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Para cuando había llegado el tercer día, donde solo faltaba la última noche de la unión de las tribus de la luna llena, a Bakugou Katsuki le temblaban la mano mientras su padre estaba sentado junto a él, suspirando de forma pesada. 

- yo sigo sintiendo que eres joven para irte, Katsuki -le dijo el hombre mientras miraba hacia el frente, viendo como a cientos de metros de distancia Aizawa y Midnight entablaban una conversación frenética, donde para ambos era imposible no hablar uno con el otro todo el tiempo que podían y donde aún más lejos, en la planicie sin gente Momo caminaba junto a Alfa y sus lobos, siempre a una distancia prudente del resto de la gente. 

Katsuki se giró a ver a su padre, quien miraba hacia el frente con expresión seria y molesta. Al lado del menor estaba su bulto con comida, ropa de cuero que podría ser necesaria debido al frío que se avecinaba y una lanza de madera con pinta de piedra, que sabían todos que sería necesaria si Katsuki quería sobrevivir. 

- no he sido yo quien ha elegido esto, padre -susurró Katsuki mientras negaba con su cabeza y apretaba su nariz en signo de molestia, mientras clavaba su vista en el piso en forma de protesta. Luego de pasar unos segundos así, se distrajo al notar como su padre se levantaba antes de estirarse, suspirando una última vez de forma resignada- ¿no vas a decir nada, de verdad? -dijo molesto antes de notar como su padre llevaba sus manos hacia su cuello, cargados de collares que simbolizaban sus años de experiencia. 

- levántate y ven aquí -le ordenó el hombre, mientras su único hijo se colocaba de pie y esperó a que su padre se acercara a él, sacando un brillante collar azul, del cual colgaban tres afilados dientes. Con cuidado lo colocó por sobre la cabeza de su hijo, dejando que colgara por su pálido y desnudo cuello- ese collar me lo hizo tu madre antes de que nacieras, era algo que le había dado su padre a ella y me lo dio a mi, y hoy te lo doy a ti en su nombre -dijo Masaru Bakugou antes de llevar nuevamente su mano a su cuello, desabrochando  el principal amarre de su capa roja. Katsuki inhaló de la sorpresa al notar como su padre se sacaba la capa, desabrochando también los hombros antes de despojarse de ella y sacudirla un poco, sonriendo con melancolía al notar como la capa ya estaba gastada y rota en las puntas. 

- padre -susurró Bakugou al notar como su padre colocaba la capa sobre sus hombros, sonriéndole amplio por primera vez en años. 

- esta capa me ha acompañado en muchas aventuras, y no solo a mi, sino también a tus antepasados, Katsuki -aseguró el hombre mientras aseguraba la capa sobre la ropa de invierno de su hijo, sonriéndole con dulzura- esta me la dio mi padre, y a él su padre, y ahora yo te la doy a ti -dijo antes de notar como su hijo asentía con la cabeza mientras sorbía su nariz, emocionado sin saber bien porqué. 

- volveré -dijo el rubio antes de abrazar a su padre por los hombros una vez el hombre aseguró la prenda sobre él. Aunque sintió resistencia sobre sus músculos al momento del abrazo, Bakugou Masaru se fue relajando poco a poco hasta que finalmente correspondió el abrazo de su hijo, estrechándolo suavemente contra sí. Permanecieron así unos minutos antes de que Katsuki se separara y mirara como por sobre el horizonte comenzaban a asomarse los primeros rayos de luz, simbolizando su partida. Tragó saliva de forma dura antes de suspirar hondo y darse media vuelta, agachándose a cargar sobre su espalda el bulto, mientras tomaba entre sus manos la lanza que se encontraba en el piso. 

- no creas que no volver no es una opción, Katsuki -le dijo su padre antes de que Midnight se girara y sonriera al notar como Katsuki ya estaba listo para comenzar su misión. Mientras la mujer se encaminaba hacia él, se dio vuelta para ver al lugar donde se supone se encontraba Alfa, y sonrió débilmente al notar como el chico dejaba a sus dos lobos atrás antes de meterse directo en el bosque. 

