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Casi ocho días habían pasado luego que dieran la noticia al mundo, todos la recibieron con la mejor de las alegrías incluso un grupo de fans que se encontraron el domingo por la tarde en el mall les habían dado un pequeño regalo para la bebé.

Los mensajes de felicitaciones en ambas publicaciones eran muchísimos, todos les deseaban la mejor de las dichas, que esperaban que fuese una niña sana además que todos apostaban a que se parecería mucho a ambos, que sería una perfecta combinación de los dos y era lo que ellos más anhelaban.

Los cuatro abuelos de Lily enloquecieron también, sin duda esa niña sería muy consentida, en el caso de los padres de Frank era su primer nieta y era ¡niña!. Ellos habían soñado con que Frank tuviese una hermana pero Linda nunca pudo quedar embarazada de nuevo, y en el caso de los padres de Gerard estaban igual de felices también porque ésta niña de algún modo les ayudaría a curar el vacío que aún sentían por la pérdida de Helenita.

Ray se tomó muy bien la noticia, le dijo a Gerard que ya tenía preparada la escopeta para ahuyentar a cualquiera que se atreviera a molestar a su pequeñita, desde ya esa niña iba a ser la niña de sus ojos, claro que la intensión de Ray era decirle a su amigo que estaba feliz y amaba a su sobrina, pero Gerard terminó llorando por la alegría de tener a Ray en su vida, las hormonas eran algo incontrolables, lo traicionaban en el peor de los momentos.

¿Qué pasó con Mikey?

Se convirtió en lo que siempre criticaba.

Una Drama Queen.

Hizo berrinche, lloró, hizo más berrinche, no le habló a Gerard por un día, pero cuando Gee le mandó una foto al WhatsApp de su vientre expuesto con el pequeño traje de unicornio encima y un texto que decía:

"Mirame tío Mikey, es perfecto para , no caben dudas que eres mi tío favorito y oficial (Pero no le digas a mi tío Ray, se pondrá celoso)"

Bueno con ese simple texto la coraza de Mikey cayó, no dudó ni dos segundos en ir a buscar a Gerard a altas horas de la noche en plena semana laboral para abrazarlo y felicitarlo correctamente, además de decirle muchas veces a su sobrina lo mucho que la amaba.

Lindsey también felicitó a Gee cuando él fue a verla el lunes por la tarde, le contó como fue todo mientras compartían el té, antes de que Gerard se fuera a su casa, cuando se despedían ella preguntó si podía acariciar su vientre, él feliz accedió, pero al igual que sucedió la primera vez Lily se quedó muy quieta ante el tacto de la mano de Lindsey, a Gee no le extrañaba puesto que había notado que la niña luego de largos episodios de hiperactividad de la nada se quedaba quieta en lo que el suponía, durmiendo, estaba así unas tres horas y luego volvía a su rutina normal.

Era viernes por la noche, aún estaba temprano pero ya se habían ido a la cama, Frank se sentía cansado porque pasó la semana trabajando en las letras de las canciones para su nuevo álbum, que esperaba pudiese publicar antes del nacimiento de la pequeña, o en su defecto hacerlo unos días después de que ella llegara al mundo.

Sin embargo aún no se dormían, Gerard estaba acostado con el vientre al descubierto y sus piernas hacia arriba apoyadas en la pared, en su ritual de cada noche con el fin de evitar que sus pies se hincharan, algo que estaba logrando exitosamente.

Frank mantenía su cabeza apoyada en el espacio libre entre las piernas y vientre de Gee, con la mirada hacia el techo mientras recibía dulces caricias en el cabello.

—¿Frankie?

—Dime amor.

—Si algo llegara a salir mal conmigo, debes poner primero la vida de Lily, no puedes permitir que nada malo le ocurra —habló muy sereno y seguro de sí, Frank de inmediato se sentó y lo vio como si estuviese loco.

—¿Qué son esas cosas Gee? Nada va a pasarte, yo siempre estaré para cuidarte amor.

—Lo sé pero debes prometerme que en caso de que no sea así harás lo que te pedí y sobre todo que amaras a este pequeño ser con toda tu alma.

—Gee no me gusta que hables así, pero si con eso te hago sentir seguro te lo juro mi amor, los amo más que a mi propia vida.

—Nosotros también te amamos —la pequeña movía al parecer sus piecitos cerca de las costillas de Gee haciendo que el movimiento fuera notorio—. Ves, ella te lo demuestra.

—Te amo pequeña —depositó un beso justo donde la criatura se movía—. Ven Gee vamos a dormir.

Se acomodaron como siempre solían hacerlo, de costado mientras Frank abrazaba por atrás a Gerard, dejando sus manos entrelazadas.

—Buenas noches Frankie.

Con una sonrisa en el rostro Gerard cerró sus ojos porque se sentía seguro que con la persona que compartía su vida era el hombre indicado para él, que sin dudas lo amaba tanto o más de lo que el mismo hacía, y eso provocaba que su corazón latiera a mil por segundo, solo le pedía a la vida que no permitiera que Frank se alejara de su lado nunca.

~𝙻𝙸𝚁𝙸𝚄𝙼~ ➛FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora