Siete.

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Mateo

- Ni en pedo hago eso, Mauro.- Me negué, haciendo que Manuel y Flor rodasen los ojos a la vez.

- Vos sos el que querés cogerte a la piba, así que haz un esfuerzo, boludo.- Insistió y yo negué reiteradas veces con la cabeza. No pensaba avergonzarme frente a toda la clase por esa boludez.

- Teo, nos dijo que si lo haces te garcha.- Añadió Manu haciendo que Florencia le mirase extrañada.

- ¿En serio?- Cuestioné emocionado.

- No, pero puede que lo haga así que disculpate, gil.- Contestó él y yo le pegué un golpe en el hombro.

- No voy a humillarme por una forra como Siena. Además no está tan buena.- Mentí.

- Mateo, sos un inmaduro, me tenés harta.- Nos interrumpió Flor. Nunca le había visto con esa mirada, realmente parecía enfadada y nunca antes se había enojado en serio conmigo.- Esa piba acaba de llegar a la escuela, no conoce a nadie acá y seguro que lo está pasando re mal por la mudanza. ¿Y que hacés vos? Dejarla en ridículo delante de todos sus nuevos compañeros.- Me retó señalándome con un dedo y con el ceño fruncido. Yo suspiré y me pasé una mano por la cara, no podía creer que Flor se fuera a enfadar conmigo por una piba a la que ni siquiera conocía de nada.- ¿Y todo eso por qué? ¿Porque sos un pajero? Sos un gil.

En cuanto terminó de hablar se dió la vuelta para comenzar a caminar hacia su asiento mientras Manuel y Mauro la miraban con la boca abierta. Yo resoplé y caminé tras ella para agarrarle el brazo.

- Flor, dale, no te vayas así...

- Soltame y no jodas, Mateo, me re calentaste boludo.- Pidió y yo solté su brazo para dejarla caminar a sus sitio.

Volví con los pibes y los miré consecutivamente a los dos. Ahora si que no tenía opción, ya no tenía que disculparme para tener una chance con Siena, sino para que Flor volviese a dirigirme la palabra.

- Nunca la había visto así a Flor.- Comentó Mauro y yo le di la razón con un gesto de cabeza.

- Es tan linda cuando se enoja.- Suspiró Manu mordiéndose el labio inferior mientras miraba en dirección a la chica, que se había sentado en su silla y miraba su celular. El más alto le dio un golpe en la nuca y el más bajo se quejó.- Auch, pará, solo decía...

- No pienso disculparme frente a todos, pero si voy a ir a hablar con ella.- Hablé llamando la atención de los dos. Mauro sacó su celular cuando le llegó un mensaje y lo revisó mientras jugaba con la dilatación de su oreja, así que me quedé hablando solo con Manuel.- Pero que conste que solo lo hago por Flor.

- Si querés puedo ir con vos, aún tenemos como cinco minutos hasta que llegue el maestro.- Se ofreció Manu y yo negué con la cabeza.

- Quiero hacerlo bien.

El chico asintió y me sonrió antes de que yo me diese la vuelta para caminar hacia la mesa donde Siena escribía en su cuaderno.

Me aclaré la garganta cuando llegué a su lado, consiguiendo que notase mi presencia y se incorporase para mirarme y tragase saliva al verme.

- ¿Qué querés?- Preguntó cortante.

- ¿No puedo disculparme?- Contraataqué subiendo las mano, a la defensiva. Ella pareció aliviada y se relajó recostándose sobre la mesa para mirarme con más atención.

- ¿Y bien?- Me incitó cuando vio que me quedaba en silencio. Yo noté como toda la sangre de mi cuerpo se cumulaba en mis mejillas y me ponía rojo.

- Perdón. Disculpame, fui un boludo y un pajero, y debería haber pensado en como te ibas a sentir con lo que te decía en vez de dejarme llevar y pensar con la pija.- Hablé de seguido porque sabía que si paraba el orgullo no me dejaría seguir.

- Está bien, no me sentí muy bien con lo que me dijiste y me hiciste sentir incómoda.- Admitió.- Pero sabiendo que te arrepentis me siento un poco mejor.- Sonrió y le devolví el gesto.

- En serio, mi intención nunca fue tener problemas con vos, espero que sepas dejar ese incidente atrás y darme otra oportunidad y así igual aún te puedo ayudar a estudiar.- Repetí y ella asintió con la cabeza.

- Está bien, aún conservo tu número de teléfono, esta tarde puedo marcarte y así nos ponemos de acuerdo para eso.- Confirmó y yo sonreí de vuelta.

. Está bien, así le hacemos entonces.- Dije justo cuando todos se quedaban en silencio. Me giré hacia la puerta y vi al profesor entrando por fin al aula. 

Le sonreí a Siena una vez más y me dirigí a mi asiento. Pude ver a Flor mirándome fijamente desde su sitio y yo esbocé una media sonrisa.

- ¿Estoy lindo, Florencia?- Jodí haciendo reír a nuestros compañeros. Ella me respondió simplemente rodando los ojos y mostrándome el dedo del medio.






dea, igual mañana hago maratón (? 

luego lo corrijo bbs no me maten si hay algún error

Inocente; Trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora