lo observaba con la copa de champaña en su mano y daba pequeños tragos de vez en cuando. 

—¿Hobi se quedó en casa? —Preguntó Taehyung.

—Si. Jungkook me dijo que ya habían arreglado una pijamada con algunos amigos de la escuela y que era mejor así yo podría divertirme. —Soltó un suspiro. —La verdad esto está bastante aburrido y me encantaría poder pasar más tiempo con Hobi, siento que desde que empecé a trabajar he estado tan ocupado.

—Así es el trabajo, pero mira todo lo bueno que ha pasado. —Taehyung le sonrió. —Ahora puede ir a la escuela con una mochila nueva, puede comer helado cuando él quiera, puedes darle los juguetes que le gustan y puedes pagar todas las cuentas de la casa. Hay tanto de lo que antes te privabas para poder llegar a fin de mes, sin embargo, ahora hasta te sobra para darle los gustos a Hobi. —Soltó un suspiro. —El dinero no lo es todo, eso es cierto, el tiempo de calidad con los hijos también es importante. Pero tú Jimin, siempre has trabajado en empleos precarios en donde te explotaban para poder llegar a fin de mes y pagar las cuentas. Este trabajo es el paraíso a comparación de los anteriores, y todo lo que ganas ahora no es nada más que una recompensa por todos tus sacrificios y sabes bien que si no eres tú el que se sacrifica por darle lo mejor a Hobi, nadie más lo hará por ti. Cuando el crezca y sepa todo lo que sacrificaste para darle lo mejor, te estará tan agradecido.

—Eso es cierto, sólo me siento culpable, me gustaría estar más presente. Pero tienes razón en que, si yo no trabajo para darnos una mejor calidad de vida, nadie lo hará por nosotros. Y tampoco es propio de mí esperar algo de las demás personas, siempre me he sabido sustentar solo contra todo pronóstico. —Bebió un poco de su champaña. —Estos meses he estado ahorrando y tengo pensado... Comprar una casa.

—¿En serio? —Levantó sus cejas demostrando sorpresa.

—Si, me gustaría vivir en un vecindario más lindo. Comprar una casa que tenga un amplio patio trasero en donde Hobi pueda correr y jugar. Quizá con piscina y así poder disfrutar del verano en familia. Jungkook, Hobi, tú y yo.

—La verdad es una idea muy buena. —Sonrió y pensó en Jungkook. —Salir de nuestro barrio principalmente, este último tiempo se ha vuelto una zona bastante peligrosa.

—Y nuestra casa ya nos ha quedado pequeña. —Posó su mano en el hombro de Taehyung. —Y Jungkook podría tener una habitación más grande, lejos de la mía, para que tú te puedas quedar cuando quieras.

—¿Qué quieres decir con eso? —lo miró divertido.

—Que las paredes son muy finas y se oye todo. —Se rió tras decir aquello y luego terminó su champaña, regresando su vista a Yoongi. Se llevó la sorpresa de verlo hablar pacíficamente con la rubia mujer que bastantes dolores de cabeza les venía provocando. Yoongi no se veía tenso, ni enojado, ni incómodo. Sabía aparentar bien. La mujer posó sus manos en los firmes brazos del mayor y Jimin apartó la mirada, ya no toleraba su cercanía. Recordó los gemidos de la mujer la primera vez que la vio y esta se encerró en la oficina de Yoongi. Habían follado ahí ese día y no les había importado que los chillidos de la fémina se escuchen afuera. Podía ver que la mujer aun lo deseaba. Y no estaba tan seguro de que Yoongi no la deseara a ella. Se había acostado con mujeres toda su vida, era obvio que las mujeres eran lo que más fácil lo ponían a Yoongi.
Jimin sintió sus mejillas acalorarse y su nuca picarle, un poco de ira, celos e irritación lo estaban empezando a envolver.

—Disculpe ¿Es usted el joven que asistió al desfile de Versace? —escuchó una voz grave dirigirse a él, se volteó a mirarlo y se puso aún más rojo. Era un hombre de unos veintiocho años, alto, de cabello negro y ojos tan azules como el océano. Era precioso.

❝Stupid boss❞ 𔘓﹙Yoonmin﹚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora