26

13.1K 616 476
                                    



Mateo acababa de dejar a Emi en su habitación y ahora nos encontrábamos ambos tumbados en la cama en silencio y a oscuras.

—¿que hacemos?—pregunte poniéndome de lado.

—¿vos que queres hacer?—pregunto con una sonrisa que a a pesar de la oscuridad la pude imaginar.

—em....—era ahora o nunca—yo creo que podríamos seguir con nuestro trato—dije casi en un susurro.

—¿ah si?—apoyo su cuerpo sobre sus codos para poder mirarme.

—No se como quieras—me estaba muriendo de la vergüenza.

—Yo quiero pero lo importante es que vos quieras Mica—lo dijo en el tono más dulce y tierno que jamás haya escuchado.

—Yo también quiero—susurre levantando mi torso para sentarme en la cama.

No obtuve respuesta de su parte si no que se abalanzó hacia mi con ambas manos en mi cuello y me besó, me beso de una forma diferente, aquel beso era el más intenso hasta el momento.
Metió su lengua en busca de la mía causándome una oleada de calor por todo mi cuerpo y no pude evitar que se me escapara una media sonrisa en medio del beso. No se si lo noto o no pero para mi suerte no dijo nada.

Con nuestras bocas todavía unidas me fue apoyando suavemente sobre la cama y así empezó a dejar un recorrido de besos por mi cuello provocándome un escalofrío.
Siguió bajando hasta llegar a mi remera y con mi ayuda me la quito. Hicimos lo mismo con la suya.

—¿Estas segura de esto? Tenemos todo el tiempo del mun...—lo interrumpí dándole un pico.

—Estoy muy segura Mateo, no hay nadie en quien confíe más que en vos—me sonrió y volvió a unir nuestros labios.

Llevo sus manos hasta mi sostén y en un rápido movimiento lo desabrocho dejando caer las tiritas por mis brazos.

—Joder Mica—dijo muy agitado.

Empezó a masajear y a chupar mis pechos provocando que suelte varios gemidos, después siguió bajando dando pequeños besos húmedos por todo mi abdomen hasta llegar al elástico de mi short.
Levanto la cabeza conectando nuestra mirada y pidiendo permiso para seguir, yo me limite a sonreírle para darle a entender que siga.
Suavemente fue retirando mi short junto a mis bragas y una vez que se deshizo completamente de estas lentamente fue acercando su cabeza hasta mi intimidad.

—Disfrútalo—dijo con una sonrisa pícara.

Recargue mi peso sobre mis codos para así poder observar lo que hacía. Me separo con cuidado mis piernas y enterró su cabeza entre ellas. Introdució su lengua en mi cavidad y empezó a moverla con bastante potencia jugueteando con todo lo que estuviera a su alcance. Arqué mis caderas indicándole que siga y solté un par de gemidos. Verdaderamente esto era increíble, sentía como mis piernas se tensaban y mi cuerpo se ponía rígido. Tire mi cabeza hacia atrás y Mateo sujeto una de mis manos y la llevó a su cabeza para que yo marcara el ritmo. Cuando vio que estaba demasiado excitada con lentitud fue introduciendo un dedo en mi. Mierda, solté un grito extraño.

—Ma...teo—dijo como pude entre gemidos.

—sos perfecta Micaela—Levanto la cabeza para mirarme con una sonrisa.

Aumentando la velocidad empezó a sacar y meter su dedo. Largue un gemido y volví a arquear mi cadera contra el. Introdujo un segundo dedo y repitió los mismos movimientos. Era fabuloso todo lo que se sentía.

—Ahora se viene lo mejor—salió de mi entrepierna y volvió a subir hasta mi boca.

Dejo un fuerte beso y con mi ayuda se saco su pantalón y su bóxer dejando completamente su erección al aire.

—¿lista?

—Lista—respondí muy segura.

Mateo se estiró hasta su mesita de luz y sacó un sobrecito, lo abrió sacando el condón y bajo mi atenta mirada se lo puso.

—Voy a ir despacio, cualquier cosa me paras—asentí.

Llevo la punta de su miembro a mi entrada y de a poco empezó a meterla.

—ayyy—me queje un poco por el dolor.

—tranquila, es normal que duela—dijo y pegó mis labios a los suyos.

Empezó a meterla y sacarla de a poco, mientras masturbaba mi clitoris para alivianar un poco el dolor. En cada embestida el dolor iba disminuyendo y se iba convirtiendo en placer.

—M...más... más rápido—dije entre jadeos.

Mateo obedeció mi orden y empezó a mover sus caderas mucho más rápido entrando y saliendo de mi. El dolor ya había desaparecido y ahora se sentía tan jodidamente bien, sentía una extraña sensación que no podría explicar con palabras.

—Mateo... más rápido.

Dejo un beso en mis labios y siguió aumentando el ritmo hasta que ambos llegamos al orgasmo juntos, era asombroso. A los pocos segundos se dejó caer sobre mi con ambos codos a los costados de mi cabeza.
Poco a poco nuestras respiraciones se fueron normalizando.

—Mica ¿estas bien?—pregunto levantando su cabeza para conectar nuestros ojos.

—si—dije todavía un poco agitada.

—¿Te gusto?

—Mierda si, me encanto—una sonrisa apareció tanto en mis labios como en los de Mateo.

—Que bueno porque a mi también me ha encantado—se acercó y dejo un suave beso en mis labios.

—Estoy exhausta—dije suspirando.

Mateo se levantó y fue al baño, al rato volvió con un bóxer puesto y se acostó en la cama. Yo hice lo mismo solo que me puse una remera de el para dormir, no iba a correr el riesgo de que por la mañana entre Pedro y nos encontrara así.

—Descansa Chanchi—depositó un beso en mi frente.

—Vos también enano—sonreímos y me puse de espalda. Mateo me sujeto por la cintura atrayéndome más hacia él logrando que nuestros cuerpos queden pegados.

Poco a poco se me fueron cerrando los ojos, aun sin poder creer lo que acababa de pasar.

"Y esto recién es el comienzo" pensé.






""""""""""
Ufff el más picante de todos los que hice
¿Q les pareció?

Como les dije aunque me explote la cabeza escribí un capítulo más como forma de agradecerles por todos los mensajitos que me dejan🥰

Enserio me hace muy feliz leer cada comentario o sus opiniones acerca de que les gustaria que pase o que no les gustaría, o los comentarios que me hacen estallar de la risa.

Gracias por todo 💖
Los amo mucho mucho💖

Ahora sí nos leemos mañana

Enséñame //Mateo Palacios//Trueno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora