~28~

393 63 35
                                    

~Porque te quiero, te amo, hago todo por tu amor, te entrego mi corazón~

  

Los días estaban pasando demasiado rápido para gusto de Frankie y Gee, casi estaban llegando a la semana 24 de embarazo, la pequeña Lily era una bebé sanita, completita y gordita, se notaba en lo grande que era el vientre de su padre.

Era un día especial en el hogar Iero Way, 9 de Abril, sin dudas una fecha para celebrar a lo grande, no todos los días era el cumpleaños del pelinegro embarazado más sexy del mundo.

Frank había despertado súper temprano con los cuidados extremos para no despertar a su pareja y así tener tiempo para prepararle el desayuno y llevárselo a la cama junto con el hermoso arreglo floral que había dado a hacer con las flores que él mismo cultivaba, acompañadas con otras que sabía que a Gerard le gustaban mucho.

Terminó de preparar el omelette con extra de queso de Gee con muchos vegetales y lo colocó en el plato, hizo café con la cantidad justa de azúcar que a Gerard le gustaba, en un vaso sirvió jugo de naranja, cortó frutas y las colocó en dos recipientes para ambos, por último fue en busca del pan tostado de ajo y queso que tanto hacía babear a su compañero.

Con delicadeza acomodó todo en una fuente de madera y se dirigió en silencio a la habitación, la dejó del lado vacío de la cama para volver a salir cual gato astuto en puntillas sin causar el más mínimo ruido para ir en busca del arreglo floral.

Cumpliendo con su objetivo, dejó el hermoso arreglo de flores en la mesita de madera de Gee que estaba a un lado de la cama, tenía casi todo listo, pero le faltaba un pequeñísimo detalle peludo.

En un abrir y cerrar de ojos corrió hasta la sala a buscar a Lois y volvió, la dejó en la cama y está saltó eufórica sobre Gerard, Frank se acomodó a un lado de él, abrazándolo por encima de su vientre mientras Lois lamia su cara.

Una suave risita abandonó los labios de Gerard, causando que el corazón de Frank se derritiera de ternura, amaba oírlo, pero aún más amaba ver cuando mostraba sus pequeños dientes y sus ojos se cerraban producto del movimiento natural que hacía su rostro al reír.

—Buenos días al bebé más precioso —ronroneo cariñoso.

—¡Frankie!

Inmediatamente Gerard se sentó, adoraba cumplir años, porque era extremadamente más mimado, pero estaba seguro que este año lo sería más ya que gozaba de ciertos privilegios.

—Feliz cumpleaños mi amor —Frank lo envolvió entre sus brazos en un fuerte abrazo—. Espero que sigas siendo feliz durante toda tu vida, que sigas cumpliendo todos tus sueños, pero sobre todo que siempre seas feliz a nuestro lado amor —lo apretó un poco más y luego depositó un suave beso sobre la comisura de los labios de Gerard.

—Gracias mi cielo.

—Te amo tanto tanto tanto Gee Way.

—Yo te amo mucho más Frankie.

Gerard posó sus manos en el cuello de Frank para dar inicio a un beso un tanto salvaje en donde sus lenguas danzaban en un compás libre, sus salivas se mezclaban y sus labios se friccionaban enviándoles corrientes eléctricas a todos sus cuerpos.

—Amor te preparé el desayuno —Frank habló jadeante al separarse del beso, no era que no quisiera solo no quería que se enfriara el café.

—Eres un sol sabes, pero ahora tengo ganas de comer otra cosa —sin recato alguno Gerard comenzó a acariciar a Frank sobre la tela de su pijama.

—Lois est... está en en la cama —su juicio se estaba nublando producto del placer que aquella mano le estaba brindando.

