Cuando Bakugou recuperó la consciencia, abrió sus ojos con esfuerzo mientras sentía el dolor de cabeza martillarle. Empuñó una de sus manos mientras que la otra la llevaba hacia su rostro, gimiendo al sentir el dolor tan a flor de piel.
- ah, despertaste -escuchó una voz a su lado, muy femenina y suave. Se giró suavemente y vio como a un lado de él estaba una chica, vestida con ropas de algodón oscuro y cuero, mientras que se dedicaba a doblar telas a su lado- hace varias horas amaneció, has dormido todo este tiempo -dijo ella mientras le ayudaba a girarse hasta quedar boca arriba. Katsuki parpadeó un poco antes de tragar saliva, sentándose a pesar del palpitar de sus sienes.
Miró de un lado a otro, viendo todo de forma confundida. Estaban en tiendas altas y cuadradas de cuero, para nada parecida a las que había visto en su vida, tragó saliva mientras observaba que a su lado se encontraban los zapatos de Alfa, limpios y secos.
- ¿tú tampoco hablas, acaso? -le dijo ella en un suspiro, mientras se levantaba con las telas en sus manos, dejándolas en una pila en una esquina de la tienda- el otro chico ha despertado antes que tú y ha salido un rato, debe andar jugando por ahí, era bastante juguetón -le murmuró confundida, mientras abría la solapa y dejaba entrar la luz solar.
- ¿hablas de Alfa? -susurró mientras cubría sus ojos con su mano, suspirando antes de levantarse con ayuda de su mano, sintiendo su cuerpo temblar. La chica se giró y lo tomó por los hombros, notando como se tambaleaba en su lugar.
- si hablas del chico de pelo verde, sí, está por ahí, pero tú deberías descansar un poco, caíste de la forma más tonta posible y te diste un golpe asombroso en la cabeza, tuvimos que taparte en corte que te hiciste en la cara -le dijo mientras trataba de sentarlo, si no hubiese sido porque se sentía incapaz de salir tras Alfa, le hubiese empujado y lo habría salido a buscar. Pero tal fue el mareo que Bakugou se apoyó en ella y lo sentó de nuevo donde se encontraba durmiendo- ya vendrá, viene de a ratos a verte -aseguró ella mientras se sentaba en posición india a su lado, sonriéndole- ¿tienen nombres? -dijo ella mientras le miraba con atención, viendo como Katsuki se volvía a recostar.
- ¿cómo se que no nos matarán o algo? -dijo el rubio mientras se giraba a ver a la chica, quien negó con su cabeza, riendo con poco. Ella se sentó un poco más cerca de él y acercó su mano a su cabeza, tocando directamente con su dedo la herida provocada por la caída y que habían cerrado. Hizo a Bakugou saltar del dolor, pero solo así fijó su vista en ella, que le veía desde la altura.
- ¿crees que si quisiéramos matarlos, habríamos gastado recursos en sanarte y en alimentar a tu compañero? Se más sensato -le dijo ella antes de apartar su dedo, el cual tenía un poco de sangre seca- yo me llamo Kyouka, pero me llaman Jirou por mi madre -dijo ella mientras se levantaba, caminando hacia la salida de la tienda- iré a llamar a tu acompañante -dijo antes de salir, volviendo solo unos minutos después con Alfa de la mano, quien pareciera que se iluminaba al ver finalmente a Bakugou despierto. Alfa fue hacia él y se sentó a su lado, para recostarse sin tapujos sobre el abdomen de Katsuki, haciendo que riera al ver como Alfa se acurrucaba en él, suspirando profundo.
- ¿Jirou? -dijo Katsuki mientras se apoyaba en sus codos, viendo como a mujer con unos niños que jugaban con Alfa los observaban en silencio- me llamo Bakugou, y él es Alfa -dijo con una media sonrisa, antes de que ella asintiera con su cabeza suavemente, antes de retirarse y llevarse a los niños con ella. Alfa se quedó recostado sobre Katsuki, quien solo puso una mano sobre la espalda del pecoso mientras descansaba. Cerca de una hora después, cuando Bakugou ya se sentía menos mareado salió con ayuda de Alfa, yendo a buscar a Jirou. Cuando la encontró, vio que ella se encontraba sentada en el césped, junto a otro chico, también de cabello morado.
- ¿puedo sentarme con ustedes? -dijo él mientras se acercaba por el lado, aún abrazado a Alfa por los hombros para no perder el equilibrio. Se soltó de él para sentarse junto a un chico, quien solo le miró en silencio. Alfa se sentó junto a Katsuki, suspirando mientras se estiraba a recostarse en el regazo del ojirubí.
- él es mi hermano, Kouta -dijo Jirou mientras señalaba a un niño de tal vez diez años a su lado, quien solo le frunció el entrecejo antes de levantarse e irse. Aunque Jirou suspiró mientras negaba con su cabeza, les sonrió a ambos luego- ¿qué es lo que le trae por aquí? -dijo ella mientras miraba como Alfa le miraba de forma fija mientras se aferraba a los muslos del mayor.
Bakugou pasó cerca de media hora explicando el porqué se encontraban caminando sin aparente rumbo, la razón de porqué andaba con Alfa y que se había sumergido en ese bosque, además de la aparente misión que tenían. Cuando ambos se quedaron en silencio ella les sonrió, levantándose.
- estas son tierras delimitadas, no pueden pasar así como así, pero les tengo una solución -dijo ella mientras se ponía en cuclillas, sonriendo luego- llévenme junto a mi hermano y yo les conseguiré el paso por estas tierras, estar aquí es del asco -aseguró ella mientras se levantaba, asintiendo con su cabeza- tengo amigos en otras tribus, que nos darán comida solo con verme -aseguró.
- no nos sirve de nada otra carga -murmuró Bakugou mientras dejaba una mano sobre el cabello de Alfa, acariciando suavemente para tratar de no verse nervioso. La chica sonrió antes de suspirar, levantándose mientras colocaba las manos en sus caderas- pero la verdad, tener alguien con quien hablar no me haría mal -murmuró, pero cuando la chica se sonrojó mientras comenzaba a esbozar una pequeña sonrisa, Katsuki negó- nosotros caminamos rápido, muy rápido, así que deben seguirnos el paso -avisó antes de que ella asintiera- solo tengo una pregunta -dijo él mientras se acomodaba en su lugar, haciendo que la chica borrara la pequeña sonrisa y le mirara con atención- el chico de ojos azules que no parpadeaba, el de pelo negro que me persiguió ayer, ¿no irá, cierto? -murmuró, haciendo que Jirou ladeara su cabeza.
- ¿disculpa? -dijo confundida, haciendo así que Bakugou frunciera su entrecejo- no hay nadie de ojos azules, todos tenemos ojos oscuros -dijo ella mientras señalaba a la gente que andaba por ahí.
- había un chico de ojos azules, que no parpadeaba y él comenzó a perseguirme, creo -murmuró preocupado, viendo como ella negaba con su cabeza, sin saber a quien se refería.
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Alfa
FanfictionDebido a las lluvias, terremotos, ciclones y el mismo hombre, desde hace cientos de años el ser humano había sido dispersado por la tierra, mezclándose entre los distintos grupo que cubrían el planeta tierra. El pequeño clan donde vivía Bakugou Kat...