Vecinos Inefables

Epílogo

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Estaban frente al bar de siempre, todo era mas oscuro de lo que recordaba; Hastur retenía a Gabriel después de que este empujara fuertemente a Crowley hacia el asfalto. Corrió para ayudarlo a levantarse, pero antes de que pudiera, Gabriel se soltó del agarre de Hastur y apuñalo justo en el corazón a su amado.

-¡CROWLEEYY!-

Despertó de sobre salto, tomando grandes bocanadas de aire y sudando a mares. Que todo estuviera oscuro a su alrededor no ayudo mucho. Un cuerpo a su lado de removió de sueño, haciendo que poco a poco volviera a la realidad.

"Oh Crowley, estas bien." Pensó al ver a su querido pelirrojo dormir plácidamente, tenía el torso al descubierto lleno de marcas y su cabello despeinado pegado a la cara, lo que lo hizo sonrojarse al recordar todo lo que habían hecho antes de ir a dormir.

Con cuidado, retiro las mechas pelirrojas de su cara, contemplando su apacible rostro y tapo su pecho para que no pasara frío. Se deleito viendo su rostro tan sereno, ajeno a la pesadilla que lo perturbada desde hacía una noches. Grabo en su mente aquella serena facción para recordarse que todo estaba bien, ellos estaban bien, seguro era el estrés por la planeación de la boda y quedaba menos de un mes para que llegara la tan esperada fecha.

Pero aun se preguntaba ¿Porque soñaba con esa fatídica noche? Había superado lo de Gabriel, a tal punto que cuando los oficiales tomaron su declaración, no quiso saber mas del asunto, pero había algo que le carcomía, una duda de que había sido de el y no sabía porque.

Se levanto de la cama para ir por un vaso de leche tibia, esperaba no ser acosado por pesadillas lo que quedaba de la noche, eran las 2:30 am y esperaba no desvelarse, pues mañana además del trabajo, debía ir a la cata de pasteles y platillos que servirían el día del evento. Cubrió su desnudez con una bata afelpada color crema y bajo a la cocina.

Le daba gracia su nueva re decoración, Crowley había decidido mudarse, alegando que el trabajo mucho para conseguir esa casa y ahora era una rara combinación ecléctica entre lo rustico y lo moderno, luz y oscuridad, era extraño, pero no se miraba mal, solo tardaría en acostumbrarse.

-¿Problemas para dormir?- Escucho tras el mientras bebía su leche.

Crowley había bajado al notar la ausencia de su prometido en la cama, usaba una ligera bata de seda negra.

-Un poco, supongo que son los nervios de que cada vez falta menos.- Verdad a medias. Crowley le sonrió.

-No tienes porque estar nervioso, amor. Haremos una ceremonia, firmaremos un papel y luego nos embriagaremos con nuestros amigos el resto de la noche, de ahí en adelante seguiremos tal y como ahora.- Dijo mientras lo abrazaba por la espalda y le daba besos en el cuello.

-Lo se, pero es solo, bueno, supongo que las chicas lo llamarían "nervios de novia".-

-¿Entonces confirmas que eres la novia en la relación?- Bromeó Crowley, ganándose un codazo por parte de su pareja.

-Ja ja, muy gracioso.-

-Sabes, al menos puedo ayudarte a dormir tranquilo.- Acto seguido le susurro de manera sensual en su oído.- Dicen que no hay nada mejor para el insomnio que un orgasmo ¿Te gustaría intentarlo?- Por supuesto, Aziraphale no pudo decir que no.