—Coloca esto en la... ¡Frankieeeee! —se interrumpió él mismo cuando giró a señalar la mesita y observó el precioso arreglo que reposaba junto a él—. ¡Por Dios! ¡Es bellísimo amor! Gracias gracias, pero necesito que dejes la fuente ahi sobre la mesa no quiero que se dañe mi desayuno —le guiñó un ojo mientras Frank todo embobado hacia lo que Gee le pidió, este último bajo a Lois de la cama y se deshizo de la sábana que aún cubría su cuerpo.

"Qué se joda el café"  Pensó un Iero lujurioso.

En menos de dos minutos Frank yacía disfrutando del exquisito sabor de los labios de Gerard, mientras acariciaba sus piernas, sus labios se movían ágiles, duraron así cierto tiempo hasta que Frank decidió comenzar con la acción, antes de separar sus labios mordió con un poco de fuerza el labio inferior de Gee para luego lamer un poco la zona afectada.

Fue bajando sus besos poco a poco por el cuello de Gerard, jugando ahí, de vez en cuando succionaba pero no tan fuerte no quería dejarle una marca por el momento. Hacía tanto calor que la ropa comenzó a estorbar, dejó de besar aquel cuerpo para deshacerse de su pijama y luego arrancar el conjunto verde oscuro de encajes que su amado llevaba puesto.

Siguió esparciendo besos en el torso desnudo de Gee, dejó que su traviesa mano fuera hasta su erección y comenzara a acariciarla mientras la propia colgaba de sus piernas, su falo completamente erecto y pesado.

Mantenía las caricias sobre el pene de Gerard, de arriba hacia abajo, presionando en la punta un poco y luego volviendo a arrastrar hacia abajo.

—Frankie te quiero adentro bebé —pidió entre jadeos.

—¿Eso quieres Gee?

—Si Frankie, te necesito —Gerard apenas y hablaba un poco coherente gracias a las atenciones que recibía su cuerpo.

—Como pidas amor.

Gerard solo acertó a abrir más las piernas al aire cuando sintió a Frank alinearse en su entrada y luego lo penetró de una, aunque fue duro también con el toque de suavidad que sabía enloquecía a Gerard, sin esperar a que se acostumbrara comenzó a embestir, Frank también estaba necesitado por sentir el cuerpo de Gerard.

Los gemidos no tardaron en inundar la habitación, el choque de las pieles acompañaba en armonía dicha sinfonía, Frank se apoyaba con una mano en la cama mientras su pelvis empujaba dentro de Gerard, con su otra mano seguía masturbandolo, supo que su amor pronto iba a llegar cuando lo vio arquear su espalda y cerrar sus ojos con fuerza apretando las sábanas en sus manos.

Bastó con ver el sonrojado rostro de Gerard para que él también pudiera correrse en su interior, dio un par de embestidas más y salió despacio de ese cálido lugar, arrecostandose sonriente en la cama, Gee se acomodó sobre su pecho, ambos estaban cansados y agitados por el reciente orgasmo.

—Gracias Frankie, mi cumpleaños a empezado perfecto.

—Espera a ver lo que te depara esta noche —le comentó juguetón.

—He de suponer que es una sorpresa y no me dirás —alzó su rostro un poco para observar esas avellanas que le encantaban.

—Exactamente.

—Entonces esperaré feliz a que llegue la noche pero por ahora tengo hambre.

Sin esperar respuesta se levantó a buscar la fuente para llevarla de regreso a la cama y degustar su desayuno para dar inicio a su jornada, aunque ya habían empezado a calentar con la sesión mañanera que habían compartido.

—Te amo —le susurró Frank contra la oreja antes de dar el primer bocado.

Como si no estuviese acostumbrado a esos tratos o talvez fuese por culpa de las hormonas, se sonrojo inevitablemente, dentro de su ser todo cobraba vida y comenzaba a removerse, sintiéndose cuál adolescente enamorada, confirmando cuán enamorado estaba de Frank Iero.

~Eres como Ángel que cae del cielo
Eres lo más bello que a mi vida a llegado~

~𝙻𝙸𝚁𝙸𝚄𝙼~ ➛FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora