Hacía frío dentro del agujero, además todo estaba húmedo y pegajoso.
Bajaron por un pequeño y pringoso tunel, en el que en menos de tres segundos estaban ya en el suelo.
Era un terreno resbaladizo, tanto que hizo que Ginna se cayera encima de Alvin al llegar al suelo. La lanza la soltó de sus brazos segundos antes de caer, lo que hizo que al bajar golperara a la chica en la cabeza.
Abby les ayudó a los dos a ponerse en pie y después pudieron ver donde estaban metidos.
Así que ese era el lugar de donde salían los laceradores, aquel sitio era lo suficientemente espacioso como para que cupieran doce laceradores con sus pinchos extendidos.
En una esquina se encontraba otro tunel oscuro, pero en este se podía ver la boca, era como una especie de tobogán.
La chica volvió a mirar a su alrededor y vio que estaban dentro de un cilindro donde el techo estaría a unos tres metros por encima de sus cabezas y en frente, en la pared más alejada estaba el ordenador y debajo de el había un teclado para que cualquiera pudiese utilizarlo. Ahí era donde tenían que teclear las palabras para hacer que se desactivaran los laceradores.
Alvin fue a encender el monitor mientras las otras dos chicas comprobaban que se acordaban perfectamente de las palabras del código.
- ¡Ya está encendido! - Gritó Alvin.
Pero ese no fue el único grito que se escuchó en la habitación. De repente por el mismo túnel por el que bajaron los chicos, un rugido viajó hasta sus oídos, y antes de que se pudieran dar cuenta un lacerados asomaba la cabeza por el agujero.
Había encogido las patas y todos sus pinchos para caber por el agujero, parecía una ilusión óptica muy difícil, porque detrás de su cabeza no se veía nada, el tunel escondía el resto de su cuerpo.
Antes de que el lacerador pudiese hacer ningún movimiento, Ginna le asestó un tremento golpe en su cabeza mientras Abby con una espada más grande que ella (que no sabía en que momento la había cogido) la atravesaba en el cuello del lacerador.
Aquello era totalmente inutil, seguía rugiendo como si nada.
- ¡Alvin vas a tener que escribir tú el código! - Le gritó Ginna mientras clavaba la punta de su lanza en la cabeza del bicho.
- ¿Qué? ¡Ni siquiera sé cual es!
El plan era que fuera Ginna quien tecleara el código, pero si abandonaba su puesto y se acercaba al ordenador, ese lacerador podría escapar y atarcarlos. Por ahora estaba inmovilizado. Abby se encontraba en la misma conjetura, si apartaba sus manos de la espada ese bicho se desharía facilmente del arma de su cuello y de Ginna en menos de dos movimientos.
Ahora dependía de Alvin.
- ¡Escribe lo que te diga! Son solo seis palabras. - Ginna recordaba a la perfección las palabras y no necesitaba la chuleta que tenía en el bolsillo. - ¡La primera palabra es EMERGE, después ATRAPA!
Una delgada barra metálica salió dela carne pringosa de aquel monstruo y sedesplegó hasta convertirse en una larga bara con tres cuchillas giratoriasque iban directas a la cara de Ginna.
- ¿Cómo vais por ahí?
Ginna no era capaz de responder a nada que le dijera James, estaba demasiado ocupada tratando de que el lacerador no le arrancara la cara.
La chica soltó un grito cuando el lacerador sacó una de sus patas, era realmente complicado retenerlo para que no saliera del agujero.
- ¡¿Qué más?!
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Correr o morir, Grupo C
Hayran Kurgu¿Qué pasaría si CRUEL en vez de haber hecho dos grupos para sus pruebas hubiera hecho tres? El Grupo C, es un grupo tanto de chicas como de chicos pero todo cambia cuando llega Ginna y empiece a recordar todo sobre CRUEL y los que trabajaban con ell...