A las siete de la tarde apareció Poncho. Dulce, que se estaba concentrando en escribir algunas cosas en la computadora portátil de Maite, levantó la vista, sonriendo.
-¡Viniste! -Dijo y se acercó a abrazarlo y darle un beso en la mejilla.
-Por supuesto. Dije que venía a verte. -Sonrió.
-Solo porque soy una muy buena hermana , te dejaré cenar mi pasta.- Comentó Maite, pasando junto a él. -Pero quiero que sepas que todavía estoy molesta porque estás prestando más atención a Dulce que a mí.
Poncho miró a Dulce, divertido, y la pelirroja asintió, riendo en voz baja.
-Ah, ella está celosa. -Alfonso fue hacia Maite, quien gritó y salió corriendo a la cocina.
Dulce se echó a reír y se levantó para ir tras ellos.
-No tienes que estar celosa, hermanita. -Poncho le hizo cosquillas a su hermana, sosteniéndola con sus fuertes brazos y sin dejarla escapar. Maite gritó y se echó a reír. -Te amo más que a nadie.
Cuando Poncho la soltó, para recuperar el aliento, se volvió hacia Dulce.
-Cuando éramos adolescentes, Maite estaba celosa de mis novias o de las chicas que me gustaban. -Dijo sonriendo desde la esquina. -Pensaba que iba a dejar de quererla y competía con las chicas. No sé cómo no está celosa de ti, Dulce. Es la primera vez que le gusta que otra mujer se acerque a mí.
Maite se acercó, todavía riendo.
-Eso es cierto, Dul. Siéntete halagada. Dije que estaba celosa solo de juego ... la verdad es que la única que no me pone celosa eres tú.
-Es bueno saber de eso. -Dulce murmuró, conteniendo la risa.
-Creo que es porque no intentas robar la atención de mi hermano como siempre lo han hecho las demás. -Maite gruñó. - Tú encajas entre nosotros dos sin esforzarte. ¡Me encantaría que comenzaran a salir, nunca nadie me a gustado alguien para él!
Dulce estaba avergonzada por la manera tan directa en qué Maite le dijo las cosas y se sonrojó. Vio que Poncho le dio una sonrisa sucia y lo miró.
-Bueno, ¿Vamos a comer? - Pregunto, para cambiar de tema. Ella notó que Poncho se reía mientras la seguía de regreso al comedor.
La cena estuvo genial. Dulce no se divirtió tanto, se sintió tan bien. Poncho y Maite juntos fueron lo más divertido posible.
Terminaron de comer el postre y fueron a ver una película en el televisor de la sala ... en medio de la película, se reían tanto que Maite se levantó para ir al baño.Dulce todavía se estaba recuperando de su risa cuando vio a Alfonso mirándola con una sombra de risa en su rostro. Estaba sentado a su lado, su brazo rozando el de ella.
-¿Qué pasó?- Preguntó, tallandose los ojos.
-Te ves hermosa riendo. - murmuró Poncho, tomando un sedoso cabello de su frente.
Dulce sonrió. Poncho se acercó un poco más a ella y Dulce se mordió el labio. Quería besarlo, para ver cómo sería ... Cuando vio que ella no se alejaba, Poncho se inclinó y se detuvo muy cerca de su rostro. Dulce respiró lentamente, sintiendo su aliento en su rostro. Cerró los ojos y, un segundo después, sintió los labios de Poncho sobre los suyos.
Sus besos no eran exigentes como ... los de Christopher. Tampoco estaban tan ansiosos. Poncho besó con cariño, y al mismo tiempo fuerza.
Esa antítesis fue atractiva.
Cuando él se apartó de ella, Dulce bajó la cabeza y le tocó el pecho. Vio a Poncho sonreír y abrazarla, acariciando su cabello y oliéndolo.Dulce recordó de inmediato la última vez que había estado con Christopher ... y la forma en que la había abrazado.
No quería pensar en él en ese momento, así que se levantó un poco para enfrentar a Poncho.-He querido besarte desde que te conocí. -Admitió Poncho.
Dulce esbozó una pequeña sonrisa, apoyándose contra su brazo. Necesitaba afecto últimamente, ya no podía soportar sentirse rechazada. Y se sintió inmensamente bien al lado de Poncho. Ella sintió cierta atracción por él.
-Poncho, te seré honesta.- Comenzó. -No quiero involucrarme ahora. Acabo de terminar una relación complicada, la cual me hizo mucho mal, y ...
-Ah. -Se puso rígido, sin dejarla terminar. - Christopher ... ¿No es así?
Dulce lo miró alarmada.
-¿Cómo tú sabes?
-Maite lo comentó. -Alfonso la miraba. -Y por tu nerviosismo solo con mencionar el nombre, imagino que debe ser peor de lo que pensaba.
- Digamos que es una relación a largo plazo, y solo trajo confusión a mi cabeza. -Dulce esbozó una sonrisa avergonzada y se pasó la mano por la mejilla.
-¿Tú ... sigues sintiendo algo por él? - murmuró Poncho vacilante.
- Honestamente No sé.- Dulce suspiró, frunciendo el ceño. No se sentía bien hablar de sus sentimientos sobre Christopher todavía.
-Bien. -Sonrió levemente. -No te obligaré a nada, Dulce. Sabes que realmente me gustas. Desde el primer día ... despertaste un gran afecto en mí. Tengo ganas de protegerte, permanecer cerca de ti.
-Tú también me gustas. -Dulce admitió, con una sonrisa, acurrucada en sus brazos. -También tengo ganas de tenerte cerca.
Poncho sonrió y estaba a punto de besarla nuevamente, cuando escucharon a Maite aclararse la garganta.
- ¿Interrumpo? -Su voz y expresión no podrían estar más satisfechas.
Dulce se echó a reír, escondiendo su rostro del pecho de Alfonso, y lo sintió reír. El resto de la noche pasó feliz. Vieron dos películas más, hasta que llegaron en medio de la noche.
Maite se despidió de Dulce con una sonrisa traviesa que decía "ya hablaremos mañana", y Poncho fue a llevar a la pelirroja a casa.*************************
Estamos a pocos capítulos del final de está historia.

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Fijación
FanfictionÉl era su suerte, Su bendición, Su maldición Gracias a él, ella no podía amar a ningún otro hombre. Se había tomado su corazón egoístamente. Y si no era lo suficientemente malo, lo había guardado en un cajón. Un cajón oscuro, donde no podía verlo...