VII

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Los que me odian quieren lastimarme y me estoy riendo del dolor.

Quieto.

Ojos cerrados.

Dejo que el mundo simplemente me pase de largo.


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— Entonces Dong Ju se disculpó ¿No? —inquirió Ki Wook— Ya pueden dejar esta mala vibra entre ustedes.

— Técnicamente no lo hizo —el rubio se alzó de hombros—, se supone que yo estaba dormido.

— Pero no lo estabas —replicó el peliazul mirando directamente a Dong Myeong quién pretendía escuchar música con los ojos cerrados, Ki Wook tomó uno de los auriculares y tiró de él quitándoselo de la oreja.

Dong Myeong abrió unh ojo y respondió con una sonrisa juguetona.

— Pero él no lo sabe.

— Por favor Myeongie —rogó el menor con un tono de queja—, sólo déjalo ir ¿Sí?

— Sé que eres un alma noble, pero no te creo que tengas tan poca dignidad para dejar pasar una ofensa así.

— Sólo quiero que dejen de pelear —dijo Ki Wook haciendo que su labio inferior sobresaliera en un puchero que a Dong Myeong le resultó adorable y que no pudo evitar pellizcar mientras respondía.

— Sé que tú corazón pacifista sufre, pero yo no le tengo miedo a las guerras Wookie.

El auto se detuvo frente a la escuela y el chófer los despidió con una inclinación cordial.

Al bajarse vieron a Dong Ju despidiéndose de Geon Hak con una escueta reverencia que el mayor respondió con algunas palmadas en su cabeza, por un momento ambos hermanos cruzaron miradas y Dong Ju lució ligeramente avergonzado, acelerando el paso hasta perderse tras las puertas del edificio.

— ¿Ves? No está realmente dispuesto a abandonar su orgullo —comentó el rubio en voz alta, tan alta que no dudó que el mismo Dong Ju lo hubiese escuchado.

En el salón de clases Dong Myeong inició eficazmente su rutina de causar el odio y los celos de Hwan Wong al coquetearle descaradamente a Young Jo, recibiendo insultos por parte del más bajo y luego disfrutando del espectáculo de cursilerías que desplegaba Young Jo para contentar a su "amigo", aunque el rubio no creyera que fueran sólo amigos.

La clase de inglés fue disfrutable como siempre, tenía una gran ventaja sobre sus compañeros (incluso sobre Dong Ju) y los libros que les encomendaban leer ya los había leído en su antigua escuela, por lo que podía relajarse y actuar como un completo sabelotodo arrogante, sin duda su clase favorita.

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