Sueños

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<<No te dejes llevar por la oscuridad que habita los pasillos de la mente triste>>

"Khalil..." dice Emily saliendo de la meditación.

Era una mañana más fría de lo normal, la brisa tibia que corría por la ventana ahora se sentía como un soplo de hielo en la piel sensible de Emily.

La almohada aún estaba en el suelo y Emily se puso a mira como al alba pintaba de colores el día. Las sabanas de color azul que tanto le gustaban por la suavidad y sensación de acurruca miento no le permitían abandonar la cama. Las últimas noches sentía como los problemas que se acumulaban durante el día; en las noches esas ideas que poblaban sus pensamientos se proyectaban en pesadillas, la última fue:

Un incendio donde un siervo corría mientras mechones de color rojo brotan de su piel, se podía escuchar como los huesos y árboles se partían por el calor, el aire tenía un fuerte olor a muerte, carne quemada mientras huían del bosque las aves caían en picada hechas cenizas debido a las llamas que se levantaban en lo alto.

El aire no quería entrar en sus pulmones y se aferraba a cada bocanada que podía conseguir. Siempre veía al mismo chico llegar y transmitir esa sensación de seguridad que desde pequeños experimentan los niños cuando al despertar de una pesadilla corren velozmente a la cama de sus padres para así sentirse invencibles.

¿Quién era ese chico? ¿Y por qué desde que se fue Khalil sus sueños estaban siendo habitados por vaticinios de un futuro incierto y violento?

Algo en su interior crecía, se había descubierto a sí misma en ataque de ira irracional, pensando en actividades oscuras.

Incluso pensó en asistir a la fiesta del bosque, pero al final se quedó en su habitación dibujando y tratando de relajarse, algo que no logró.

La meditación la estaba ayudando eso quería pensar ella pues no solo escuchaba que la llamaban, sino que también se sentía observada.

Se levanto, y se miró al espejo antes de tomar un baño. El agua la relajaba a medida que pasaba por sus poros devolviendo la hidratación a su piel.

La cama de Tarah estaba vacía no había llegado a dormir <<debe estar con Maik >> pensó y se vistió para asistir a la reunión con la nueva presidenta.

Anunciaron que Khalil no continuaría con el curso por asuntos personales, eso se lo pueden creer todos, no ella.

No solo estaba en desacuerdo con las nuevas dirigentes, le molestaba la actitud de sus amigos para con los licántropos.

El ataque que la agrupación rebelde ejecutó había llenado de más prejuicios los estudiantes, que no solo estaban molestos porque los licántropos a

aprendieran magia, sino que se les estaba permitiendo participar de las actividades que antes eran exclusivas para los magos.

La puerta se abrió, y Tarah entro con ojeras y visiblemente cansada.

—Me alegra que te diviertas, ya era hora—dice Emily, mientras se intentaba hacer un peinado, ni para eso sentía ánimo.

—No sé a qué te refieres, solo nos quedamos estudiando toda la madrugada— respondió Tarah mientras se quitaba la ropa y se preparaba para bañarse y dormir.

—Estudiando, claro, tu anatomía o el tamaño del miembro de Maik.

Tarah se sonrojo y no agrego nada desapareciendo en la ducha.

—Vamos, debes darme detalles, y grosos. No seas aburrida, es normal que te entretengas, somo brujas, quien nos prohíbe divertirnos.

Emily dio un paso y un fuerte dolor de cabeza la atrapó, haciéndola caer al suelo.

Oscura Atracción (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora