A pesar de su parecido físico los mellizos han vivido en mundos completamente diferentes. Después de años de separación Dong Myeong es obligado por su madre a dejar atrás su alocada vida en Estados Unidos con la excusa de luchar contra Dong Ju por l...
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Sonó el despertador a la cinco de la mañana como cada día, le alivió saber que al menos eso no había cambiado y su rutina no tenía que ser interrumpida por nadie. Frotó sus ojos antes de abrirlos y levantarse, entró al baño, se cepilló los dientes y peinó su cabello castaño, sacó de su armario un conjunto deportivo gris y se quitó el pijama, pantalones largos azules y una camiseta blanca, los lanzó al cesto de la ropa sucia, de la mesa de noche tomó su celular y auriculares inalámbricos, una vez vestido bajó a la cocina en busca de su malteada vitamínica de vainilla, la preparó rápido y la bebió de la misma forma, se puso un abrigo, se dirigió hacia la puerta, antes de salir una voz masculina lo detuvo.
—¿Vas a salir a trotar con este frío? —preguntó su padre.
—A menos de que usted necesite que me quede —respondió el castaño soltando la manija de la puerta y girándose hacia el mayor.
—Puedes ir, sólo me preocupa que te enfermes, afuera está helando.
—Tomo mis vitaminas a diario y estoy bien abrigado, no hay de qué preocuparse padre.
—Está bien, pero no tardes demasiado, deben de ir a estudiar.
El plural en "deben" le recordó que no sólo tenía que compartir vivienda con los otros dos sino también escuela, se despidió con una reverencia corta y salió por la puerta, atravesó el jardín trotando suavemente para calentar, al acercarse a la entrada los guardias de seguridad lo saludaron con una profunda reverencia y abrieron las altas rejas, a lo que él respondió con asentimiento.
Al salir no vio a ningún otro transeúnte, lo cual no era extraño en un vecindario silencioso y tranquilo como ese, incluso si los vecinos eran ruidosos no sería notorio gracias a los kilométricos jardines que rodeaban cada vivienda, a veces Dong Ju temía que en alguna de esas mansiones viviera un psicópata asesino, podría secuestrar y torturar a sus víctimas sin que los gritos fueran escuchados, apartó las ideas salidas de Criminal Minds y se concentró en el camino, el aire era húmedo al igual que el pavimento bajo sus pies por lo cual debía ser cuidadoso en cada paso para no resbalar, la vegetación que rodeaba la calle aún estaba cubierta por una fina capa de hielo, los inviernos en Seúl cada vez eran más fríos, si la temperatura continuaba bajando tendría que tomar en cuenta el consejo de su padre y usar el gimnasio en casa.
Se puso sus auriculares, reprodujo una de sus canciones favoritas del momento y tarareó con una sonrisa parte del coro.
"No quiero pensar en nada, sólo quiero vivir como nadie por un momento, estoy enfermo y cansado de mi día a día, así que pon otra canción".