Con Aizawa, luego de que hablaran, acordaron de que Katsuki subiría por el camino solo hasta que perdieran de la vista a los humanos y desde ese punto Alfa se le sumaría en la travesía para que viajaran juntos, pero aún ninguno estaba seguro de exponer a Alfa a ningún humano que comprendiera su situación. 

Su padre y Midnight le acompañaron por todo el territorio de la unión, viendo como el resto de las personas miraban con ilusión como el chico marchaba, todos sabiendo que él había sido elegido para cumplir una misión importante por los ancestros. Mientras caminaban, la respiración de Katsuki se aceleraba al notar como todo el mundo le miraba. 

Si llegaba a morir allá, no solo perdería a Alfa, perdería a sus padres, a Kirishima, quien no había visto por ningún lado debido a lo ocupado que había estado con las ceremonias, perdería muchas cosas si llegaba a morir allá, además de seguramente traer mala suerte al no poder cumplir su misión. Tragó saliva de forma fuerte, tanto que llamó la atención tanto de Midnight como de su padre, quienes le miraron de forma intrigada antes de dejarle en los límites superiores, donde comenzaba la montaña y el rústico que debía seguir. 

- recuerda, en tu brazo están las guías de tus antepasados -aseguró Midnight mientras señalaba su antebrazo, donde ayer habían tatuado las marcas de estrellas que él debería seguir para llegar a su destino para encontrar la flor que debía llevar devuelta. La mujer le dio un fuerte abrazo antes de dejar un beso en su frente, notando como la chamana se acercaba por el pie de la montaña, portando la pipa entre sus manos. 

- vuelve, Katsuki -le dijo su padre antes de darle un corto abrazo, desconcertando aún más a Katsuki, quien se dio vuelta y vio como la chamana le daba una larga calada, antes de separar sus labios y expulsar todo el humo sobre el rostro del rubio, haciendo que cerrara sus ojos. 

- que te guíen los dioses, hijo de Mitsuki -dijo ella, antes de moverse y dejar frente a él el empinado camino. Caminó sin mirar atrás, sin querer sentir pánico, sin querer sentir miedo, sabiendo que en cuanto bajara de la montaña que bajara Alfa estaría con él y juntos volverían.

Pero sintió un terror enorme cuando, luego de varios kilómetros en subida, llegó a la orilla, donde solo quedaba bajar y vio como frente a sus ojos se alzaba un enorme valle, lleno de bosque, ríos, montañas, planicies y tan grande que su fin no se observaba en el horizonte. 

Al ver eso, Bakugou Katsuki sintió que no volvería, pero que daría la vida en terminar esa misión.


Voy a decir esto ahora, para los que pensaron que me quedaría callada. Pensé, les juro que pensé en ponerle smut a esto, pero no lo voy a hacer, si hay algo que me molesta es que la gente se de la libertad de criticar o pedirme que cambie aspectos de las portadas, etiquetas o historia porque un fanfic no tiene contenido sexual explícito. Y una de las principales razones es que este fanfic trata de gente MENOR DE EDAD, y eso es algo que no voy a tranzar. Decidí no poner nada sexual en este fanfic por no voy a soportar que la gente critique mi contenido por querer leer algo tan vanal y carnada de niños como el contenido sexual explícito, no solo yo soy mejor que eso, sino que ustedes.

 Además de que no creo que la mayoría de ustedes tenga la mayoría de edad. Y si lo tienen, pues lo lamento, pero no podrán leer eso aquí. 

Con esto no busco ofender a nadie, así que no quiero que nadie me de pelea o me vaya a pedir disculpas (como me ha pasado desde que comencé a no dejarme pisotear con Domador de Dragones), solo busco aclarar porque estoy segura que la mayoría quiere explicaciones en cuanto este tema. 

AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora