Capítulo 3

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- Despierta.

Dulce se movió, sintiendo que le dolía la espalda por dormir mal en el sofá. La voz ordenó nuevamente:

-Despierta, Dulce.

Abrió los ojos lentamente, en la oscuridad de la habitación. Todavía no había amanecido, pero la chimenea de la habitación estaba encendida. El fuego iluminó cada contorno de los músculos de Christopher. El abdomen y los brazos ...
La estaba mirando, sentada en el suelo junto al sofá, con la piel dorada a la luz del fuego.

-Tengo que irme. -Dijo, con voz dura.

Somnolienta y floja, Dulce lo miró a través de sus pestañas.

- ¿Si? ¿Por qué te vas a esta hora?- Preguntó suavemente. Temía a su respuesta, sin embargo, no quería que se fuera.

-Tengo que irme. -Repitió levantándose. Ya llevaba puesto los pantalones, todo lo que hizo fue levantar su camisa para ponérsela.

La mente de Dulce estaba nublada por el sueño. No sabía si estaba realmente despierta.

-¿Regresarás?- Preguntó con voz débil.

Christopher dudó, ya completamente vestido. Un segundo después, se agachó y le apartó un mechón de pelo de la cara. Sus dedos estaban rígidos, el toque ligeramente tierno no era como el de él.

-Vuelvo. Siempre vuelvo- dijo sonriendo.

Dulce cerró los ojos suavemente y lo sintió levantarse y alejarse.

-No sé si esto es bueno o malo. - Susurró la pelirroja, y volvió a dormirse

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