Al amanecer, Marinette dormía abrazada al cuerpo de su compañero con una expresión serena en su rostro. Él estaba igual apacible, deleitado por el dulce aroma que se filtraba por su nariz y que tanto le agradaba.
Poco a poco, Adrien comenzó a reaccionar al notar una ligera presión en su torso que lo envolvía de una cálida sensación. Abriendo los párpados con la mente embarrullada, sobre todo, cuando al bajar su somnolienta mirada se encontró con la azabache descansando entre sus brazos.
Estaba confundido. ¿Qué había ocurrido? ¿Qué pasó anoche para que entonces estuviera en la cama con Marinette?
Entretanto le daba vueltas al asunto, ella liberó un discreto suspiro, removiéndose a la vez que se estrechaba más a la anatomía del varón y con ello producía que una sonrisa se formara en sus labios al contemplarla.
No quería hacer nada que importunara su sueño, pero sentía la tentación de deslizar una caricia por las ondas de su cabello. Fijándose en la manera en que sus jugosos labios se entreabrían para exhalar y lo disuadían de catar uno de sus besos.
«Se ve tan tierna...»
Inconscientemente fue reduciendo la distancia que los delimitaba, no llegando a culminar con su propósito que la joven abrió los ojos y lo descubrió antes de que sus bocas pudieran tocarse.
Al no saber qué esperar de aquello, él se quedó inmóvil con la tensión en el cuerpo. Tragando grueso al pensar que tal vez ella fuera a regañarlo, o en el peor de los casos, golpearle los huevos. No obstante, cuando vislumbró la sonrisa que se formaba en sus carmesíes, la incertidumbre lo embargó.
- Buenos días...- murmuró en un tono remolón, desperezándose sin apartarse un solo milímetro de su compañero-. ¿Ya te encuentras mejor?
- ¿Me-jor?- articuló irresoluto.
- Sí, por lo de anoche.- se peinó unos mechones de su cabello hacia atrás-. Ayer estabas muy bebido, y... Bueno... No sé, pensaba que quizás aún te duraba algo la resaca...
- Oh, eso.- suspiró, luego sonriendo-. No, yo... Creo que estoy bien.- se separó un poco, incorporándose levemente hasta quedar sentado en el colchón-. Aunque, sinceramente, no recuerdo mucho de lo que pasó...- se frotó la nuca, mirando receloso a la azabache-. Yo... ¿Hice o dije algo malo?
Marinette pestañeó un deje apesadumbrada, posicionándose a la misma altura que el varón mientras intentaba reflejar tranquilidad.
- Supongo que no.- sonrió levemente-. Sólo viniste a hablar, luego te fuiste a vomitar y el resto... Bueno...- se encogió de hombros-. Ya lo sabes.
- ¿Ya lo... Sé...?- articuló con suspicacia, echando un vistazo a la muchacha-. Significa eso que... ¿Tú y yo...? ¿Hemos follado?
- ¿Qu-qué?- gritó de sopetón-. ¡No, claro que no!- exclamó sonrojada-. Estabas ebrio, ¡lo único que hicimos fue dormir! ¡Dormir y nada más!
- Ah... Perdón.- bajó la mirada-. Igual sigo sin comprenderlo...- se mordió el labio inferior, apretando los puños-. Después de la discusión que tuvimos...- hizo una pausa, frunciendo el ceño-. Pensaba que estabas enfadada conmigo, yo... No entiendo cómo es que puedes estar hablándome sin siquiera mandarme a la mierda.
La azabache lo estudió con atención, intentando encauzar la situación de forma sutil, al arrimarse y acariciar con cautela las guedejas de su compañero.
- Es cierto que estaba enfadada...- murmuró con voz suave, captando los focos del rubio-. Pero después, al entender lo que me ocurría... Se me pasó...
- ¿A qué te refieres?
Ella discernió la duda en las gemas del zagal, invitándola a aclarar aquello que él no acaba de adivinar.
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🔞.Aᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ. •ᙓᥒᥴᥱɾɾᥲᑯᥲ ᥴoᥒ ຕɩ ᥱᥒᥱຕɩɠo•
FanficEn pleno siglo XXI un virus se expande por todo el mundo, provocando que la gente tenga que quedarse en sus casas para protegerse. ¿Quién diría que algo así podría llegar a ocurrir? En el mejor de los casos, uno se encierra con su pareja y/o familia...