Cambios drásticos

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-Rin, he tomado una decisión.

Las lágrimas no paraban de brotar, sus sollozos estremecían al ambiente &sus ojos vidriosos llamaban la atención del gran demonio.

-Ya es hora de que te vayas... No puedes permanecer más tiempo en el palacio, mi deber de cuidarte terminó.

Aquellas palabras fueron más cortantes que nada en toda su vida, se silenció por completo, &sus ojos perdieron color &se inundaron más de lágrimas que nuevamente recorrieron en gran carrera su rostro, no podía creer lo que escuchaba, se sentía tan feliz ahí, hasta cierto punto tenía la sospecha de que ese día llegaría, pero no que fuese tan pronto. Miles de pensamientos la agobiaban haciéndola sentir una presión en sus cienes, ella creía ver una vida a lado de su señor.

-No lo haga...

Antes poder volver a hablar, notó que ya se había alejado unos pasos, delante de el las puertas principales del palacio se abrían, se vio sumergida en una desesperación total, no soportaba aquella escena, esta vez no se quedaría callada... No quería pretender parecer débil, pero aquello la agobia mucho, corrió hacía el lo más rápido que él, pero una oscuridad la comenzaba a rodear, &aquella imagen de los cabellos plateados de su señor meciéndose iba desapareciendo poco a poco.

-¡Sesshomaru-sama!

Gritaba desesperada, pero sentía el cuerpo más pesado que nunca, no lograba hacer que el demonio voltease, ni siquiera que la escuchara. ¿Por qué? ¿Por qué tenía que ser así?

Dentro del gran la palacio notó la presencia de alguien más, también de cabellos como los de su señor, pero no logra vislumbrar su rostro, solo escuchaba una risa... de una mujer, pero ¿quién era?

-¡Sesshomaru-sama! No me abandone por favor...

Los ojos le pesaban cada vez más, más corría, más lloraba pero no lograba alcanzarlo, dentro ya del palacio las puertas comenzaron a cerrarse &a ella un fuerte intento se lanzó hacía su señor, este giró bruscamente con una mirada llena de sorpresa.

-Volviste...-Susurró el &pudo notar una toque de felicidad en su voz.

-¡Auch!

Abrió los ojos pasmada, sobó su cabeza mientras estaba sentada en el frío piso de su habitación, notó que mantenía abrazada una almohada, la arrojó a su cama con gran disgusto.

-Que sueño tan raro.-Se dijo levantándose a pesar del golpe que se había propinado al caerse de la cama, recorrió las cortinas de la habitación para cegarse con la luz del sol.

-Hoy hace un buen día...-Dijo con mas soltura.

Tomó varias prendas de su armario &salió decidida a darse un baño, se dio cuenta que no era ni el mediodía, después de varias escaleras, llegó al pasillo que la llevaría a su destino.

-Rin, veo que te has levantado temprano.-Dijo la kitsune detrás de ella, Rin se giró.

-Si, deseo tomar un baño matutino.-Le respondió.

-Me parece perfecto, por cierto, me temo que no podrás cenar en tu cuarto.-Esto desconcertó a la humana.

-¿Por qué?

-Sucede que el Lord ha pedido tu presencia en el comedor, parece que cenaras esta noche con el.

-C-c-c-con ¿el?

Comenzó a sentir un cosquilleo en su nuca, &un leve sonrojo se asomo en sus mejillas.

-Si, no te preocupes. No ha de ser nada grave.-La trató de reconfortar.

Estaciones de una vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora