Feathers

Capítulo 20

-Buenos días, pequeñín...

Maggie me pasa al pequeño Hershel para que lo coja en brazos, el niño hace sonidos como si me saludara. Su madre y yo nos asomamos al balcón para observar Hilltop desde las alturas.

Llegamos a la comunidad esta mañana. El camino ha sido largo y silencioso. Daryl y Maggie han cargado con las garrafas de combustible después de haber abandonado el antiguo refugio de las mujeres de Oceanside. Cuando por fin han abierto las puertas del pueblo, los tres hemos hecho como si nada hubiera pasado.

-¿No te has ido a dormir?

-Lo he intentado, pero ha sido imposible. Daryl sin embargo duerme como un tronco.

-Qué suerte.

-Sí, sí que la tiene.

Ambas seguimos observando la comunidad, Maggie coge mi mano.

-¿Estás segura de que no quieres acompañarme?

Va a hacer una visita a Alexandria para ver a Negan hoy mismo. Está decidido.

-Me encantaría, pero esta cosita inquieta querrá salir en cualquier momento, no puedo arriesgarme.

-Lo entiendo.

-De todos modos te lo agradezco, estás cumpliendo con lo que debió ser.

-Lo sé. Honraré a nuestros muertos.

Miro al pequeño Hershel y pienso en Glenn. Él debería estar aquí, con su hijo.

-Maggie, cuando veas a Negan, dile de mi parte que nunca, jamás, lo perdonaré. Luego mátalo como prefieras.

-Se lo diré, te lo prometo.

Asiento y le devuelvo al niño.

-Voy a intentar echarme un rato, creo que ya estoy menos tensa después de lo de esta noche.

-April, vas a estar bien, y tu bebé también.

-Eso espero.

-Escucha...-Maggie coge aire un par de veces, sé entonces que lo que va a decirme es importante para ella.-Cuando estabas en el Santuario conocimos a una mujer de otro grupo que no conocemos, ella me dio muchos materiales y herramientas para ayudar a Hilltop a crecer.

-¿Qué? Eso es...

-Genial, lo sé. Desde que regresó a su hogar, no ha parado de mandarme correspondencia pidiéndome que me vaya con los suyos.

-¿Y piensas hacerlo?

-No es mi idea pero, si las cosas siguen sin ir bien de aquí a un tiempo con los Salvadores... Quizás tú puedas ir.

-¿Qué? No, no, yo tengo que ayudaros aquí, y además, Daryl nunca accedería.

-Daryl haría cualquier cosa que le pidieras. Te quiere, quiere que el bebé y tú estéis bien. Allí podríais ser una familia feliz y estar seguros.

-Maggie... Pensemos que todo va a salir bien, ¿si? Tú solo, termina con él hoy. El resto vendrá poco a poco.

Ella sonríe y asiente. Nos despedimos y vuelvo al interior del edificio. Nunca me había planteado vivir en una nueva comunidad, alejada de mis amigos, aunque en el fondo sé que si eso es lo mejor para mi bebé... Debería pensarlo.

Entro en mi habitación, Daryl duerme profundamente, me siento en la cama y le peino con los dedos con mucho cariño. Él ni se inmuta, solo ronca.

El bebé, como ya es costumbre, patalea y se mueve sin parar.

-Sí...-Digo, acarciando mi tripa para que nos "toquemos".-Estás con papá y mamá. Te queremos mucho, peque.