Capitulo XXV.

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Un pelirojo abría sus ojos y miraba a su alrededor, está era la cuarta vez que despertaba y estaba en el mismo lugar, se sentó en esa camilla de sábanas blancas y miro todo a su alrededor como siempre, suspiro para darse cuenta que estaba conectado a unos cables que impedían su movimiento.

- esto -  suspiro empezó a quitarse los cables lentamente se tocó el vientre dónde no había nada, se paró de la cama para empezar a caminar en ese lugar de arena pura - Menma - susurro para caminar a la puerta donde la abrió y vio un corredizo oscuro, empezó a caminar por este ya sabiendo que caminos tomar sin perderse en lo absoluto y llegar a unas gradas que empezó a subir lentamente, recordando todo lo que estaba pasando, en como volvió a iniciar su vida gracias al abuelo de Menma, como todo se acabó, camino hasta llegar otra puerta y la abrió para toparse con otro corredizo pero con iluminación un poco, miro lo destruido de ese lugar un rato para empezar a caminar y llegar a la sala donde había visto hace poco aún rubio - espero no estar equivocándome - camino un poco y llegar aún estante donde miro varios libros viejos, agarro uno empolvado dónde puso su mano y empezó a dar un poco de su chakra en este para después dejarlo en la mesa y irse de ahí hasta llegar a una puerta donde la abrió y sonrió un poco al ver quién estaba ahí - cuánto tiempo - mirando las lágrimas que estaban en esos ojos oscuros con amarillo - Shukaku.

- Ya-Yasuhiro - mirando al niño que conoció hace tiempo y lo vio crecer para volver a verlo como un niño pequeño, sus ojos que parecían apagados pero no estaban, su cabello largo y su piel tan blanca como la nieve.

- creo que te di un susto - sonrió un poco mas cerrando sus ojos y en eso escucho un fuerte grito que hizo que abriera lentamente sus ojos y viera al Bijū que había dado ese grito y lloraba como un pequeño niño aunque intentaba guardar las lágrimas - "lo siento tanto Shukaku pero esto aún no se acaba".

- e-eres un tonto - secándose sus lágrimas antes que cayeran - mira que sacrificarte por ese tonto - mirando al niño un poco borroso por sus lágrimas.

- porqué amo a ese tonto - hablo bajo y el Bijū solo asintió con su cabeza.

- t-tengo que llamar a Gaara.

- no aún no - negó.

- que.

- mí madre, está ocupado verdad - sonrió de forma distinta y el Bijū se asusto al ver esa sonrisa, eso solo significaba que algo malo pasaría.

- Yasuhiro.

- el pergamino, ¿Que paso con el?, Él abuelo de Menma te lo dio verdad.

- tu como.

- digamos que cuando caí en coma pasaron cosas.

- ya veo.

- ¿Donde esta? ¿Lo destruiste?.

- no - negó sabiendo que tenía que hacerlo - p-pero.

- no te preocupes, no quiero que los destruyas.

- que.

- nuestra familia volverá Shukaku - el Bijū asintió - pero para eso pasarán unos años más, escúchame bien que esto es importante.

- ¿Que pasa?.

- prométeme que ese pergamino solo se lo darás a alguien que no sea Menma y tengas fe en esa persona.

- como.

- a pesar que digas que Menma no te agrada y desconfiada de él, se que eres capaz de hasta dar toda tu energía con tal de salvarlo - río un poco al ver cómo el Bijū se miro a otro lado - Shukaku si yo, volviera a irme - el Bijū lo miro - prométeme que traeras a Inojin aquí.

Una verdad OcultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora