Mientras Marinette se pasaba parte del día aislada del mundo en su habitación, su compañero decidió conseguir algo de ventaja después de cambiarse de atuendo y poner a lavar las prendas de aquella chica testaruda.
Dado que ella no iba a cooperar, optaría por buscar por su propia cuenta, utilizando la baza que más efectiva podía resultar. Vigilando que su anfitriona no anduviera cerca, el muchacho tomó su móvil y se encerró en la cocina, marcando el número de su mejor amigo y aguardando porque él le respondiera.
- ¿Adrien?- preguntó la voz de su camarada con extrañeza-. ¿Qué pasa, tío? ¿Ya perdiste la cabeza?
- Siempre es un gusto hablar contigo, amigo.- aborreció con pesadez-. Y para que lo sepas, sólo llamaba para preguntar qué tal estáis tú y tu novia...
- ¿De veras? Oh, pues bastante bien.- murmuró con una leve risita-. Tantas horas encerrados han duplicado nuestra vida sexual.
- Genial, este... Me alegro por ti.- bufó, revoleando los ojos-. Oye, tú... ¿Está Alya contigo? Es decir... ¿Nos está escuchando mientras hablamos?
- Mm... No.- contestó en un tono dubitativo-. Ha salido a por más condones a la farmacia, así que... No está aquí.- comentó tranquilo-. ¿Por qué? ¿Querías preguntarle algo?
- ¿Qué? No, no. Todo lo contrario.- se pasó los dedos por los mechones-. En realidad... Quería hablar contigo sin que ella lo supiera.
Hubo unos instantes de silencio antes de reanudar la conversación.
- ¿Ha ocurrido algo?
- No, no mucho.- respondió sin querer darle importancia-. Sólo es que me gustaría consultarte algo sobre su... Amiguita...
- ¿Sobre Marinette?- se sorprendió el moreno-. No sé yo en qué pueda ayudarte; sólo puedo darte ánimos y aconsejarte que no la mates por más difícil que te resulte.
- No se trata de eso, Nino.- suspiró-. Es sobre la llamada del otro día; sé que ella estuvo hablando con Alya y quisiera saber qué fue exactamente lo que estuvieron conversando.
- ¿Para qué?
- Tú solo dímelo.- inspiró profundo-. ¿Sabes de qué hablaron?
- Amm... La verdad es que no.- lamentó pesaroso-. Yo estaba en la ducha cuando hicieron la llamada, así que... Poco puedo decirte.- hizo una breve pausa-. Pero si quieres, cuando regrese Alya se lo pregunto y...
- ¡No!- exclamó en el acto, mirando en todas direcciones para cerciorarse de que su compañera no lo pillaba in fraganti-. No es necesario, yo... Era curiosidad.
- Como tú veas, sino no me cuesta nada...- el rubio se quedó pensando para sus adentros-. Por cierto, ayer me encontré con Chloe regresando de comprar, y...
- Tengo que colgar.- lo interrumpió al oír unos pasos provenientes del pasillo-. Cuídate y sigue protegiendo la salchicha.
- ¿Qué? Esper...
Colgó sin querer seguir con la conversación, no tardando ni dos segundos que Marinette abrió la puerta y se encontró directamente con el semblante apurado de su compañero.
Ella se cruzó de brazos y lo analizó en una pose defensiva.
- ¿Qué hacías aquí encerrado?- inquirió con las cejas enarcadas.
- Eh... Nada, sólo estaba... Contestando unos mensajes.- se frotó la nuca, tratando mostrarse natural-. ¿Y tú? ¿Querías algo?
La joven lo analizó desconfiada, pasando por su lado y sacando un yogur del frigorífico.
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🔞.Aᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ. •ᙓᥒᥴᥱɾɾᥲᑯᥲ ᥴoᥒ ຕɩ ᥱᥒᥱຕɩɠo•
FanficEn pleno siglo XXI un virus se expande por todo el mundo, provocando que la gente tenga que quedarse en sus casas para protegerse. ¿Quién diría que algo así podría llegar a ocurrir? En el mejor de los casos, uno se encierra con su pareja y/o familia...