~27~

345 64 34
                                    

𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐅𝐫𝐚𝐧𝐤

Cuando era más joven, de unos diecisiete años quizás y confirme que me gustaban los chicos me atemorizaba el hecho de que muy probablemente no tendría hijos, al menos no propios, con el paso del tiempo fui madurando y comprendiendo muchas cosas, por ejemplo el dicho que dice que "Padre no es el que engendra, sino el que cría", bajo esa filosofía me ampare por mucho tiempo.

Mis planes no habían cambiado cuando conocí a aquel lindo chico de ojos esmeraldas que me robó el alma, la conciencia y el corazón desde que lo vi, es tal vez demasiado cliché, pero fue amor a primera vista, tardé mucho tiempo en lograr que aceptara una cita conmigo, luego con mucho temor le pedí ser mi novio a lo que aceptó feliz.

Yo fui más feliz aún cuando me dijo el primer te amo.

Aquella tarde en la que arriesgué todo y le pedí que nos formalizaramos, el aceptó, y si, fue a escondidas de todos, me sentí en la gloria, no tenía duda alguna, amaba a Gerard más que a nada en la vida, era y es mi razón de ser, de vivir y expresarme, es mi inspiración, mi fuente de fortaleza, mi apoyo, mi amigo, mi todo.

Fue raro que no nos fuimos a vivir juntos desde un principio, pero no proteste, él necesitaba espacio y tiempo para contarme lo que sea que le daba miedo e inseguridad, y así fue.

Una noche me contó toda su historia, de la que yo sabía una parte, sentía tanta furia por el tipo este, Adam, no comprendía como podía dañar a alguien tan puro y bueno como Gerard, yo sería incapaz de lastimarlo siquiera con el pétalo de una flor. También me confesó la verdad de porqué no se iba a vivir conmigo, era porque tenía miedo de mi reacción al saber que él podía dar vida a bebés propios.

Y yo, ¿Qué hice?

Lo abracé y lo besé, creo que también lloré, no podía estar menos feliz, podía tener hijos con el hombre de mi vida, íbamos a tener bebés nuestros, producto de nuestro amor y esa simple noticia me dejo en las nubes por un tiempo, el suficiente para aterrizar cuando Gee se mudó a vivir conmigo un par de días después, empezamos a llevar una vida juntos como pareja oficialmente.

La mañana de un día que pensé que sería común como cualquier otro, recibí una llamada de Gerard, pidiéndome que fuera por él al cementerio, en esa ocasión supe todo acerca de Helenita, si sabía de ella, pero no todos los detalles puesto que a Gerard le dolía el alma hablar de ella y yo lo comprendí a profundidad hasta ese momento, porque aprendí a quererla también.

Unas pocas semanas después el más hermoso de todos mis lirios me dio la maravillosa noticia que seríamos padres, y si antes yo creía que conocía la felicidad, ese día conocí un nuevo nivel, que estoy seguro no se comparará al que sentiremos cuando tengamos a esa pequeña preciosura en nuestros brazos.

Será una niña, le pedí a Gee que la llamaramos Lily, que significa lirio, tienen para mi un gran significado, y ahora, para mi pareja también, pinté en la habitación de la bebé un cuadro con lirios en los que quise simbolizar nuestra unión como familia y el amor que sentimos, así como demostrarle a Gery que Helenita también es importante para mí y que la acepto como mi hija.

Sé que él a pasado por muchas cosas difíciles en su vida, en comparación conmigo, ha perdido a dos de sus seres más queridos, yo solo perdí a mi abuelo, pero era muy pequeño así que no sufrí tanto, gracias a todos los cielos ha tenido a gente magnífica en su vida como son sus padres, Mikey y Ray, recientemente conoció a Lindsey, quien al parecer se ha hecho muy cercana, no la conozco mucho pero si él se siente bien en su compañía está bien.

Hace unos pocos minutos recibí un mensaje de Gee, mostrándome que adoptó una perrita, él sabe que muero de amor por los perros y esa criaturita peluda vino a completar nuestra familia.

Pasé buscando un tres leches que Gerard quería anoche, nada de antojos sin cumplir.

Lo que encontré al llegar a nuestro hogar me dejó sin suspiros.

Como todo lo que este relacionado con Gerard.

Está dormido sobre el sofá, con su cabeza en el respaldar, su mano sobre su vientre y la otra sobre la cabeza, con una camisa que diseñé que dice "Who the fuck is Frank Lero?", y con la perrita durmiendo sobre su pecho el cuerpecito y la cabecita en su vientre, no perdí tiempo y les tomé una foto.

Fui a poner en total silencio las cosas, quité mis zapatos y con sutileza me arrodille junto al sillón a la altura de la pancita de Gee.

—Hola preciosa, sabes cuanto te ama papi Frank —le hablé despacio mientras ponía mi cabeza sobre ella, muy cerca de donde estaba Lois también—. Cuento los días para que nazcas, para poder tenerte en nuestros brazos pequeña Lily.

—Me voy a poner celoso —sonreí un poco y levanté la vista para encontrarme con esos iris tan bellos que me cautivan.

—No hay porque bebé, tu siempre serás mi bebé.

Me acerqué hasta sus labios y lo besé, con ese sabor tan embriagante que me enloquece.

—Tú también eres muy linda —le dije a Lois que nos interrumpió, colocándose en medio de nuestros rostros.

—Hacemos una linda familia —me dijo Gee con una sonrisa.

—Gracias mi amor, por darme todo esto que tenemos y que seguimos construyendo juntos —le dije juntando nuestras frentes mientras trato de abrazarlos—. Te amo.

—También te amo Frankie.

~𝙻𝙸𝚁𝙸𝚄𝙼~ ➛FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora