GOLDEN AGE; ruel |EDITANDO|

12

12. Una más en la familia.

Juliet.

— ¡Alex! —grité emocionada al ver al pelinegro a un costado de la prensa. Me abalancé sobre él y planté un fuerte beso en su mejilla— Hace tanto no te veía.

— Te extrañé mucho, lagarto. —dice en voz alta debido al ruido de flashes y gritos. Ruel se acercó a él para darle un corto abrazo— Oye, futuro rey de los rubios, me la cuidas.

— Sus deseos son órdenes, señor. —bromea, los tres reímos.

— Vale, los veo a la vuelta con unos ricos helados. —anuncia con las manos en la cadera.

— Entonces así será. —sonreí— Nos vemos, Alex. —le di un último abrazo y Ruel me imitó.

Ambos seguimos caminando hasta el avión de la realeza, que estaba apunto de despegar.

— ¿Emocionada, princesa?—murmura una vez subidos al avión.

— A flor de piel. —sonreí nerviosa.

Nos sentamos en los asientos del fondo, a comparación de Meghan y Harry que estaban adelante junto el primer ministro hablando sobre temas a resolver luego del viaje.

El príncipe y yo susurrábamos sobre lo que íbamos a hacer, Ruel me explicaba más del Castillo y veía cómo se le llenaban los ojos de brillo. Me quedé mirándolo, pura y exclusivamente aprendiéndome sus expresiones, sus movimientos, su sonrisa al decir algo que extraña del lugar, era un príncipe encantador que de seguro había sufrido muchísimo con la pérdida de su familia entera.

— ¿Qué pasa? —pregunta en un susurro al ver que no contestaba.

— Nada, sigue. —respondí.

Él suspiró y siguió.

Al cabo de una hora, Ruel estaba durmiendo. El sol le pegaba en la cara y hacía ver su rostro de color dorado. En ese momento, me di cuenta que jamás había visto a alguien de la misma forma en la que lo estaba mirando. Tom fue mi primer amor, si, pero no recuerdo quedármelo viendo así. Caí en cuenta de que estaba perdidamente loca por Ruel, fue algo atento el hecho de que no quería que lo viera como príncipe y aún se esfuerza para que no lo haga.

Tenía ante mis ojos al primogénito de un rey, un futuro rey, el rey de Inglaterra. Ser rey de cualquier país no es lo mismo que Inglaterra, una potencia mundial tanto económica como históricamente. ¿Él estaba listo para cargar con todo eso?

— ¿Vas a mirarme todo el viaje? —Ruel sonríe me hace brincar de un susto.

— ¿Estabas despierto? —pregunté. Abre los ojos algo dormido y niega.

— Desde hace unos minutos, cuando pediste un vaso de agua.

— Vale. —sonreí. Él apoyó su cabeza en su brazo y comenzó a pestañearme. — ¿Qué te pasa?

— Te estoy admirando. —responde juguetón. Me mordí el labio y lo empujé suave.

Una vez que el avión aterrizó, nos acomodamos nuestra ropa, que por cierto, yo vestía con un pantalón negro suelto y una blusa blanca suelta. Saludamos al primer ministro y bajamos del avión detrás de Enrique, Harry, a estas alturas ya no sé cómo llamarlo.

El rey saludó a algunas personas con un apretón de mano y nosotros le imitamos. A pesar de que no me conocían, aceptaban mi mano amablemente.

— ¡Familia! ¿Uña foto? —pregunta un camarógrafo atrás de una cinta donde había mucha gente.

Me hice a un lado y dejé a la familia Real posar para la foto. Les sonreí a forma de que salían muy lindos.

— Espere. —exclama Meghan. Me mira y hace una seña para que me ponga en su lado. Ruel estaba en la derecha del rey— Tenemos una nueva integrante en la familia.

Algo en mi pequeño corazoncito se rompió de amor. Me acerqué a ellos tímidamente, con las manos tomadas en mi regazo. Wow, la monarquía te hace actuar inconscientemente como parte de ella. El flash cegó mis ojos y agradecimos amablemente al fotógrafo. Miré a Meghan y sonreí.

— Muchas gracias, su Alteza.

— Agh, para mi futura yerna soy Meg. —suelta con su radiante sonrisa. Harry y ella caminaron hasta llegar a un auto negro.

Me puse al lado de Ruel. — Te dije que te amaban.

Slingshot.