Si alguna vez te preguntas cuál ha sido el parto más triste de la historia, estoy completamente segura de que te hablarán del mío.
No, no nos ha pasado nada ni a mi bebé ni a mí, estamos perfectamente, pero el ambiente que nos envolvió cuando nos conocimos no fue del todo acogedor.
Solo había pasado una semana desde que vimos morir a Rick en el puente y desde que me rendí en mi incansable necesidad de ver a Negan muerto. Mi única intención era relajarme y pasar el último tramo del embarazo tan tranquila como pudiese, pero el mundo no me lo iba a poner así de fácil.
Todo era preocupación y miedo, el proyecto del nuevo mundo de Grimes se había ido al garete desde que desapareció. La gente estaba triste y se sentía insegura, y el rencor hacia los Salvadores se hizo más fuerte que nunca.
Yo estaba en Hilltop, mi situación personal no había sido mucho mejor esa semana. Daryl dejó de hablarme, bueno, a mí y a todo el mundo. Lo de Rick había podido con él. Salía todas las mañanas para ir a buscarle, con la esperanza de encontrar... Algo, supongo.
Una de esas mañanas en las que todo se iba al carajo, algo me despertó de pronto. Más bien alguien. El bebé quería conocer el exterior al fin.
-¡Joder!-Chillé al sentir la primera contracción.
Me estiré en la cama, deseando que Daryl estuviera a mi lado. Por supuesto, eso no ocurrió. Como pude, me levanté, pero en unos segundos volví a caer en el colchón.
-¡Ah! ¡Mierda!-Comencé a lloriquear.-Me cago en la puta... ¡Daryl! ¿¡Dónde coño estás!?
Mis alaridos consiguieron alertar a varias personas. Jesus y Maggie acudieron en mi ayuda, me llevaron en una camilla improvisada hasta la enfermería, donde Siddiq preparaba todo el instrumental que iba a necesitar para lo que se venía.
-April, tienes que respirar conmigo, llegó el gran día.-Me dijo él, con calma.
-¡Y una mierda! ¿Dónde está Daryl?
-Han salido a buscarle, estará aquí de un momento a otro.-Contestó Maggie.
-¡Mentira!-Lloré, adolorida.-¡No va a venir!
Enid apareció entonces en el lugar.
-Dios mío, ¡Dios mío!
Yo solo pude echar la cabeza hacia atrás mientras sentía como las gotas de sudor caían por todo mi cuerpo. Mis amigos me rodeaban y yo solo podía pensar en el capullo que no estaba aquí. Siddiq se encargó de asegurarme que estaba lista para comenzar a empujar y dar la bienvenida a la novedad de Hilltop. Y así lo hice, una y otra vez.
Y cada vez que empujaba, miraba a una persona distinta.
Primero a Enid, porque era la que siempre había estado ahí.
Luego a Maggie, porque me había aceptado no solo en Hilltop, sino en su vida, y me había ayudado a crecer como persona.
Después a Jesus, por haber sido bueno desde el principio conmigo y por haber confiado a las personas a las que más quiero el cuidado y crianza de la persona a la que más quiere él.
Por último, miré a Siddiq. Mi último gran amigo, el que me había ayudado a ser yo cuando regresé a Alexandria. El que me recompuso y me reconfortó cuando las cosas no iban bien con Daryl y con el resto. Por estar ayudándome a dar a luz a quien iba a convertirse en mi vida entera.
Pasé mirándoles uno a uno 45 minutos, los 45 minutos más intensos de mi vida, que dieron paso al momento más agridulce de la misma.
Todo empezó con un llanto, el llanto más bello que jamás haya podido escuchar. Abrí los ojos después de haber hecho un último esfuerzo.
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Feathers
Fanfiction2ª temporada de Until Death Do Us Apart. April lleva más de dos años en Alexandria, ya sabe dónde está su familia: muerta. Igual que ella, o al menos eso parece desde que Nathan y Grace se marcharon. Sus ojos han perdido el brillo que enamoró a Dary...