Capítulo 21

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Esperar siempre me ha resultado de lo más irritante.

Esperar a que mis amigos llegaran a clase en el instituto.

Esperar por las notas de un examen.

Esperar a que empezara la película en el cine.

O esperar en la cola de una atracción.

La espera siempre ha sido horrible.

Ahora no hay instituto, ni cine, ni ferias, pero tengo que esperar muchas otras cosas.

Espero a que mi bebé nazca.

Espero llegar al campamento y ver qué coño pasa.

Espero que Daryl esté bien.

El coche que nos lleva a Maggie, Michonne y a mí está en completo silencio. Rhee me acompaña en la parte de atrás, acariciando mi rodilla. Se ha enterado de que Dixon ha salido de Hilltop para llegar hasta allí, e intenta compadecerse de mí. Está claro que hoy no es mi día.

Yo me apoyo en la ventanilla, saturada. No me creo que de verdad haya podido pasar algo grave en el campamento, y solo quiero llegar.

Tampoco me creo que no haya acabado con Negan, me dan escalofríos tan solo de pensar en lo cerca que he estado de terminar con él.

Pero eso se acabó, ¿no muere? Bien. Que se quede Alexandria toda para él. Que le jodan. Que se pudra.

El coche frena y las tres mujeres bajamos corriendo del vehículo, el campamento queda a unos metros, pero a medida que avanzamos hacia él, nos damos cuenta de que no vamos a poder llegar hasta el final. Una enorme horda de caminantes está cruzando por el mismo, en dirección al puente que han estado construyendo estos últimos días.

-No puede ser...-Michonne se alerta.

-Van hacia el puente, ¿no podemos llegar cerca de él aunque no estemos encima?-Cuestiono, igual de nerviosa que ella.

De pronto, más coches aparecen a nuestro lado. De ellos bajan el resto de nuestros amigos: Carol, Rosita, Eugene... Todos. Pero Daryl no está, y Rick tampoco.

-Creo que sé un camino.-Dice entonces Maggie.

Le seguimos entre los árboles sin ser descubiertos por los muertos, es todo un desafío, y me canso de andar deprisa mucho antes de lo que pensaba. Rosita llega a mi lado y me coge de un brazo para ayudarme a avanzar, yo se lo agradezco.

Muchas emociones están mezcladas en el ambiente. Hay miedo, tensión, pero también esperanza. Estamos juntos en esto, vamos a encontrarlos.

Limpio el sudor de mi frente, y cuando vuelvo a enfocar mi mirada hacia el frente, me encuentro con el puente de fondo.

Y un poco más cerca está él, de espaldas.

-¡Daryl!

Como puedo, corro hacia él. Comienzo a jadear enseguida, y él no se da la vuelta, así que acelero para llegar yo hasta él. Justo cuando estoy a su espalda, carga la ballesta y dispara una flecha. Entonces lo veo.

El puente está siendo cruzado por decenas y decenas de caminantes, y al final de este, a unos metros de nosotros, está Rick. Herido. Gravemente herido.

Todo el costado le sangra, y apenas puede caminar. La flecha de Daryl ha ido a parar a la cabeza de uno de los caminantes que ha estado a punto de atrapar a su amigo. Después, otra le sigue.

Nuestros amigos llegan hasta nosotros.

-¿¡Pero qué hace!?-Chilla Maggie.

-¡Está herido!-Responde Michonne.

-El rebaño va a Hilltop, quiere que se hunda el puente.-Nos explica Daryl.

-No...

Michonne coge su katana y sale corriendo para ayudar a su amado.

-Podemos desviarlo, ¡pelearemos!-Dice Maggie, que va tras la mujer.

El resto les sigue, yo me quedo con Daryl.

-Te ayudaré.

Él asiente, cojo su pistola y continúo disparando a aquellos caminantes que se acercan más de la cuenta a nuestro amigo.

Sin embargo, Rick nos hace señas para que paremos.

A pesar de ello, nosotros continuamos, igual que los demás, que pegan tiros a los caminantes del puente para intentar distraerlos y frenarlos, lo que no está dando resultado.

Disparo una, y otra y otra vez, pero al final las balas se acaban.

-No tengo munición.

-No me queda más.-Responde Dixon.

Él sigue disparando flechas, pero estas también se empiezan a agotar. Observo a Rick con pánico.

Grimes comienza a extender el brazo justo cuando Daryl dispara su última flecha. En la mano, sujeta su pistola.

-¿Qué hace?-Pregunto, casi susurrando.

Lo siguiente ocurre demasiado deprisa, pero lo veo a cámara tan lenta como el momento en el que vi a mis padres por última vez.

Dirijo mi vista a lo que quiera que Rick esté mirando en el puente, y me doy cuenta de que hay dinamita en el mismo. Mis ojos se abren de golpe.

Maldita sea.

¡No!

Michonne grita, tan alto como jamás he escuchado gritar a nadie.

-¡Rick!

Entonces ocurre. Rick dispara.

Y la dinamita explota, destruyendo todo el puente.

Los segundos posteriores son de absoluta confusión.

Escucho el ruido del puente ardiendo, y de los caminantes que caen al río y son arrastrados por la corriente. Escucho a una Michonne que grita y llora de fondo, devastada. Escucho pájaros que cantan, ajenos a la tragedia. Escucho mi propio llanto, y también el de Daryl, que permanece inmóvil, a mi lado, más vulnerable de lo que jamás haya podido verle.

Espero a que Rick aparezca entre las llamas.

Espero.

Y espero.

Pero sé que él no va a volver.

Ha muerto.

No puedo esperarle.

Miro a Daryl, incapaz de decir una sola palabra que pueda consolarle. Él no deja de mirar el puente, está en shock. Su mejor amigo acaba de morir. Le abrazo, le abrazo con todas mis fuerzas. Él no me corresponde, pero no me importa, lo entiendo.

Porque yo también he perdido a un amigo. Una persona que ha sido vital para mí, que me ha enseñado a sobrevivir, a madurar, a amar. Una persona a la que debo agradecerle tanto que no sería capaz ni siquiera de explicarlo.

Rick Grimes me ha ayudado a mí y ha ayudado a mi familia. Lo ha dado todo por nosotros, incluso su propia vida.

Y le estaré agradecida por siempre.

FeathersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora