- Eres guapo . -Dulce pensó en voz alta, y Alfonso comenzó a reír y Dulce no pudo evitar sonreír.
Habían pasado dos semanas. No había visto a Christopher desde el amanecer cuando él había estado en su casa y se habían besado.
Estaba muy cerca de Alfonso. Salía con él todos los días. Maite siempre los acompañaba, solo que no cuando tenía que trabajar y Dulce tenía tiempo libre.
Alfonso no era el tipo de hombre que intimidaba a una mujer. Por el contrario ... aunque rico y elegante, hacia todo lo posible para que Dulce se sintiera a gusto con él ... y la divertía como nadie más podría hacerlo.-¿Qué dije? - Preguntó.
-Que soy guapo. -Alfonso le dio una sonrisa maliciosa.
-Oh, ¿En enserio?. -Dulce bajo la mirada tímidamente.
Él conducía para dejarla en el departamento de su hermana. Llegaron al edificio y Poncho lo besó en la mejilla.
- Sana y salva.
- ¿No vas a subir?
-No, todavía tengo algunas cosas que resolver. Pasaré más tarde para verte.
-Todo bien entonces. -Dulce le dedicó una sonrisa y salió del auto. Le gustaba la presencia de Poncho, le gustaba verlo y estaba contento con la posibilidad de volver a verlo más tarde.
Poncho se quedó en el auto esperando a que Dulce entrara al vestíbulo. Ella se detuvo para despedirse, y él puso carita triste al separarse de ella. Dulce comenzó a reír y le guiñó un ojo, entrando.
En el ascensor, Dulce seguía sonriendo cuando recordaba sus bromas, cuando se abrió la puerta y una maite muy maliciosa la saludó con una sonrisa.
-¿Entonces decidiste separarte de mi hermano por cinco minutos y venir a ver a tu vieja amiga?
-"No te excedas, Mai" - Dulce puso los ojos en blanco, entrando en el apartamento de la morena. -Tú eres la que no quería ir con nosotros a la comida.
-Yo estaba trabajando. Es genial hacer eso a veces, ¿sabes?
Dulce le envió una mirada crítica, y luego terminó sonriendo involuntariamente.
-Poncho vendrá más tarde. Podemos salir a ver una película, los tres.- dijo sonriendo
- Perfecto. ¿Por qué ese ingrato no subió? ¿Olvida que tiene una hermana?
-Poncho menciono que tenía algunas cosas que resolver. -Dulce sonrió.
Maite la miró extrañamente durante varios segundos, y Dulce dejó de sonreír.
-¿Qué pasa?
- Tú ... sonreiste dos veces cuando dijiste el nombre de mi hermano. Sin mencionar que saliste feliz del ascensor. ¿Hay algo entre tú y Poncho y no lo sé?
-¡Por supuesto que no, Maite! Qué tontería, él es solo mi amigo.
-Hum. -Mai se encogió de hombros, no cien por ciento convencida - Si nada ha sucedido todavía ... sucederá.
-Estas alucinando. -Dulce la interrumpió.
-¿No crees que mi hermano es lindo? -Maite estaba sorprendida.
-¡Oh claro que lo es! -Dulce estuvo de acuerdo. - Además es divertido, es educado, amo a tu hermano. Pero ... - Ella suspiró. -Bueno, no lo sé. Ya mejor hay que cenar algo, ¿Quieres?
-Por supuesto.- Maite la observó por un momento y luego sonrió.- Estaba planeando hacer una pasta. A Poncho le encanta. Si llega temprano, comemos juntos.
-Ok -Dulce aplaudió, sonriendo

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Fijación
FanfictionÉl era su suerte, Su bendición, Su maldición Gracias a él, ella no podía amar a ningún otro hombre. Se había tomado su corazón egoístamente. Y si no era lo suficientemente malo, lo había guardado en un cajón. Un cajón oscuro, donde no podía verlo...