Llevaban un par de días y noches caminando, siguiendo las estrellas. Tener a Alfa cerca hacía que Katsuki no perdiera la cordura, porque sabía que habría alguien para escucharle y que aunque no le respondería, estaría ahí, vivo y con él. La verdad es que Bakugou se divertía viendo a Alfa, ya que siempre llegaba con algo nuevo cazado o le sacaba más de una risa al quedarse enredado entre matorrales o luego de subirse a algún árbol muy alto y no saber bajar.
Desde la noche anterior, luego de haber caminado 5 días en planicies de pastos altos, se adentraron en un espeso bosque. Eran árboles altos y de troncos gruesos, de follaje espeso y poca luz, pero era un lugar húmedo y no tan agotador por andar. Lo único que le preocupaba a Bakugou Katsuki es que desde hace unas horas a pie el sendero iba en otro rumbo, y de ahí en adelante iban a ciegas.
- Alfa -le llamó cuando vio que desde hace unos quince minutos Alfa corrió bosque adentro detrás de lo que parecía ser una ardilla, y aún no aparecía- Alfa -gritó, acunando sus manos alrededor de su boca tratando de que sonara más alto, pero lo único que recibió fue un silencio que se le hizo sórdidos a sus oídos. Apretó sus labios antes de dejar colgar sus manos, mirando hacia ambos lados.
Lo único que veía a sus lados eran árboles y oscuridad, ningún rastro de luz solar decente o una vista despegada al suelo como para saber que era hora o si iban aún por el camino correcto. Supo entonces que debía salir de allí o encontrar algún punto alto, pero seguir sin Alfa no le daba confianza, por alguna razón se sentía demasiado observado y el terreno nunca antes explorado lo hacía ponerse nervioso, pero sabía que no podía demorar más, por lo que simplemente tomó mejor los cueros que llevaba a su espalda y comenzó a caminar en la última dirección que vio correr a Alfa, notando como se empinaba cada vez más y el bosque se volvía cada vez más profundo.
Mientras más se adentraba al bosque, más imposible era caminar por él. Todo se volvía más húmedo, haciendo así que sus pies calzados se hundieran en el fango que se formaba, todo cubierto por capas de hojas secas por el otoño, la temperatura bajaba de forma abismal y las ramas bajas ya no le dejaban pasar, arañando con las ramas secas su rostro y sus manos desnudos. En un momento, cuando frenó porque sintió que su pecho se comprimía del esfuerzo y que necesitaba tomar aire de forma profunda, escuchó sonidos de pasos y alzó su vista, viendo como 300 metros en subida una silueta humana se distinguía en la oscuridad, mirándole de forma fija.
- Alfa! -dijo en un jadeo, mientras se agarraba de una de las ramas y sacaba su pie del fango, comenzando a caminar de forma pesada, aferrándose a los árboles mientras jalaba de si, gruñendo- Alfa, espérame, no te vayas -dijo solo antes de que la sombra se moviera, subiendo con facilidad lo que quedaba de montaña. Tragó saliva antes de saber que debía alcanzarlo de alguna forma y salir lo antes posible de allí para poder seguir su camino.
En cuanto llegó a la cima, suspiró rendido al ver que solo seguía el bosque y que ya estaba oscuro, seguramente era de noche y encontrar a Alfa así iba a ser horrible, además de encontrar un lugar donde dormir allí sin que los matara algún animal. Sacudió su cabeza antes de saber lo que debía hacer: Bajaría y esperaría a Alfa, si es que no estaban ya esperándole. Comenzó a caminar cuesta abajo, tratando de no caerse al notar como sus pies se resbalaban en el barro y las hojas, cuando sentía que iba todo bien decidió alzar su vista, arrepintiéndose de forma inmediata al notar como varios metros había fuego, pequeños puntos estáticos.
Movió su cabeza a la derecha, luego a la izquierda, viendo como lo rodeaban los mismos fuegos, todos a la misma distancia de él, pero cuando se dio vuelta gritó con fuerza al notar como a solo tres metros de él, por encima suyo había alguien parado con una antorcha, teniendo los ojos abiertos con fuerza y sin pestañear, mirándole a los ojos de forma fija.
No sabe de donde le salió las fuerzas en los músculos para seguir corriendo, pero salió disparado hacia el frente, para luego doblar en medios de los árboles. Corría sin saber bien donde ir, girándose a todos lados viendo como las antorchas le seguían por donde corría, cuando volvió a doblar para bajar vio como desde otro grupo de la montaña venían más antorchas hacia él, cuando pensó que estaba muerto vio como de entre los árboles aparecía Alfa, todo arañado y lleno de lodo.
Se miraron a los ojos de forma fija, lo que solo le dio el tiempo de reacción a Bakugou de tomar la mano de Alfa y jalarlo en su dirección, corriendo en bajada mientras veía que ahora caso 20 fogatas le seguían por la cadena de montañas en la que se habían metido. Sentía a su lado la agitada respiración de Alfa, como los piel del pecoso se resbalaban al igual que los propios sobre el fango, el temblar de su cuerpo tal vez por la fatiga o por el frío y los pequeños quejidos que soltaba Alfa cada vez que le jalaba para tratar de perder a las luces que les acosaban.
Cuando a lo lejos vio que habían menos árboles, y probablemente su salida, no se dio cuenta que metió el pie en una trampa sino hasta que la fina capa de palos entretejidos y hojas crujió, sucumbiendo bajo el peso de ambos adolescentes y haciendo que cayeran de bruces en un pozo excavado de casi 10 metros de fondo. Solo alcanzó a inhalar antes de golpearse la cabeza contra el piso, cayendo inconsciente.
ya decidí como lo haré, y haré mini arcos para llevar a cabo la historia, así que quiero que me respondan EN ESTE PÁRRAFO a que personajes de bnha les gustaría ver. No pregunto que quieren ustedes que ellos hagan, les pregunto a quieren ver.
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Alfa
FanfictionDebido a las lluvias, terremotos, ciclones y el mismo hombre, desde hace cientos de años el ser humano había sido dispersado por la tierra, mezclándose entre los distintos grupo que cubrían el planeta tierra. El pequeño clan donde vivía Bakugou Kat...