Cinco meses más tarde.
Buenos días, April.
Caray, querida, estás preciosa.
¿Cómo te encuentras hoy?
La barriguita te sienta genial.
¿Cómo está el bebé?
Camino mientras todo el mundo me dedica una sonrisa y un comentario alegre que agradezco. Yo devuelvo el gesto a todos. Hoy es un buen día. Todos lo son desde hace unos meses. El Santuario es ahora mi nuevo hogar, ayudo a los antiguos Salvadores y a todo el que se ha trasladado con nosotros a levantar este sitio y darle un lavado de cara. Hemos construido huertos, tenemos un sistema de vigilancia muy eficaz y el interior de las instalaciones ya no hace parecer a este lugar un simple refugio, sino un hogar.
Yo también he cambiado, por fuera y por dentro. Es innegable que el bebé que habita en mi útero me hace resplandacer desde hace unas semanas. Este cambio de aires también ha ayudado, he conseguido hacer este lugar mío, lo que supone una victoria personal tremenda. He conseguido salvarlos.
La paz me hace estar en paz. Mi mente, pese a recordar de vez en cuando el hecho de que la persona a la que más odio sigue viva, está más tranquila que nunca. Soy feliz, y lo dejo ver. A ellos, a Daryl y a mí. Él está dirigiendo muchas cosas aquí, es algo así como el líder del lugar. Ambos lo somos. A pesar de ello, tenemos mucho tiempo para estar a solas, el cual aprovechamos dándonos todos los mimos y el amor que no hemos podido darnos en meses anteriores. Nos acurrucamos, nos besamos y hacemos el amor en cada ocasión que tenemos, y quieras que no, eso pone de buen humor a cualquiera.
Hoy es un buen día. Llego a la salida del Santuario y localizo a Daryl, que me espera junto a su moto.
-Buenos días, muñeca.-dice antes de besarme y acariciar mi ahora crecida panza.
-Buenos días. ¿Cómo va todo?
-Todo el mundo sigue trabajando, en un mes creo que habremos terminado lo peor. Después solo tendremos que seguir sobreviviendo.
-Buen trabajo, estoy muy orgullosa de lo que han hecho con esto.
-Hemos. De lo que hemos hecho.
Sonrío cuando me corrige.
-¿Cuál es el plan de hoy?
-Nos reuniremos con el resto en media hora. Cada uno ha hecho una lista con las cosas que necesitamos. La cogemos y nos volvemos.
-Me hace mucha ilusión verlos a todos de nuevo. Casi no he dormido de la emoción.
En efecto, vamos a encontrarnos de nuevo con nuestros amigos. Antes de irnos al Santuario, Siddiq realizó mi tan esperada primera ecografía, en la que solo vimos una pequeña manchita. También escuchamos los latidos de su corazón, y eso aceleró los míos. Jamás he escuchado algo tan precioso. Entre toda esta muerte, el sonido de la vida me resulta mágico. Desde que nos fuimos del Santuario no hemos vuelto a ver a nadie. Ni a Magge, ni a Carol, ni a Aaron, ni a Michonne... Ni a Rick. Intento no guardarle rencor, y poco a poco voy olvidando lo que sentí la última vez que le vi. Ni siquiera me despedí de él, aunque intentó hablar conmigo. Aquello simplemente me superaba. Pero hoy voy a verle, y no puedo negar mis ganas.
-Preciosa, ¿subes a mi moto?-pregunta Daryl, pícaro.
-Por supuesto.
Nos marchamos del lugar despidiéndonos de las dos personas que vigilan en la entrada. Me sujeto a la cintura de Dixon y observo todo a mi alrededor. Hace unos meses, me aterraba la idea de que algún Salvador apareciera y nos hiciera daño, pero ahora duermen a mi lado. Es de locos, pero está ocurriendo, y funciona. Y mientras siga así, no pondré problemas.
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Feathers
Fanfiction2ª temporada de Until Death Do Us Apart. April lleva más de dos años en Alexandria, ya sabe dónde está su familia: muerta. Igual que ella, o al menos eso parece desde que Nathan y Grace se marcharon. Sus ojos han perdido el brillo que enamoró a Dary...