PRÓLOGO

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A veces las cosas no salen como uno quiere, y es que, ¿quién esperaba en pleno siglo XXI una pandemia que tuviera a parte de la población mundial encerrada en sus casas para evitar contagiarse y, en el peor de los casos, morir?

Pues sinceramente, nadie. Pero es lo que el año 2020 ha traído y a lo que muchos intentan aguantar.

Francia es uno de esos países, y en el momento en que se dio la noticia, sus habitantes no daban crédito a las imposiciones del gobierno.

En uno de los apartamentos de la ciudad, un grupo de amigos escuchaba la sentencia del presidente mientras compartían una pizza enfrente del televisor.

- Debe ser una puñetera broma.- comentó una chica morena, acurrucada al pecho de su novio en el sofá-. ¿De verdad pretenden que no salgamos de casa durante dos semanas?

- Así se empieza, y luego... Bueno, fíjate en China.- intervino su pareja, acariciando la cabellera de la joven.

- Ni de coña me estoy dos semanas encerrado en casa.- masculló un muchacho de guedejas doradas, tomando un sorbo de cerveza-. ¿Qué quieren? ¿Que empiece a hablar conmigo mismo?

- Oh, pensaba que eso ya lo hacías.- añadió en un tono guasón una cuarta integrante en la sala.

El rubio fulminó con la mirada a la pretenciosa universitaria, enseñándole el dedo medio con una mueca de repelús.

- ¿Ya estáis otra vez?- inquirió la de ondas anaranjadas con tedio-. Marinette, deja de provocar a Adrien.

- ¿Provocarle? Más le gustaría.- se jactó la azabache, incorporándose de su asiento para tomar un refresco de la nevera-. Solo expreso mis pensamientos en voz alta.

- Pues podrías meterte esos pensamientos por el cul...

- Adrien...- regañó su camarada.

- Está fastidiándome.- se quejó el varón de orbes verdes.

- ¿Yo?- dijo la aludida haciéndose la afectada-. Pero si soy una criatura inocente e indefensa.

«Esta tiene de inocente lo que yo de cura...»

- ¡Vale, suficiente!- exclamó la morena, poniéndose de pie en una postura firme-. Siempre andáis peleando, incluso en un momento como éste, no sabéis mantener la boca cerrada.

Los dos afectados se miraron con reticencia.

- ¡Es ella!- culpó el blondo, señalando a la despreocupada ojizarca tomando tranquilamente su bebida.

- Y una leche, ¡eres tú!

- Sois los dos.- corrigió el de lentes-. Desde que Alya y yo empezamos a salir hace un año, que no hay forma humana de que conviváis en paz bajo el mismo techo.

- Nino...- Adrien se pasó los dedos por los mechones-. Tú eres mi mejor amigo, y... Tu chica me cae de perlas, pero su amiguita...- se interrumpió al fijar su mirada esmeralda en la de la fémina en cuestión.

- No te cortes, el sentimiento es mutuo.- murmuró con aborrecimiento la de gemas marinas-. Te quiero como a una espinilla en la barbilla.

- Agh, esto tiene que acabar...- instó Alya, sujetándose el puente de la nariz con nerviosismo.

- No pasa nada.- alentó su compañera, acercándose para abrazarla por el cuello-. Que yo y él nos llevemos mal no implica que tengamos un problema con vosotros dos, parejita.

La morena ojeó con molestia a su mejor amiga, apartándose para posicionarse al lado de su novio y verla a ella y al rubio de frente.

- Esto tiene que cambiar.- enunció la de lentes con contundencia, cruzándose de brazos-. Sobre todo ahora, que vamos a estar sin vernos durante dos semanas, o tal vez más...

- Y eso es un gran alivio.- se regocijó el de orbes verdes-. No por no veros a vosotros, sino por... Bueno... Al gremlin aquí presente.- se refirió a su detestable enemiga con una sonrisa bribona.

- ¿A quién llamas gremlin, pedazo de gilip...?

- ¡A callar, joder!- vociferó Alya en un tono que hizo reinar el silencio en toda la sala-. Muy bien, ahora me vais a escuchar.- fue paseándose de un lado a otro con facciones furibundas-. Dado que por una puta mierda de virus vamos a tener que estar encerrados en nuestras casas, aprovecharemos la situación para arreglar algunos... Platos rotos...- aquello carecía de sentido para todos los integrantes del salón, quiénes con atención escucharon hacia adónde quería ir a parar su perspicaz amiga-. Así pues, y como a experimento, vosotros dos vais a tener que compartir piso durante el confinamiento.

Ni un solo ruido. Sólo intercambio de miradas y silencio.

Tanto Adrien como Marinette se examinaron incrédulos, regresando poco a poco el foco de sus luceros hacia la morena con una expresión de lo más burlesca, que acabó estallando en una carcajada limpia por parte de ambos.

- Muy buena esa.- se jactó la de gemas azules-. Debe ser la broma más estúpida que haya oído en... La vida.

- Por una vez coincido con el gremlin, ¡es absurdo!

Pero el semblante inescrutable de Alya instauró la duda en ambos jóvenes, los cuales dejaron las risas a un lado para centrarse con facciones más perplejas y confusas.

- No estás de coña.- dedujo su amiga, no produciendo la más mínima reacción en su contraria-. ¡Por dios, no! Eso es... ¡Puaj!

- Os irá bien.- comentó la aspirante a reportera-. Y, con un poco de suerte, cuando todo regrese a la normalidad, vosotros ya no os odieis tanto.

- O uno habrá matado al otro.- se mofó el blondo, rascándose la nuca-. Ni muerto comparto apartamento con esta muerma.- soltó un bufido-. Nino, dile a tu novia que se deje de historias y que lo que sugiere es una completa idiotez.

Lahiffe se arrimó sutilmente a su chica, sujetando su hombro.

- Pues he de decir que, en este caso, no me parece mala idea.- Adrien quedó boquiabierto-. Quizás así conseguís limar asperezas y...

- ¡Ni hablar!- farfulló su camarada, yendo hacia el pasillo-. Esto es... ¡Maltrato psicológico!

- Adrien...- insistió su amigo.

- Ya podéis decir lo que queráis, ¡pero ni muerto pienso compartir apartamento con esta chiflada!

Se escuchó un portazo al cabo de unos segundos, dejando un ambiente enrarecido en la sala de estar entre los otros tres integrantes del piso.

Después de aquello, Alya buscó algo de esperanza en los ojos de su mejor amiga.

- ¿Tú qué dices, Marinette?

La susodicha se mantuvo imperturbable, con los brazos en cruz al ir de nuevo hacia la cocina en lo que parecía una negativa a tan descabellada propuesta.

- No sé por qué pero me lo imaginaba...

- Tocará convencerlos.- musitó Nino cerca del oído de su novia-. ¿Los emborrachamos y dejamos que el alcohol haga su magia?

- Mm... Mejor usemos antes la cabeza.- suspiró-. Pero estos dos acaban conviviendo juntos como me llamo Alya Césaire.

...........

Continuará :v

Y... Empezamos con mal pie?😅

Faltará ver cómo se va desarrollando la historia, pero... De momento Adrien y Mari están a punto de matarse 🤔

Ahora sí no actualizo hasta el sábado, que sino mal😆😆

En fin, espero que os haya gustado este comienzo y aguardo por vuestros comentarios 😊

Un besooo😘

🔞.Aᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ.      •ᙓᥒᥴᥱɾɾᥲᑯᥲ ᥴoᥒ ຕɩ ᥱᥒᥱຕɩɠo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora