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Bariloche día 4

Me desperté con un brazo rodeándome, abrí lentamente los ojos y me asuste al ver que Agustín estaba a mi lado. ¿Y Mateo?

Me levante con cuidado de no despertar a nadie y me puse una bata para bajar a desayunar.
Al llegar al bufete vi que estaba vacío, eran las 9:30 así que seguramente estaban todos durmiendo. Me serví una chocolatada con trufas y me fui a sentar en una de las mesas.

—¿puedo sentarme?—la voz de Mateo inundó el lugar.

—Em si—dije levantando la cabeza para mirarlo.

—gracias por lo de anoche—dijo sentándose enfrentado a mi.

—¿gracias por que?—pregunte frunciendo el ceño.

—Por dejarme compartir un momento con vos, extrañaba esas cosas—dijo con una sonrisa.

—Mateo lo de ayer fue porque pinto pero no significa nada, vos me lastimaste mucho y sufrí un montón por vos estos meses, las cosas no van a cambiar de un día para el otro—me sentía mal por decirle eso pero estaba cansada de que la gente me boludee.

—Ya se Mica, la re cague y no hay día que no me arrepienta de eso—mis ojos se cristalizaron, aunque me hacía la fuerte en el fondo todos sabemos que no era así—no se porque pensé que separarnos era lo mejor para los dos.

—yo tampoco se porque pensaste eso—dije tomando el último sorbo de chocolatada—nos vemos Mateo.

Me pare y salí del bufete para volver a mi habitación.

—¿Mica donde estabas?—preguntó Agustín ni bien crucé la puerta.

—en el bufete ¿por?—entre y me tire en la cama.

—¿sola?—me sorprendí ante su pregunta.

—No ¿por?—dije sacándome las zapatillas.

—¿con quien estabas?—no se porque esa actitud de repente pero no me gustaba nada.

—Con Mateo ¿algún problema?—pregunte de mala manera.

—ayer no fue al boliche y que casualidad que vos tampoco—dijo de manera irónica.

—Agustín que mierda te pasa boludo—hablé enojada—¿me estas haciendo una escena de celos?

—Con todo lo que te costó superarlo no da que a la primera oportunidad vuelvas atrás de él, y menos si estás conmigo—nunca lo había visto enojado.

—Mira te voy a explicar unas cositas—me hizo enojar—la primera es que te guste o no lamentablemente todavía no supere a Mateo y la segunda es que nosotros no somos nada Agustín, ni siquiera estamos en "algo" boludo, parecemos amigos más que otra cosa—no me gustaba hablarle así porque sabía que le dolía pero me había hecho enojar.

—¿entonces me estás diciendo que te podes comer a cualquier pibe total no somos nada?

—Agustín no la flashees, yo nunca dije eso—suspiré—a lo que voy es que no me gusta este planteo que me estás haciendo.

—está bien Micaela dejémoslo acá—salió del cuarto enojado.

Preferí ignorarlo ya que si lo seguía para arreglar las cosas íbamos a terminar peleando peor.
Volví a acostarme en la cama y aproveche a dormir ya que hoy nos habían dado el día libre para que descansemos bien.

(...)

—Catalina levántate—grito jazmín despertándonos a todos—chicos dale—bufo.

—¿que hora es?—pregunte con los ojos cerrados.

Enséñame //Mateo Palacios//Trueno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora