Me desperté por el sonido de mi celular, me estire para agarrarlo y era un mensaje de mi vieja preguntándome si iba a comer a casa o me quedaba de Mateo.
No le conteste nada ya que todavía no sabía que iba a hacer.Mire la hora y eran las 11 de la mañana así que decidí que ya era momento de despertar a Mateo.
Me di vuelta para mirarlo y apreciar sus facciones ya que al estar dormido estas estaban más relajadas de lo normal, empecé mirando sus ojitos, sus pestañas, después fui bajando hasta su nariz y me detuve en el arito, le quedaba tan bien, seguí mirando hasta llegar a sus labios, esos labios carnosos que me daban ganas de besarlo.—deja de mirarlos y bésalos—hablo Mateo haciéndome pegar un susto.
—Boludo me asustaste—dije llevándome la mano al pecho.
—Y bueno estabas muy concentrada mirándome—río y yo me morí de vergüenza.
—Sos muy tierno durmiendo—dije apoyando mi cabeza en su pecho.
—Siempre soy tierno—empezó a hacerme mimos en el pelo.
Nos quedamos unos minutos en silencio y así acostados haciéndonos mimos.
—¿Queres que vayamos a comer a casa?—pregunte para responderle a mi vieja.
—Uh sabes que si—reímos y yo agarre el celular para avisarle a mi mamá.
—Mi viejo se está preparando un asado—le dije cuando me contesto mi vieja.
—Ah noo, ves porque lo amo—volvimos a reír—igual mi favorita es Sandra pero no le digas a tu viejo.
—Tonto pensé que yo era tu favorita—hice puchero.
—Obvio mi amor—dijo y dejo un beso en mi frente.
¿Mis oídos escucharon mal o de verdad me dijo MI AMOR? ¿Que significaba eso?
"No te ilusiones" "no te ilusiones" era lo único que se repetía en mi mente, pero diciéndome estas cosas me lo hacía más difícil.
—Bueno vamos dale—hablé cortando el silencio.
Ambos nos levantamos de la cama y nos empezamos a cambiar, me puse una calza negra y agarre un buzo de Mateo.
Aproveche que todavía se estaba cambiando y fui al baño a sacarme una foto que después de editarla un poco la subí a la historia.Una vez listos saludamos a Pedro y nos dirigimos a mi casa caminando ya que el mayor tenía que usar el auto.
—Mira que sorpresa—dijo Isabella al abrir la puerta.
—Sorpresa es que vos estes levantada a esta hora—ambos reímos y ella me miro con cara de orto.
—Yo también te extrañe Isa—dijo ahora Mateo.
Se hizo a un lado y ambos pasamos, fuimos a la cocina donde se encontraba mi madre para saludarla.
—Sandrita—habló Mateo dándole un abrazo.
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Enséñame //Mateo Palacios//Trueno
Ficção AdolescenteMe enamore de mi mejor amigo pero que crees ¿que esta es como cualquier otra historia? ¿Que es como en los cuentos de hadas que siempre es correspondido? Pues no, está es la realidad y tengo que afrontarla aunque duela. No lo tenía tan complicado co...