Capítulo XXVII

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Corría por los árboles, está destrozado, las escenas solo se repiten una vez y otra vez, porque siempre es así, ¡Porque no los dejan vivir en paz!.

"Menma, te amo"

Todo se destruía a su alrededor, ahora sí quedó solo y era doloroso, perdió otra vez a las personas que quería con todo su corazón, miro al cielo estallado y sus lágrimas empezaron a bajar.

"Menma"

Su voz, su sonrisa, su compañía le hacía falta, perdió a quien amaba otra vez, corrió más rápido, no sabía a dónde iba simplemente corría muy lejos de ese lugar que solo les causaba dolor, toda su familia muerta, todo lo que alguna vez quiso ya no hay más.

Corrió y corrió, hasta que sus piernas no pudieran más, esa noche era la peor de las noches, esa noche perdió todo otra vez, miro la luna que tenía un brillo carmesí, seguro era el reflejo de toda la sangre de quienes alguna vez estaban con él.

- ¡AHHHH! - grito fuertemente por la impotencia que sentía en esos mismos momentos, no protegió a quién amaba, otra vez lo perdió frente a sus ojos, a pesar de que entreno no fue suficiente.

Sus ojos rojos como ningún otro mostraban el dolor y el odio que empezaban a formarse en él.

No supo cuánto estuvo corriendo ni a dónde, pero lo único que recuerda antes de caer al suelo y desmayarse es que vio ruinas de algún lugar que alguna vez quizás se le considero un pueblo, su cuerpo ya no podía más, esa noche fue la peor de todas, cayó al piso inconsciente.
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Horas más tarde...
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Un pelinegro abría los ojos lentamente, se intentó levantar pero su cuerpo fallo y cayó al piso, como pudo otra vez intento pararse pero solo consiguió sentarse con dificultad, su cuerpo estaba débil, miro a su entorno eran ruinas de casas destruidas.

Se paró como pudo y empezó a caminar por el lugar, todo le era familiar, no sabía bien porque pero todo le era muy familiar, las ruinas, las plantas, algunas casas que no habían sido destruidas, era como si ya hubiera estado ahí.

Se paró como pudo y empezó a caminar por el lugar, todo le era familiar, no sabía bien porque pero todo le era muy familiar, las ruinas, las plantas, algunas casas que no habían sido destruidas, era como si ya hubiera estado ahí

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Siguió caminado por el lugar hasta que llego a un puente donde debía pasar.

Siguió caminado por el lugar hasta que llego a un puente donde debía pasar

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Una verdad OcultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora