~𝙻𝙸𝚁𝙸𝚄𝙼~ ➛Frerard

~05~

Después de la charla que tuvieron él, Frankie y sus Helenas, decidieron volver al departamento, su adorable pareja lo convenció de tomarse un par de días libres, y no sabía si era porque había estado tan vulnerable momentos antes, pero accedió sin oponer resistencia, quería estar en su casa, en su cama y que Frankie lo besara.

Cada quién se fue en sus respectivos autos porque no podían dejar uno ahí simplemente, partieron al mismo tiempo, cierto pelinegro se sorprendió cuando noto que eran las tres de la tarde, sí que había pasado demasiado tiempo en el cementerio y como por arte de magia su estómago comenzó a gruñir, se detuvo en un McDonald’s porque se le hizo agua la boca cuando vio la publicidad.

—Entonces son dos quesoburguesas con extra de pepinillos, papas agrandadas, sin bebida y un Oreo Mcflurry? —la muchacha encargada de atenderlo confirmo su pedido a lo que él le respondió con una sonrisa tímida.

Si lo analizaba, todo lo que había pedido era exagerado, en su mente no había sonado así, pero tenía hambre.

Se sentó en una de las mesas a esperar su pedido, el lugar estaba casi vacío, a excepción de una pareja que estaba casi enfrente a él, ella tenia aproximadamente 6 meses de embarazo y el esposo al parecer le decía cosas bonitas porque la muchacha se limitaba a sonreír, se sorprendió a si mismo cuando imagino que ese era el junto a su Frankie, sacudió la cabeza y afortunadamente lo llamaron por su orden.

Volvió a poner su vehículo en marcha mientras probaba con todo el entusiasmo del mundo su helado cuando de la nada se le vino una arcada, tuvo que frenar de golpe.

—Seguro es porque desayune hace horas y mi estómago esta vacío —habló con él mismo por medio del espejo, se encogió de hombros y espero a que el malestar pasara, volvió a intentar probar, pero el sabor amargo seguía en su boca, se volvió a encoger de hombros y colocó el vasito en el portavaso.

Paso por un Go Green llevando una ensalada para Frank, cuando estaba a punto de ser atendido notó que detrás de él estaba una señora mayor, así que caballerosamente le cedió su lugar.

—Gracias querida —le sonrió confundido a la señora

—No es nada —contestó tímido

—Oh perdóname cariño, apostaba que eras una chica, tienes las caderas anchas como si estas en cinta.

Gerard casi se ahoga con el chicle que tenía en la boca, se limitó a sonreír más y no dijo nada, la anciana confianzuda, hizo su pedido y luego fue su turno.

—No le hagas caso, ya esta mayor —le dijo la que lo atendió, al parecer había escuchado el comentario de la viejita y eso lo obligó a que se sonrojase mucho.

Terminó su compra, pagó y salió corriendo de ahí, eso sí había sido muy extraño.

Trató de dejar la paranoia, acomodó su compra y abrió una app que tenía en su teléfono, 29 días exactos tenía de estar teniendo relaciones con Frank sin su medicina.

—¿Será? —se preguntó en voz alta, y como si hablara con alguien más el mismo se respondió—. No lo creo, en casa investigas en algo mágico llamado internet si es posible, pero ahora apúrate que las papitas frías son feas.

Obedeciendo a su subconsciente arrancó, no vivían muy lejos de ahí, tardó 5 minutos en arribar, cuando llegó a casa Frankie lo esperaba en la habitación recién bañado, acostado en la cama, solo en bóxer, viendo una película, tragó grueso y se devolvió a la cocina con el pretexto de servir la comida en platos, se mojó la cara, sirvió y regresó a la habitación pensando en la colección de unicornios que Mikey tenía en su cuarto.

Con mucho esfuerzo pasó la tarde tranquilo junto a Frank, al parecer el castaño verdaderamente quería que aprovecharan la tarde para descansar porque no le insinuó a Gee ninguna propuesta indecorosa.

Frank fue el primero en dormirse, y en cuanto Gerard comprobó que efectivamente estaba en el quinto sueño salió disparado de la habitación, necesitaba respuestas, había sido un día extrañamente anormal, no podía estar embarazado aún, era muy poco tiempo, además él sabría perfectamente que lo estaba, había sentido los síntomas cuando estaba en sus primeros dos meses con Helena y sabía que los vómitos eran tremendos.

Pero es que era raro, tuvo antojos, se sentía como la mierda llorando sobre la tumba de su hija, una señora lo llamó mujer, era raro.

Suspiró y prosiguió su búsqueda, le dolían los ojos de haber leído todo lo que estaba publicado en el “Blog de Eli”, era el sitio más confiable que encontró después de revisar muchos otros.

Este era de un chico que hace un año había pasado por una situación similar, solo que él no había perdido un bebe, únicamente había tomado medicamentos por mucho tiempo y cuando los dejó se embarazó en menos de dos meses, habían comentarios de hombres que aunque mantenían su nombre bajo apodos sabía que lo eran, después de todo el blog estaba dedicado a “Fabulosos Papis que también son Mamis”, todos comentaban cosas parecidas.

Cuando acabó de leer la duda era aun más grande, y decidió que se haría una prueba, aunque fuese negativa había que salir de dudas, eran demasiadas coincidencias.