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Durante el transcurso de la mañana Gerard había recibido flores, chocolates, arreglos con frutas, miles de mensajes bonitos, fotos y demás por parte de las (os) fans de Frank y es que éstos lo querían mucho, eso lo llenaba de emoción completamente.

Su familia y amistades lo habían llamado para expresarle sus felicitaciones y a desearle las bendiciones más hermosas para un ser de luz como él.

Este año no celebrarían con ninguna fiesta o convivio porque tener que cargar con una criatura de casi 6 meses era cansado, además tampoco quería tener que estar limpiando y arreglando luego de que los invitados se fuesen.

Al medio día Mikey había llegado por él para llevarlo a almorzar, dejando en claro que era una salida de hermanos y que Frankie no podía ir, esto último sólo lo dijo para molestar porque todo estaba calculado, antes de terminar de sacar a Gerard a empujones de la casa le guiño el ojo a su cuñado, ya que el Way menor le estaba haciendo un favor a Iero verdaderamente, sin embargo no negaría lo feliz que se sentía al compartir tiempo con su hermano, sabía que cuando la pequeña llegase ella se robaría la atención de todos, incluso la suya.

Apenas la puerta de salida se cerró y escuchó el auto de Mikes acelerar, corrió en busca de su teléfono, una de sus guitarras favoritas y un amplificador, tomó su celular, las llaves de su coche y también abandonó su hogar.

—¿Hola?—

Buddy ¿cómo vas? —le saludó alegre Tucker al otro lado de la línea.

—De maravilla, ya estoy yendo al punto de reunión, nos vemos en unos veinte minutos.

Claro, yo ya estoy por llegar.

—Vale, nos vemos.

Cortó la comunicación y repitió el proceso con otras tres personas, específicamente los integrantes de The Future Violents, casi todos estaban por llegar, eran cerca de la una y tenían tiempo suficiente.

Sus amigos y compañeros de banda habían aceptado ayudar a Frank a preparar esa bonita sorpresa para celebrar el cumpleaños de Gerard.

El primero y único en saber de ello había sido Mikey incluso se había ofrecido a distraer a Gerard lo suficiente para que Frank pudiese practicar con los chicos y acondicionar el escenario que usarían en esa tierna y romántica velada.

Luego de dos horas en el lugar, con todo debidamente arreglado cada quien partió a casa para arreglarse, los muchachos se verían con Frank ahí a las 8 p.m., cuidando de que Gerard no los viese, claro está.

Cuando llegó a casa se encontró a Mikes compartiendo pastel con Gee en la terraza, se quedó recostado en el marco de la puerta observando al mayor de los hermanos, su perfil, sus pestañas, sus labios, esa perfecta nariz que tenía, rogaba porque Lily heredará esa misma nariz y las pestañas de su padre, sería realmente una niña muy bonita.

—Hola amor, ¿dónde estabas? la voz de Gerard lo sacó de sus cavilaciones.

—Fui a casa de Tucker a dejarle unas cosas que necesitaba.

—Ohhh, ven siéntate con nosotros, ¿quieres pastel?

Frank asintió y tomó asiento con ellos, platicando de trivialidades y una que otra vez dándose bromas pesadas con su querido cuñado.

—Bueno familia es momento que este bombón de acá se retire.

—A veces siento que me quieres robar mi puesto de Reina —le dijo Gee con un tierno puchero, la sensibilidad era algo que lo seguía atormentando.

~𝙻𝙸𝚁𝙸𝚄𝙼~ ➛FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora