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Estaba bastante nervioso, los sillones le gruñían al pasar, las lámparas lo agarraban y jalaban de los brazos y un terremoto se dio. Para lo que al maknae le parecieron años, y que en realidad fueron menos de diez minutos, por fin dio con su objetivo. Como todo el "alfa" que era, pateó la puerta. De inmediato se lamentó, ya que se pegó en el dedo pequeño del pie. Con un jadeo miró desconfiado la manija. Ésta le enseñaba los dientes con desdén y le impedía el paso para recuperar al alfa encerrado. Con un golpe cruel y certero de su espada-espátula, logró vencer al malvado enemigo y entró triunfante al castillo de su amado. Taehyung lo miró, asombrado y se abalanzó a sus brazos. Ambos se miraron fijamente, compartiendo el mismo sentimiento de borrachera. Con movimientos lentos y suaves, se fueron acercando hasta no haber nada de espacio entre ellos. Sus labios se juntaron y crearon una bonita danza. Un golpe de parte del omega fue lo que arruinó todo.

-no nos podemos besar, soy un alfa. Bueno, la verdad no, pero nadie lo sabe.

-¿Eres un alfa? Vaya, yo también. Sigamos.

Y, como si no hubiera pasado antes, se volvieron a besar. Los movimientos de ambos fueron subiendo de nivel hasta ser salvajes. El mayor de los dos acorraló al maknae contra la pared y empezó a recorrer con sus manos el cuerpo del contrario. Era muy suave. Poco a poco, su boca también fue recorriendo los mismos lugares que sus dedos. Ligeros jadeos de placer se escuchaban por todo el lugar. A nada de arrancarle la ropa al, ahora, pelirrosa, se alejó y frunció el ceño. Jungkook dejó de temblar y miró confundido al rubio.

-¿qué pasa?

-no me gusta tu aroma, es feo - dijo el alfa con un puchero -. Las naranjas y el roble huelen mal, me marea.

Unas pequeñas lágrimas se acumularon en los ojos del más pequeño. Le mostró la lengua a su mayor y puso su mayor esfuerzo para mostrar sus verdaderas feromonas. Después de un largo rato intentando sin lograrlo, hizo un gesto desdeñoso y salió del baño. Un aullido triste lo hizo regresar segundos - meses para él - después.

-¿qué sucede? ¿Estás bien? - dijo preocupado.

-Kookie me abandonó - respondió un triste alfa.

-que tonto. Yo no lo haré. Ven, vamos con los hyungs. Conozco el camino.

Y así, cruzando de nuevo la mortal casa, regresaron a donde todos estaban. Ninguno de los dos se dio cuenta jamás del espía. Hoseok entrecerraba los ojos indignado y divertido. Había escuchado toda la conversación entre los dos menores... iba a tener pesadillas con su escena de besos, pero fuera de eso le parecía todo muy tierno. Sólo esperaba que ambos no estuvieran tan drogados como para olvidar todo al día siguiente. Únicamente así el idiota de Taehyung podría ver la verdad.

Mala suerte para él.

Al día siguiente, todos (menos Hope) despertaron en el suelo y con los cuerpos sumamente doloridos. Sus cabezas les daban vueltas hasta marearlos. Grande fue la impresión de los miembros al ver su hogar y a sí mismos hechos un desastre. Ni siquiera se rieron del aspecto del pelirosa, aún con la pintura en todo su rostro. Su cerebro estaba demasiado impactado. ¿Qué rayos había sucedido? Ninguno lo recordaba. Sólo sabían que habían comido unos cupcakes y todo se volvió raro. Estaban tan concentrados en no gritar de confusión que no notaron la pintura manchada en la boca del más pequeño de los alfas, consecuencia de haber besado al maknae con el líquido aún fresco; ni la pintura corrida en éste último también dado al mismo acto.

-¿durmieron bien? - preguntó Hoseok, recién levantado de su cómoda cama y no el molesto suelo.

-¿qué sucedió ayer? - preguntaron todos a la vez.

El único miembro consciente de todo, sólo les dijo que destruyeron todo y les pidió que se fueran a bañar. Las drogas habían disparado el aroma de todos. Con quejas por sus cuerpos cansados por quién sabe qué razón, lo hicieron sin protestar.

Al salir, ya aseados y con la mente un poco más clara, se sentaron en la mesa para tratar de recordar lo sucedido.

-¿por qué todo está roto? - preguntó Jimin

-ayer empezaste a romper los relojes cucú para ver al pajarito. Nam intentó atrapar un rayo de luz, Suga empezó a dar vueltas, Jin se empezó a reír como maniático - enumeró Hoseok divertido ante las reacciones de los demás.

-Jorge era muy gracioso, en mi defensa... - dijo susurrando Jin.

-¿y Tae y yo, hyung? ¿Qué hicimos nosotros?

El mayor le lanzó una discreta mirada a Jungkook hacia los labios de Taehyung. El maknae, descubriendo por fin la mancha amarilla en el rostro del alfa, entendió todo. No sabía qué tanto había dicho ni si en pocos minutos todos serían capaces de recordar y su secreto saldría a la luz. Un adorable puchero se instaló en sus labios. ¿Sería hora ya de dar la noticia?

-se besaron - dijo J-Hope como si fuera lo más obvio del mundo, esperando que un rayo de lucidez se diera en el alfa.

-¡¿Qué?!

Los dos menores casi se caen de sus asientos. En ese momento Jungkook quería morirse, revivir, matar a Hoseok y morirse otra vez. El más pequeño de los alfa empezó a tartamudear, con el rostro más blanco que el papel. No obstante, y a pesar de su reacción, se sentía bien. Desde hacía mucho tiempo quería probar esos bonitos labios rosas que tenía el menor del grupo. Era una lástima que lo haya olvidado. Y se sintió lo peor de lo peor. Sin embargo, un horrible miedo invadió su ser. Ambos eran alfa, por todos los demonios. Kim Taehyung no era gay. Ni siquiera se volvería homosexual por Jungkook, por mucho que lo amara. Una risa estruendosa (pero forzada) interrumpió el alboroto que comenzaba a iniciar. Hoseok secó una lágrima imaginaria.

-¡debieron ver sus caras! Ay, me hubiera gustado grabar eso... tranquilos, era broma, era broma. Kookie se puso un bote de pintura en la cabeza y Tae se encerró en el baño. Ay, ni que fuera un delito si se hubieran besado, por Dios.

Nadie dijo nada, pero no era necesario. era algo similar a un delito. Una pareja homosexual era algo rechazado por la sociedad. No querían que su trabajo se viera afectado por algo como eso.

Aunque uno quizá lo empezaba a considerar...





Y esta vez tuve que unir dos capítulos, ironías de la vida. Pero bueno, tengo mucho sueño y ya no aguanto mis ojos, así que me voy, byeeee

¡No soy un alfa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora