Capítulo Nueve

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15 de Enero del año 2020

Estaba sentado en un rincón de la cúpula el día de hoy, hecho bolita. El día de hoy Vanesa se iba a juntar con Vale, por lo que, para sorpresa de Zack y Vale me ofreci a acompañarlos.

-Oye Ian ¿Estás bien?-Me preguntó Zack agachandose a mi altura, a lo que lo observé atentamente.

-Si lo estoy.-Susurre levemente mientras comenzaba a rascarme las muñecas con desesperación.

Zack se levantó y se acercó a Vale para hablar, no sabía de que exactamente, pero me decidí a no prestar tanta atención a lo que hacían.

Con los minutos decidí levantar la vista y observé como llegaban las amigas de Vale, quiénes fueron inmediatamente a saludarla, y entonces la vi.

-Hola mi amor.-Vanesa saludó a Vale y mi mirada inmediatamente se dirigió a ella. Mis ojos completamente puestos sobre ella.

Estaba atento a lo que ella decía y hacía, sus formas de actuar me tenían completamente hipnotizado, y entonces sentí como mi rostro poco a poco se comenzó a calentar, lo mas seguro era que estaba rojo.

-Hola Ian.-Me saludó Vanesa, por lo que me puse nervioso.

-Ho...Hola.-Susurre.

-¿Como estas?-Me preguntó.

-Bien ¿Y tu?-Le pregunté, a lo que ella sonrió.

-Bien también.-Dijo mientras yo estaba pegado viendo aquella sonrisa que tanto amaba.

Estaba tan nervioso a su lado, que sin darme cuenta, las manos de Vanesa me impedían rascarme.

-¡Vanesa! ¡A ensayar!-Dijo Constanza, una chica que tenía el mismo nombre que la mejor amiga de Zack, pero esta chica era de cabellos teñidos a rubios y demasiado blanca.

-¡Ya, si ya voy!-Gritó Vanesa mientras se alejaba de mi y se sumaba al grupo de baile, por lo que todas inmediatamente comenzaron a bailar.

-Ian, ven.-Me dijo Vale, pero no me movía, por lo que ella tomó la decisión de acercarse a mi y llevarme al sitio donde estaban.-Siéntate aquí.-Me dijo con una sonrisa, a lo que asenti levemente y me senté haciéndome bolita nuevamente.

-Es increíble el como has hecho que Ian intente adaptarse con nosotros.-Dijo Zack con seriedad, a lo que ella solo negó, y luego se alejaron de mi, por lo que solo pude ver como hablaban. Suspire y decidí fijar mi vista en Vanesa, observando como bailaba, y sin darme cuenta, ellos volvieron a acercarse a mi, aunque yo solo me fijaba en ella.

**********

-Chiquillas, ¿Y si nos vamos a otro lado a ensayar?-Le preguntó Constanza a Vanesa y a su otra compañera de baile. El nombre de esa niña era Monserrat. Era blanca de cabellos ondulados y ojos cafés.

Todos habían aceptado la idea por lo que cada una tomó a su pareja para irse de la plaza y se fueron a un sitio al que todos le decían avenida.

Los minutos pasaron y me fije en que todas las que supuestamente iban a ensayar estaban ocupadas besando a sus respectivas parejas, y en ese momento Zack soltó una leve carcajada.

-¿Por qué parecen animales?-Pregunté en un susurro sacándole una gran carcajada tanto a Vanesa como a Vale, ambas se reían sin parar y entonces Zack se recostó en el pasto, a lo que Vale, aún riendo lo imitó.

Me puse a conversar con Vanesa con mucha alegría, definitivamente me gustaba hablar con ella.

-¿Y por qué te sigues cortando?-Me preguntó ella tomando mi mano para impedir que me rascara.

-Yo...a veces siento que lo mejor para mi es desaparecer.-Susurre mientras evitaba mirarla.-Siento que mi presencia en el mundo no es necesaria, y le haría un favor a todos si muero de una vez.-Dije, a lo que Vanesa me observó atentamente, y al levantar la mirada, pude ver aquellos ojos tan bellos.

-Yo encuentro que eso es ser egoísta.-Dijo.-Porque los vas a dejar mal, ellos te quieren, y si no estas todos los que te tienen cariño estarán mal.-Dijo mientras me acariciaba las manos.-Muchos sufrirán si no estas.

-Entonces...si muero...¿Ellos no estarán bien?-Le pregunté, a lo que ella asintió.

-Exactamente.-Dijo mientras me veía sonriendo.

Así estuvimos toda la tarde, ella intentando hacerme entender que todo lo que yo pensaba era incorrecto, y vaya que logró su misión. Y nuestro siguiente tema de conversación fue mas tranquilo, una conversación donde ella se dedicaba a explicarme la importancia de los animales en el mundo.

**********

-¡Papá!-Gritó Michael al ver que Zack abría la puerta y tras ella entrábamos Vale y yo.

-¿Qué?-Le preguntó con seriedad mientras cerraba la puerta.

-¿Vas a jugar conmigo?-Le preguntó con una sonrisa, a lo que nego.

-Sabes que no me gusta jugar. Dile a Leila o a Sam.-Le dijo con simpleza mientras avanzaba hacía el living, pero al llegar se golpeó la frente con rabia.-¡¿Se puede saber qué paso aquí?!-Gritó al ver un círculo rojo dibujado en el suelo y a Leila y a Sam discutiendo.

-Sam estaba apunto de hacer un ritual.-Dijo Leila, a lo que Zack suspiró.

-Estaba aburrida.-Dijo Sam con una sonrisa simple mientras alzaba sus hombros con indiferencia.-Quería hacer algo.

-Pero ¿Un ritual?-Le preguntó Zack seriamente.-No quiero demonios en la casa.-Dijo seriamente.

-Vamos Zack. Te quejas por esto y sabes que cada vez que viene gente vienen cosas con ellos.-Dijo tranquila.

-Lo se, pero es diferente tener un demonio de visita a tenerlo de manera permanente.-Comentó mientras se sentaba en el sillón.-Estrictamente armar rituales en la.-Decía, pero se detuvo al ver a Michael trayendo una cabra a la casa.

-¡Sam! ¡Aquí esta lo que me pediste!-Gritó Michael, a lo que Zack miró a Sam molesto mientras negaba con su cabeza, y entonces vino el momento que sabía que ocurriría.

-Rata, suéltalo, ya no sirve.-Dijo ella con simpleza, a lo que Michael soltó la cabra, dejándonos a todos sorprendidos mientras el animal corría libre por la casa.

-¡Por la mierda!-Gritó Zack molestó para después comenzar a seguir a la cabra, por lo que todos decidimos imitarlo.

Al final logramos atrapar a la cabra, pero nuestra casa quedó con varias cosas rotas y Sam lo único que hacía era reír al vernos a Zack y a mi totalmente agotados.

Estaba cansado...pero bueno...eso jamás ha sido importante...al menos hoy me he divertido.

El hombre suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora