Feathers

Capítulo 11

Es noche cerrada, tengo a Daryl pegado a mi espalda. Duerme con la boca abierta, y el aire que suelta por esta al respirar me hace cosquillas en la nuca. Estoy profundamente dormida, cuando un ruido me desvela. Es un llanto, Gracie llora.

-Mmm...-gruño, revolviéndome en la cama.

Como puedo, salgo de ella y voy hacia la bebé en mitad de la oscuridad.

-Hey, hey, ¿qué pasa peque?

Ella sigue llorando, la cojo y huelo su pañal. No parece que haya que cambiarlo. La zarandeo un poco y le hago cosquillitas en la barriga, pero eso tampoco la calma. Pruebo entonces a darle el biberón que he preparado antes de ir a dormir por si algo así ocurría. La niña lo agarra con fuerza y se lo lleva  a la boca en un instante. En efecto, tiene hambre. Mientras Gracie engulle, yo me siento en una silla de la habitación para apoyarme y que ella esté más cómoda. Enciendo una pequeña lamparita que hay en una mesilla y miro su carita. Su rostro tranquilo transmite mucha paz, me da una envidia terrible.

Mientras analizo su dulzura, un grito me sobresalta, viene de fuera de la habitación, de los pasillos y la entrada principal, donde duermen muchos de los habitantes de Hilltop. Con cuidado, dejo a Gracie en su cuna, Ben y Daryl no se han inmutado ante el ruido. Más gritos se escuchan de pronto y corro a abrir la puerta para ver qué ocurre. Mala idea. En cuanto lo hago, un caminante se abalanza contra mí y me tira al suelo.

-¡Daryl!-grito con todas mis fuerzas.

Esta vez sí que logro que él y el niño se despierten, y en cuanto es consciente de lo que ocurre, coge su cuchillo y agarra al caminante para separarlo de mí y clavárselo en la cabeza. Se asoma a la puerta y me mira.

-Coge a la cría, están por todas partes. Tenemos que sacarle a ella y a Ben.

Sintiéndolo en el alma, quito el biberón a Gracie para poder cogerle con un solo brazo y tener el otro disponible para usar el machete. Paso un cuchillo al niño, que me mira algo incrédulo mientras se restriega los ojos para despejarse.

-Escúchame, Ben, voy a ir a tu lado todo el rato, pero si ves que alguno va a por ti y no me da tiempo a reaccionar, ya sabes lo que hay que hacer.

Él asiente y se pega a mí, asustado. Vamos hacia Daryl.

-Yo iré delante, si hay problemas avisadme.

-Vale, vamos allá.

Gracie ha empezado a lloriquear, yo intento moverla un poquito para que se calme, aunque sé que eso no va a pasar. Los cuatro salimos al pasillo, donde para mi horror veo decenas de cuerpos de hombres y mujeres de la comunidad llenos de mordiscos.

-Ben, no los mires.-digo al niño, que me agarra el brazo con fuerza al darse cuenta.

Consigo que se suelte y avanzamos junto a Daryl hasta las escaleras.Una vez llegamos abajo empiezan los problemas, el suelo está repleto de personas, no sabemos cuándo van a transformarse, y la salida queda un poco lejos. Para nuestra suerte, Michonne, Rick, Jesus y muchos otros están ayudando a matar a los caminantes que nos rodean. Con ayuda de Ben y Daryl, conseguimos caminar por el edificio cargándonos a muchos monstruos. Corro hacia la puerta y entrego a Gracie a una de las mujeres de Hilltop.

-Quédate con ella y con el chico, termino aquí y vuelvo a por ellos.

-¿Qué chico?-pregunta ella.

Giro la cabeza, Ben no está. De pronto, le escucho gritar en mitad de los caminantes.

-¡No!

Vuelvo a correr hacia él, con Daryl pisándome los talones. Dos caminantes avanzan hacia el niño, que no tiene el cuchillo en las manos. Llego hasta el primero y le incrusto el machete en la cabeza tan rápido como puedo,  pero al intentar sacarlo se queda encajado, y yo no puedo perder más tiempo intentando sacarlo.